¿Qué pasa? -la VOZ de Rhino sonaba ya enfadada-. ¿Está miley contigo?
-Sí, estoy aquí, Rhino. Ve al salón. Enseguida iremos.
nick terminó con rapidez en el cuarto de baño.
-¡Dios, lo siento, miley !
-No es culpa tuya.
-miley ya se había quitado el sujetador de brocado y se había puesto uno simple.
-Sí es culpa mía. Me encontré con ellos cuando venía para acá y quedé en jugar una partida de dardos.
Ella se dio la vuelta mientras se abrochaba el cierre delantero.
-¿Y por qué? No pensabas quedarte, ¿verdad?
-No.
-miley se puso pálida.
-Ibas a romper, ¿verdad?
-Bueno, sí iba a hacerlo, pero...
-No hace falta que me expliques más -le tembló la voz y se apartó de él.
-¡miley , maldita sea. Yo...!
-¡Vete! ¡Lo digo en serio, nick!
nick sintió un nudo en la boca del estómago.
-¿Qué quieres que les diga?
-Podrías empezar por la verdad. Ya no podemos inventarnos una historia a estas alturas. Nos han pillado, nick. No hay forma de que podamos salir de esto.
-¡Si la hay, maldita sea! Podríamos decir que estamos enamorados.
-miley- se puso una camiseta.
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