A NICK no le estaba gustando el derrotero de aquella conversación.
-Supongo que no. En cierto modo, es una ventaja. Así tendrás mucha experiencia, o sea que supongo que sabrás lo que hay que hacer.
-Y si no lo sé, tú podrás enseñarme.
Ella lo miró con los ojos entrecerrados.
-No te gusta mucho la idea, ¿verdad, nick?.
Maldición, miley podía leer en su mente como en un libro abierto. Era la única mujer que había podido hacer aquello en toda su vida.
-¡Eh, siempre estoy abierto a las cosas nuevas!
-Yo te conozco bien. Sé que eres de los que les gusta tener todas las respuestas..
-Eso no es verdad. Puedo aceptar una sugerencia tan bien como cualquiera.
-Todos los expertos aseguran que el sexo es un tema muy sensible, sobre todo para los hombres. Quizá sea mejor que no mencione algunas de las cosas que he aprendido. No querría acomplejarte.
Aquello le tocó la fibra sensible.
-¿Acomplejarme? Maldición, puedes hacer todas las sugerencias que quieras. ¡Mi ego podrá aceptarlo!
-¿Lo ves? Ya estás enfadado.
-No estoy enfadado.
miley siempre parecía saber cuándo dejar de discutir y sólo lo miró en silencio.
Por fin, él esbozó una tímida sonrisa.
-De acuerdo, me siento un poco intimidado.
-¿No te gustaría aprender más si pudieras?
-Sí. Sólo un tonto no querría.
-Bien -mily parecía extremadamente satisfecha de sí misma-. Entonces, yo podré contribuir a algo, después de todo.
Aquello le hizo sonreír.
-¿Crees que la mejor contribución que vas a hacer va a ser la de un libro?
Ella se sonrojó como un tomate.
-Bueno, supongo que no.
-Yo tampoco lo creo.
Ella lo miró un momento antes de desviar la vista turbada.
-Estoy asustada , nick.
-¿Incluso conmigo?
Ella asintió.
-Especialmente contigo. Sé que tienes un nivel muy alto. ¿Y si te defraudo?
Él se estiró y le agarró la mano. Pero fue diferente que cualquier otra vez que le hubiera tomado la mano. Esperó hasta que ella lo volvió a mirar.
-No te hubiera ofrecido esto si no hubiera querido, miley. No hay posibilidad de que me defraudes.
La inseguridad asomó a los ojos grises de ella.
-Gracias.
Joe le apretó la mano y se la soltó.
-Nos estamos poniendo nerviosos aquí sentados hablando de ello. Será mejor que nos vayamos antes de que empecemos aquí mismo.
-Puede que tengas razón. Allá voy -se dio la vuelta y empezó a agacharse para poder encajar en el suelo-. Echa un vistazo y asegúrate de que no nos ha visto nadie.
nick miró a su alrededor.
-No veo a nadie. La mayoría de la gente debe de estar cenando.
miley se acomodó en la manta azul.
-Adelante, vaquero.
Y así empezó. nick inspiró con fuerza y metió la marcha atrás. Había hecho muchas cosas salvajes en su vida, pero esa vez esperaba no haber mordido más de lo que podría tragar
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