domingo, 1 de agosto de 2010

CAP 35

A la tarde siguiente, mientras miley sacaba la carga de bolsas que traía de tenesse; su vecina, Hazel Nedbetter llegó corriendo con un jarrón de una floristería lleno de margaritas. miley escondió con rapidez bajo el asiento la bolsa de una conocida tienda de lencería.
-Las guardé en mi casa para que no se te marchitaran en el porche.
-Muchas, gracias, Hazel.
miley miró las flores amarillas y blancas que sólo podían venir de una persona.
-Ni siquiera eran de la tienda de Copperville. Venían de una gran floristería de tenesse. ¿Te puedes imaginar? El precio del transporte debe haber sido una barbaridad.
-Seguro.
Al menos nick había tomado algunas precauciones, pensó miley . Estaba encantada de que le hubiera mandado las flores, pero ahora tendría que buscar una excusa para contarle a Hazel. La mujer no pararía hasta saberlo.
-Debe de hacer cuarenta grados aquí al sol -dijo para ganar tiempo-. Vamos a la sombra del porche.
Dejó el jarrón en la barandilla del porche y se volvió hacia Hazel con la primera mentira que se le ocurrió.
-Deben de ser de mi nueva directora del colegio de Nueva York.
-¿De verdad? ¡Qué detalle! No creo que al señor Grimes se le ocurriera nunca mandar flores a una nueva empleada. Las cosas deben de ser muy diferentes en el este.
Hazel miró la tarjeta con ganas de que miley la abriera. El sobre no estaba cerrado, pero miley no creía que su vecina lo hubiera leído.
Resuelta a convencerla; sacó la tarjeta del sobre. Por suerte, nick había acudido en su ayuda. La misteriosa tarjeta sólo decía:
Te deseo lo mejor al explorar nuevos mundos. A.
miley sabía a qué mundos se refería nick , todos relacionados con la cama que estaba a punto de decorar.
-Sí, es de mi directora --dijo mientras se la enseñaba.
-¡Qué amable enviarte un ramo así! Aunque hubiera pensado que las rosas o los claveles serían más apropiados.
A mi directora le gustan las margaritas. Hazel asintió.
-¿Has estado de compras?
-Sí, he comprado algunas cosas para el viaje.
Y sería un viaje de cuidado considerando lo que había comprado ese día. Pensó que nick quedaría encantado. Quizá más que encantado. Lo cierto era que quería que se le hiciera la boca agua.
-¿Cuándo piensa Lionel poner el cartel de alquiler en el jardín?
-No creo que lo haga hasta dentro de un mes. Pero es muy selectivo con la gente a la que se la alquila, así que no te preocupes. Tendréis buenos vecinos.
-Supongo, pero te echaré de menos de todas formas.
-Yo también, Hazel.
miley se alzó el pelo de la nuca. Incluso a la sombra del porche hacía bastante calor, pero si invitaba a pasar a Hazel podría tardar otra hora en irse. Era una mujer encantadora y en cualquier otro momento no le hubiera importado, pero estaba ansiosa por meter sus compras dentro antes de que alguien se fijara en la bolsa de la lencería o de las sábanas de satén.

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