viernes, 13 de agosto de 2010

CAP 55

-De acuerdo. Entonces eso es lo que haremos -dijo mientras empezaba a ponerse la ropa.
-Espera. Pensaba que íbamos a...
-Si esta experiencia hubiera sido el final de la carretera, probablemente me quedaría toda la noche amándote, pero si tenemos todo el verano no debemos arriesgarnos.
-miley lo deseaba tanto, que estaba temblando, pero se mordió la lengua para no suplicarle que se quedara.
-¿Cuándo... vas a estar libre otra vez? nick se acercó al borde de la cama y se sentó con la camisa abierta.
-¿Estás intentando fingir que no me deseas tanto como para no poder pensar con claridad?
-Yo...
-Porque es así como te deseo yo. No quiero irme esta noche, pero los dos sabemos que tengo que hacerlo y cuando antes, menos nos costará. Deseo verte mañana por la noche y la noche siguiente y si por mí fuera me pasaría el verano aquí, en tu habitación.
-¿De verdad?
-No se me ocurre nada más miley . Pero tendremos que tener cuidado o la gente sospechará. Tenemos que esperar un poco antes de vernos de nuevo.
-miley gimió de frustración.
-Entonces, ¿qué te parece el martes por la noche?
-Demasiado pronto. Y el miércoles es la sesión de póquer. Esto va a ser una prueba dura ahora que lo pienso.
-nick, me estás torturando.
-No más de lo que me estoy torturando a mismo. Escucha, el jueves por la noche habrá luna llena. Vamos a dar un paseo hasta el río.
A miley se le desbocó el pulso.
-¿Se supone que debo llevar el vestido suelto sin nada debajo?
Él sonrió.
-Buena memoria.
-¡Como si pudiera olvidarme de ese sueño tuyo!
-Bueno, no te pediré tanto. Además, no tienes el pelo largo.
-Podría ponerme una peluca.
La sonrisa de él se ensanchó.
-Me gusta tu pelo como está. Pero podrías ponerte lo menos posible sin que se te note. Y no te preocupes por mancharte. Llevaré una manta y dos toallas.
-¿Toallas?
-¿Nunca te has bañado desnuda a la luz la luna?
-¿Estás loco? Con lo brutos que son mis hermanos... ¿Y tú lo has hecho?
-Un par de veces.
-¿Con una chica?
-Quizá.
-miley se sintió loca de celos, pero no quería que él lo supiera y apartó la mirada.
-Ya sé que es una ingenuidad creer que no. ¿Las llevaste... a nuestro rincón secreto?
Él la asió por la barbilla y la obligó a mirar
-¿Crees sinceramente que llevaría a nadie a nuestro rincón secreto? Es un insulto que pienses una cosa así.
-¡Oh, nick! -no pudo ocultar la sonrisa de felicidad-. Gracias. Hubiera odiado que hubieras llevado a alguien allí, desnudo o vestido, con sexo o sin sexo.
-Ya lo sé. Por eso no lo he hecho nunca. Pero quiero hacer el amor contigo allí, en la arena. Y quizá en el agua.
-miley se humedeció al imaginarlo.
-No sé si podré esperar hasta el jueves por la noche.
-Yo tampoco. Pero no lo quiero estropear todo. Mientras tanto...
Se inclinó y la besó con fiera posesión en la boca.

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