sábado, 27 de noviembre de 2010

CAP 76

nick hubiera deseado que los hermanos Blakely hubieran empezado a vapulearlo en cuanto desaparecieron de la vista de miley. Una bonita pelea hubiera sido mejor a lo que estaba pasando en el Ore Cart.
Se sentía abotargado, lo que era otra razón para preferir sentir algo, al menos saber que estaba vivo. Pero no la empezaría él. Debería sentir un profundo dolor por haber perdido a miley, pero el dolor no había empezado todavía.
-Te toca -dijo Hammer, que acababa de arrancar los dardos del tablero y se los pasó con las puntas hacia afuera.
nick los tomó y miró a Hammer con estoicismo cuando una de las puntas se le clavó en la palma.
-¡Ah! ¿Te clavé el dardo? Lo siento.
-No te preocupes.
-Vigila donde pone los pies -dijo Dozer-. Un tipo como él podría pasarse la raya para sacar ventaja.
-No dejo de vigilarlo -dijo Rhino.
nick apretó la mandíbula y tiró los dardos. Sentía que los hermanos lo estaban probando, intentando que se desplomara, si los retaba empezando una pelea o abandonando el bar, habría perdido su amistad para siempre. Si se quedaba y aguantaba, con el tiempo lo perdonarían.
Por desgracia estaba empezando a ganar la partida. Tirar dardos le estaba sentando de maravilla, aunque hubiera preferido estar en un campo de fútbol.
A propósito, desafinó la puntería en el lanzamiento
-¡Eh, playboy! -exclamó Dozer-. Estás perdiendo la concentración.
-No me extraña -se mofó Rhino- El chico tiene muchas cosas en la cabeza. No me extraña que lleve todo el verano perdiendo al póquer.
-Todavía no puedo creerlo -esa vez fue Tim, que de todos los hermanos parecía más dolido que enfadado- No puedo creer que jugaras todos los miércoles con nosotros como si tal cosa.
-Te hace perder la confianza en los amigos, ¿verdad?
Esa vez fue Hammer el que soltó la pulla.
nick tiró su último dardo en medio de la diana y se dio la vuelta para enfrentarse a los hermanos. Al mirarlos, le asaltó la pena. Nada volvería a ser lo mismo.
-Lo siento -dijo con suavidad.
Ellos le devolvieron la mirada en silencio hasta que habló Tim.
-¿Te habrías casado con ella si no fuera a irse a Nueva York?
nick no vio nada malo en decir ya la verdad.
-Sí.
Rhino lanzó un bufido de impaciencia.
-Y entonces, ¿por qué diablos no haces que se quede?
-No creo que pueda.
-Podrías -dijo Rhino-. Ella puede aparentar que es una de esas mujeres que se divierten con lo primero que encuentran y después se olvidan, pero no lo es. Siempre pensamos que se enamoraría hasta el alma del primer chico con el que hiciera el amor, porque no es del tipo de las que se toman el sexo con ligereza, por mucho que ella diga. Esa es la principal razón por la que la hemos estado protegiendo todo el tiempo. Podría quedar destrozada si cayera con el tipo equivocado.
-Quizá yo sea el tipo equivocado.
Hammer apuró su jarra de cerveza y la posó en la barra con un fuerte golpe.
-Quizá. No creas que me vuelve loco tener a un mentiroso hijo, de perra por cuñado.
-No, él no nos ha mentido exactamente -lo defendió Tim.
-No, se trata más de traicionar la confianza de los amigos. Eso no es bueno, pero te digo que es probable que miley haya perdido el corazón por ti. Creo que debes convencerla de que se quede en casa y se case contigo,nick. Es la única solución -aseguró Rhino.
nick consideró la idea y, por un instante, la esperanza brilló en su corazón. Sabía que miley lo amaba. Si siquiera le hubiera dado una sola indicación de que realmente no quería ir a Nueva York... Pero no lo había hecho.
Dio un largo sorbo.
-Tienes razón. Pero no creo que pueda hacerlo. Toda su vida me ha hablado de dejar este pequeño pueblo detrás y experimentar la excitación de vivir en una gran ciudad. Siempre me culparía por no haber realizado su sueño.
Él lo sabía muy bien. A pesar de lo mucho que quería a sus padres, no conseguía borrar cierto resentimiento cuando pensaba en cómo lo habían atrapado en el rancho.
-Maldición. Tienes algo de razón -Rhino miró al suelo-.Odio esto. Si fueras otro tipo, lo pasaría de maravilla rompiéndote la cara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario