jueves, 5 de agosto de 2010

CAP 43

-Más o menos. Los libros dicen que una mujer puede volver loco a un hombre si la encuentra en la cama... tocándose.
nick tragó saliva.
-¿De verdad? -por el penoso bulto de sus pantalones, los libros debían tener razón, pensó miley. ¿Y crees que un poco de vino podría animarte a hacer eso?
-Podría.
-Entonces bebe.
-miley se sonrojó.
-Sólo un poco entonces -se inclinó hacia la mesilla y sirvió media copa a cada uno. Entonces alzó la suya y se reclinó contra las almohadas-. Ahora desnúdate para mí, nick . Y hazlo despacio.
Él se quedó con la boca abierta.
-¿Qué quieres decir con despacio?
-Provócame un poco. Crea el suspense.
-¿Qué suspense? Ya has visto todas las partes de mi cuerpo después de lo de la otra noche. ¿Qué diferencia hay en cómo me quite la ropa ahora?
-Créeme, hay una gran diferencia. Y no dejes de mirarme todo el tiempo mientras lo haces.
La sospecha le hizo fruncir el ceño.
-¿Y cómo sabes tú que hay diferencia?
-Una amiga mía de la universidad tuvo un streap-tease masculino el día de su cumpleaños. Y fue muy bueno.
-¡Pero yo no soy un exhibicionista!
-Tu cuerpo es incluso más bonito que el suyo -se frotó el labio inferior con el borde de la copa de vino antes de sacar la lengua y pasarla por el borde-. Haré que te merezca la pena, vaquero.
Con aquel seductor movimiento de su lengua por la copa, podría convencerle hasta de que bebiera arsénico, pensó nick. Decidió beber el vino primero y se acercó a la mesilla, donde dejó los preservativos que llevaba en el bolsillo. Ella los miró y después a él.
-Yo también he comprado.
-¿Y cómo sabías el tamaño?
-Tenía bastante idea.
nick recordó sus manos sobre él, su boca absorbiéndolo y pensó que sí, que debía saberlo muy bien.
-Entonces, ¿te desnudaras para mí, nick ?
-Júrame que no se lo dirás nunca a nadie.
-Te lo juro por la tumba de Tutankamón -Alcanzó el control remoto y subió un poco el volumen; la percusión era cada vez más insistente-. Ahora hazlo, Jonas. Hazme retorcerme.

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