La abuela me miró con agradecimiento cuando llegué a la casa con mi maleta de viaje.
El abuelo no se veía tan mal como pensaba. Me recibió con un abrazo y me dejó subir mis cosas a la habitación que ocupé tantas veces. Sonreí ante los recuerdos. Pero eran eso, solo recuerdos de un capítulo ya cerrado de mi vida.
Habían pasado unos días desde mi llegada a Nashville. Liam ya me había hablado por teléfono para saludarme, como todos los días, al igual que Demi y mamá.
Era una tarde algo calurosa, aunque afuera se sentía el viento.
Estaba leyendo una nueva novela cuando escuché como alguien golpeaba la puerta.
Dejé mi libro en el sofá de la sala. La abuela había ido a dar un paseo con el abuelo. Disfrutaba de estos ratos de soledad. Me daban la tranquilidad suficiente como para desviarme de mi mundo y concentrarme en las historias que leía…
El golpeteo en la puerta volvió. Así que me apresuré, primero abrí la puerta de madera y sin mirar, abrí la puerta de enrejado que mantenía a los mosquitos fuera de la casa. Pero cuando subí la mirada me encontré con la imagen más impactante e inesperada que pude haber visualizado en todo mi vida.
EL estaba ahí.
Permanecía a unos centímetros de mí. Esta vez no era uno de mis sueños, tampoco uno de esos espejismos ni esas imágenes que solía evocar de mi memoria.
EL, el hombre que se llevó mis sueños el día en que se alistó en la armada del país.
Nick, Nick, Nick, Nick.
Su nombre resonaba como un eco en mi mente, como si estuviese dentro de una gran cueva sin salida. Nick. Tan real, tan hermoso como la primera vez que lo vi.
El estaba aquí.
Después de tanto tiempo había vuelto y mi corazón egoísta lo recibió con euforia.
Mis ojos recorrieron esos rasgos que amé durante tanto tiempo. Los labios, que deseaba mientras el dolor inmenso de la pérdida consumía mi interior como un incendio imparable. Sus ojos, la parte que más temía ver me observaban con la misma incertidumbre con que los míos lo recorrían.
Las pecas que adornaban sus mejillas. Y unos enormes músculos se notaban por debajo de su camiseta. Pero me di cuenta de que a pesar de que yo amaba cada parte de su él, Nick había cambiado en este tiempo.
No era el niño que me enamoró cuando éramos unos adolescentes comenzando a vivir. Este era el hombre que había luchado por su país, enfrentado bombas y disparos enemigos que amenazaban con acabar con su vida. Sus cejas se fruncían de puro desconcierto.
Era la imagen de mis sueños.
Que estaba haciendo aquí? Que lo había llevado a encontrarme? Miles de interrogantes pasaban por mi mente pero no era el momento de pensar, esto era la gloria, el paraíso y merecía ir al mismísimo infierno por pensar en el de ese modo.
Ninguno habló.
No existían palabras para este momento. Un simple "Hola" no encajaba y un beso no podía llenar el silencio, no esta vez…
El fue el que habló un rato después.
-Esto llegó por equivocación a mi casa -Dijo entregándome una carta dirigida al abuelo. -Aunque su exterior había cambiado, su voz seguía siendo la misma.
Extendí la mano para tomar la carta, nuestros dedos apenas se tocaron y Nick bajó la mirada, supe lo que veía…
Veía con detalle el enorme y costoso anillo de diamantes que gritaba por si mismo el compromiso con Liam. No dijo nada, pero por la forma en que frunció sus labios pude darme cuenta de cuan enojado estaba.
-Gracias -Dije apenas con un hilo de voz. Ehhh, quisieras -Me aclaré la garganta-Quisieras pasar?
El no dijo nada.
Pasó una mano por su cabello, despeinado como siempre.
Sabía que ahora mismo su cabeza estaba debatiendo si entrar o solo salir corriendo. Por supuesto que lo sabía. Lo conocía más que a mi misma.
Se movió tan ágilmente que en medio segundo estaba muy cerca de mí, por estar pensando en otras cosas no me fijé que Nick iba a pasar. Así que me quedé en la puerta mientras él pretendía entrar. Tonta, tonta, tonta. Nick y yo estábamos demasiado cerca, pero aun así lo sentía a miles de kilómetros de distancia.
Me aparté de la puerta y el entró, dándome la espalda. Puse mis manos en mi cara, quería gritar de impotencia. Por que tenía que volver ahora? Por que el destino era tan cruel?
Aun quedaban un par de horas para que mis abuelos volvieran. Estos paseos regulares eran largos.
-Haré un poco de café.
-No te gusta el café- Dijo Nick muy seguro
-Lo recuerdas.
El no dijo nada.
-Que tal una cerveza? - Pregunté esta vez.
-Eso estaría bien, aunque nunca antes te vi tomar una.
-Antes era menor de edad.
Fuimos a la cocina por un par de cervezas. Me senté ágilmente en la mesa que estaba en la cocina. Nick se recostó en la pared junto al refrigerador.
-Así que Liam Hemsworth. -Dijo sorprendiéndome.
-Mmm sí. Como te enteraste?- Quise saber.
-Como no saberlo? Todos hablan de eso.
-Ahhh, es un buen chico. -Es todo lo que pude decir.
-Comprendo -Dijo él empezando a sonreír.
-A que te refieres?
-Nada, es solo que, bueno al fin tus padres consiguieron lo que querían para ti.
-Nick.
- Vamos Miley! Es un Hemsworth! Es Liam Hemworth!!!
- Y tú eres Nicholas Jonas y yo Miley Cyrus. No entiendo tu punto.
-Mi punto es que consiguieron a tu hombre perfecto. Actor, de mucho, mucho dinero, y además todo el mundo lo conoce.
-No sabes lo que dices.
-Oh si, claro que lo sé.
Bajé la mirada en lugar de responderle de mala gana.
No quería hablar pero él continuó…
-Te apuesto lo que quieras a que tu padre lo conocía desde antes.
No dije nada.
-Ves? Demonios! Apuesto a que se comprometieron en 1 mes, quizás menos. Algo rápido verdad?
-Me estas diciendo que soy una fácil?
-No. Pero en esta situación...
-Suficiente, lárgate de mi casa!
Lo empujé mientras el se empezaba a reír en la puerta. Me jaló hacia él y la puerta se cerró.
-Opps-Dijo el.
-Idiota! Cerraste la puerta!
-Y por supuesto no tienes la llave.
-Cómo voy a entrar?
Le dirigí una mirada cargada de odio y el me despeinó el cabello antes de hablar.
-Ven, demos un paseo- me pidió.
domingo, 22 de mayo de 2011
CAP 17
chicas lo siento por no poner capi, estaba demasiada ocupada pero ahora les dejo dos capitulos largoosss =) espero que les guste.
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Me encontraba entre unos brazos nuevos, y mis labios se movían en torno a unos diferentes. Pero aun así me sentía a gusto. Liam era un gran hombre.
Papá había tenido razón, era un gran partido, así que cuando casualmente apareció en casa una noche para "hablar con papá" supe cual sería el desenlace.
Quería pasar el resto de mis días al lado de Liam? Quiero decir, porqué no?
Era realmente apuesto, con una buena familia, era actor, de mi edad y su familia prácticamente trabajaba junto a papá. Además, había pasado tanto tiempo, que había llegado la hora de rehacer mi vida.
Mi familia lo amó instantáneamente. Ésta noche -Un mes después de haberlo conocido aquella mañana- Demi, papá, mamá y yo saldríamos junto a la familia de Liam para celebrar el aniversario de sus padres. También estaría chris, el mejor amigo de Liam, y notable interés de mi hermana.
Todos, absolutamente todos estábamos bailando en la pista. La orquesta de Jazz hacia un gran trabajo animando a las personas. Había mujeres dando vueltas en el aire. Y muchísima alegría en el lugar. Liam me tomó de la mano y me llevó a la mesa para descansar un poco.
Tomó los tragos que el mesero nos trajo y me dio uno a mí.
Estaba sedienta después de bailar, así que tome dos tragos del whiskey como si fuese agua.
-Se que ha pasado poco tiempo-Dijo Liam- Pero ha sido el suficiente.
-De que hablas?
-Cariño, esto es importante. Sé que ha pasado un mes, pero estoy seguro de lo que siento por ti.
-Liam? -Dije, sin saber que planeaba.
-Miley, te amo. -Sostuvo mi mano izquierda- Y fuiste la primera en saberlo. Ya hablé con tu padre y no puede estar más feliz.
No tenía idea de que hablaba.
-Miley Cyrus –Dijo mi nombre, sabía lo que veía enseguida- Me harías el honor de ser mi esposa?
Decir que quedé estupefacta es quedarse corto, estaba congelada, paralizada en la silla. Mi corazón saltaba descontroladamente. Liam sacó el pequeño anillo de diamantes de la cajita de terciopelo y lo sostuvo justo al frente de mi dedo anular, esperando una respuesta para introducirlo o guardarlo de nuevo.
-Te casarías conmigo? -Repitió.
No sé si pasaron minutos o solo segundos pero grite -SIII!-. Con muchísima emoción, el puso el anillo en el lugar correcto y con sus dos manos atrajo mi cara para besarme. Mis manos estaban sobre las tuyas y cuando nos separamos las deje allí.
Esto no podía estar pasando, era irreal.
Por supuesto todos estaban al tanto, por eso habían venido a bailar aquí esta noche, y por eso, el señor Hemsworth, dueño de la gran mayoría de bancos en la región sureña, se subió al escenario y le dijo al público sobre nuestro compromiso. Estallaron aplausos y Liam me abrazó frente al bullicio.
Sí, esta sería la boda del año y yo era la protagonista.
Al llegar a casa aun estaba aturdida. Habían pasado demasiadas cosas esta noche, y solo el hermoso anillo de oro blanco y cientos de diminutos diamantes que enmarcaban al diamante mas grande del centro me ratificaba que no había estado soñando.
El teléfono sonó.
Demi atendió, y enseguida llamó a mamá.
Fui a la sala a ver que pasaba. Mamá sonaba preocupada.
Cuando terminó la llamada nos habló.
-El abuelo se cayó esta tarde, pero ya está mejor. Le mandaron algunos medicamentos, pero aun así le duele el brazo. Tuvo una fractura en la mano, y va a durar algún tiempo enyesado. La abuela dice que puede sola pero no estoy segura. Selena vive cerca con Kevin pero ya va por su octavo mes de embarazo y no puede ayudar a la abuela en todo. No se si irme a Nashville ya mismo o mañana por la mañana.-Dijo mamá algo alterada por la noticia.
-No te molestes, yo iré-Dije sin apenas pensarlo
-Miley, tu estas con los preparativos de la boda.
-Mamá, la boda no será mañana, apenas acabo de comprometerme. Él entenderá… Demi está en la escuela, yo ya terminé, y solo estoy comenzando con eso de la escritura. Tú tienes que cuidar de ellos, además, solo estaré hasta que el abuelo se recupere.
Por supuesto Liam -Mi encantador prometido- comprendió, así que por la mañana me subí a mi auto y conduje hasta mi destino.
En realidad no sólo iba a ver a mi abuelo. Iba en busca de algo más.
Así que ahí estaba otra vez. En camino a nashville después de 3 años.
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Me encontraba entre unos brazos nuevos, y mis labios se movían en torno a unos diferentes. Pero aun así me sentía a gusto. Liam era un gran hombre.
Papá había tenido razón, era un gran partido, así que cuando casualmente apareció en casa una noche para "hablar con papá" supe cual sería el desenlace.
Quería pasar el resto de mis días al lado de Liam? Quiero decir, porqué no?
Era realmente apuesto, con una buena familia, era actor, de mi edad y su familia prácticamente trabajaba junto a papá. Además, había pasado tanto tiempo, que había llegado la hora de rehacer mi vida.
Mi familia lo amó instantáneamente. Ésta noche -Un mes después de haberlo conocido aquella mañana- Demi, papá, mamá y yo saldríamos junto a la familia de Liam para celebrar el aniversario de sus padres. También estaría chris, el mejor amigo de Liam, y notable interés de mi hermana.
Todos, absolutamente todos estábamos bailando en la pista. La orquesta de Jazz hacia un gran trabajo animando a las personas. Había mujeres dando vueltas en el aire. Y muchísima alegría en el lugar. Liam me tomó de la mano y me llevó a la mesa para descansar un poco.
Tomó los tragos que el mesero nos trajo y me dio uno a mí.
Estaba sedienta después de bailar, así que tome dos tragos del whiskey como si fuese agua.
-Se que ha pasado poco tiempo-Dijo Liam- Pero ha sido el suficiente.
-De que hablas?
-Cariño, esto es importante. Sé que ha pasado un mes, pero estoy seguro de lo que siento por ti.
-Liam? -Dije, sin saber que planeaba.
-Miley, te amo. -Sostuvo mi mano izquierda- Y fuiste la primera en saberlo. Ya hablé con tu padre y no puede estar más feliz.
No tenía idea de que hablaba.
-Miley Cyrus –Dijo mi nombre, sabía lo que veía enseguida- Me harías el honor de ser mi esposa?
Decir que quedé estupefacta es quedarse corto, estaba congelada, paralizada en la silla. Mi corazón saltaba descontroladamente. Liam sacó el pequeño anillo de diamantes de la cajita de terciopelo y lo sostuvo justo al frente de mi dedo anular, esperando una respuesta para introducirlo o guardarlo de nuevo.
-Te casarías conmigo? -Repitió.
No sé si pasaron minutos o solo segundos pero grite -SIII!-. Con muchísima emoción, el puso el anillo en el lugar correcto y con sus dos manos atrajo mi cara para besarme. Mis manos estaban sobre las tuyas y cuando nos separamos las deje allí.
Esto no podía estar pasando, era irreal.
Por supuesto todos estaban al tanto, por eso habían venido a bailar aquí esta noche, y por eso, el señor Hemsworth, dueño de la gran mayoría de bancos en la región sureña, se subió al escenario y le dijo al público sobre nuestro compromiso. Estallaron aplausos y Liam me abrazó frente al bullicio.
Sí, esta sería la boda del año y yo era la protagonista.
Al llegar a casa aun estaba aturdida. Habían pasado demasiadas cosas esta noche, y solo el hermoso anillo de oro blanco y cientos de diminutos diamantes que enmarcaban al diamante mas grande del centro me ratificaba que no había estado soñando.
El teléfono sonó.
Demi atendió, y enseguida llamó a mamá.
Fui a la sala a ver que pasaba. Mamá sonaba preocupada.
Cuando terminó la llamada nos habló.
-El abuelo se cayó esta tarde, pero ya está mejor. Le mandaron algunos medicamentos, pero aun así le duele el brazo. Tuvo una fractura en la mano, y va a durar algún tiempo enyesado. La abuela dice que puede sola pero no estoy segura. Selena vive cerca con Kevin pero ya va por su octavo mes de embarazo y no puede ayudar a la abuela en todo. No se si irme a Nashville ya mismo o mañana por la mañana.-Dijo mamá algo alterada por la noticia.
-No te molestes, yo iré-Dije sin apenas pensarlo
-Miley, tu estas con los preparativos de la boda.
-Mamá, la boda no será mañana, apenas acabo de comprometerme. Él entenderá… Demi está en la escuela, yo ya terminé, y solo estoy comenzando con eso de la escritura. Tú tienes que cuidar de ellos, además, solo estaré hasta que el abuelo se recupere.
Por supuesto Liam -Mi encantador prometido- comprendió, así que por la mañana me subí a mi auto y conduje hasta mi destino.
En realidad no sólo iba a ver a mi abuelo. Iba en busca de algo más.
Así que ahí estaba otra vez. En camino a nashville después de 3 años.
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