miley se agachó y pasó la lengua por donde antes habían acariciado los dedos.
nick estaba haciendo tal esfuerzo por contener el clímax, que pensó que se desmayaría. --¿Dónde... has aprendido esto?
-En un libro -entonces sopló en la piel mojada-. ¿Te gusta esto?
El estrujó la manta con las dos manos y se quedó mirando en blanco al cielo estrellado. Nunca había experimentado algo igual a aquello.
-Sí, me gusta.
-Una pena que no tengamos un poco de hielo.
-¿Hielo? ¿Para... qué?
-Se supone que produce una sensación fantástica si lo pones ahí mismo durante el orgasmo -dijo, apretándole un punto sensible bajó sus testículos.
El no sabía nada de hielo, pero lo que le estaba haciendo con los dedos le estaba produciendo un efecto fantástico. Gimió con suavidad.
-¿Te está costando contenerte?
-Se podría decir que sí.
-Entonces, vamos a probar esto.
Le apretó en la base del pene con una mano tirando hacia abajo ligeramente y tomó la punta en su boca.
El efecto fue increíble. La acción de su boca le produjo un intenso placer mientras que su sujeción en la base mantenía el clímax a raya.nick gimió, bramó y agitó la cabeza de lado a lado.
Entonces, ella aflojó la mano, lo tomó por completo en su boca y todo el control de nick se hizo añicos. Intentó apartarse de su boca, seguro de que no era lo que ella pretendía, pero miley no se lo permitió. Su mundo explotó al abandonarse al orgasmo más cataclísmico de su vida. Cuando la espiral de su universo empezó a descender, la levantó, la abrazó y besó aquellos labios con sabor a pasión.
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