lunes, 30 de agosto de 2010

CAP 67

El verano pasó con demasiada rapidez para el gusto de miley. Por cada forma creativa de hacer el amor que a ella se le ocurría, nick aparecía con una propia. miley sugirió pasar un día en nashville donde nadie los conocía y se pasaron el día entero en la cama de un motel. La siguiente vez, nick la llevó en la avioneta a arizona , donde siguieron el arroyo de una montaña e hicieron el amor en un campo lleno de margaritas bajo el brillante cielo azul.
Las intensas horas que pasaba con nick parecían pintadas de brillantes colores mientras que el resto de sus actividades rutinarias se le hacía gris. Ni siquiera los planes de la fiesta de sus padres le parecían muy reales porque no podía contarles a sus seres queridos lo más importante y significativo que le había pasado ese verano, que se había enamorado perdidamente de nick.
Y deseaba contárselo al mundo entero. Sobre todo se moría por confiar en su madre y poder hablar de nick delante de sus cuñadas como ellas hablaban de sus maridos.
nick parecía tan involucrado con ella como ella con él, pero ni una palabra de compromiso había salido de su boca. Durante los ardientes días estivales compartieron todo, menos un futuro. Y aunque compartir el secreto con nick le había parecido esencial al principio, ahora estaba harta. Pero a menos que él aceptara, no podía contárselo a nadie. Y eso le dolía en el alma.

Hacia la primera semana de agosto, nick había llegado a la dolorosa conclusión de que debía romper con miley . Debería haber acabado su relación mucho antes, de hecho. Era evidente que él era bueno para la cama, pero no lo bastante bueno como para que miley considerara cambiar sus planes profesionales ni para que el mundo supiera su relación. Había intentado ver si su decisión de irse vacilaba, pero no había notado ninguna señal.
Mientras se dirigía a su casa para otra noche de pasión, maldijo para sus adentros. Si no podía considerar el sexo con ella como un rápido revolcón en el heno para olvidarse en cuanto se hubiera ido, sería mejor cortar cuanto antes.
De hecho, eso sería lo que haría. Y esa misma noche. No haría el amor con ella a pesar de lo que le costara. Su cordura estaba en juego.
Entraría en su casa y le diría que aquella actividad le estaba robando demasiado tiempo y tenía que ponerse al día con los papeles del rancho, lo que en parte era cierto.
Llegó al único semáforo del pueblo cuando se puso rojo y, a pesar del ser el único coche en llegar al cruce, se detuvo. Mientras esperaba por el verde, un claxon pitó tras él.
Al mirar por el retrovisor vio a Rhino con Hammer. nick alzó la mano para saludarlos y Rhino salió de la furgoneta y se acercó a la ventanilla de nick .
-¿Qué tal? -saludó nick al bajar el cristal.
-Joan y Deena se han ido al cine y a Hammer y a mí nos apetecía echar una partida de dardos. ¿Qué dices?
nick vaciló sólo un segundo. Si tenía algún sitio al que ir le costaría menos cortar con miley .
-De acuerdo, pero tengo que pasar por casa de miley unos minutos, así que estaré allí en una media hora.
-Estupendo. Ya lo tienes en verde.
nick arrancó y pensó que el destino debía haber llegado en forma de Rhino y Hammer. Si acababa con miley esa noche, sus hermanos nunca descubrirían las actividades que habían tenido lugar delante de sus narices. Y ella también necesitaría un tiempo para recuperarse antes de ir a Nueva York. Podía no darse cuenta todavía, pero también lo pasaría mal intentando olvidar lo que habían compartido ese verano.
Durante el resto del camino hasta casa de miley , se repitió todas las razones para terminar su aventura. Todas eran buenas razones y, sin embargo, se sentía como si le hubieran tirado una carga de cobre sobre el pecho. Saber que nunca volvería a hacer el amor con miley le resultaba insoportable. Tenía que ser fuerte.

viernes, 20 de agosto de 2010

CAP 66

Y eso fue lo que hicieron, improvisar aunque chapotearon, se salpicaron y rieron hasta que él la tuvo en la posición deseada. Entonces,nick la tomó en brazos antes de que terminaran los estertores de placer y le hizo el amor de nuevo en la manta con los cuerpos todavía mojados. miley nunca había sentido una libertad tan triunfal. Se sentía ligera, sutil y capaz de todo. Se retorcieron en la manta y alternaron las diferentes posiciones para conseguir el placer más increíble.
miley estaba segura de que nick estaba disfrutando. Sus murmullos así se lo indicaban y, cuando su tono se hizo ronco, supo que estaba al borde del límite. Cuando por fin él se rindió a la pasión, lo abrazó con fuerza y absorbió los fuertes temblores de su cuerpo. No podía imaginarse vivir sin aquello, vivir sin él. Quizá si lo amara lo suficientemente bien durante el resto del verano, nick comprendería que tampoco podía vivir sin ella.

CAP 65

Ella no creía que una mujer debiera sacrificar su carrera por ningún hombre y sin embargo, eso era exactamente lo que deseaba hacer.
Sabía que nick nunca dejaría tenesse mientras sus padres lo necesitaran, o sea que cualquier mujer que quisiera estar con él tendría que quedarse en el pueblo. Y ella quería estar con nick, hacer el amor, reírse y jugar con él y tener hijos con él.
Sobre todo tener hijos y hacer el amor como lo hacían pero sin usar protección. Pero por otra parte su sueño había sido explorar una gran ciudad, hacer viajes exóticos y tener muchos amantes. Y cuando se cansara de todo aquello, sentaría la cabeza y formaría una familia, probablemente allí mismo, en tenesse.
Pero ahora todos aquellos sueños le parecían vacíos y solitarios. ¿Qué sentido tenían si no podía estar con nick? Casi preferiría quedarse y llevar la vida de una ranchera antes de perderlo.
Pero nick tampoco se lo había pedido. Nunca le había dado ninguna señal de que pensara en ella en aquellos términos. No actuaba como si estuviera preparado para asentarse y formar una familia.
Entonces, le acarició la cadera.
-¿En qué estás pensando?
-miley decidió una verdad a medias.
-Que es una pena que me vaya a Nueva York a finales de agosto.
El la apretó más.
-¿Porque esto es divertido, quieres decir?
-Sí.
Más que divertido; se había unido a él con alma y cuerpo, pero no se atrevía a decírselo.
-Sí, es divertido, pero casi es mejor que tengamos un límite de tiempo. No podríamos mantener el secreto si durara mucho más.
-Cierto.
Quizá él estuviera contento con aquel secreto para poder mantener la amistad intacta con sus hermanos. La única forma en que consentirían que miley y nick tuvieran relaciones sexuales sería si estuvieran casados, y no parecía que nick quisiera el matrimonio de momento.
-¿Lista para bañarnos desnudos?
-miley se dio la vuelta hacia él.
-¿Seguro?
nick le dio un rápido beso.
-Claro. Estamos calientes y pegajosos y nos sentará bien. Además, es parte de tu educación.
-nick , no creo que podamos hacer el amor en medio del río.
-¿Por qué no? ¿Porque no viene en tu libro?
-Porque no tendremos ningún bolsillo donde guardar un preservativo.
-Vamos, no es la única forma. Verás lo que pasa cuando estés desnuda hasta la altura de los muslos. Ya improvisaremos.
Le había despertado la sensualidad de tal manera que la convenció con facilidad de que aceptara al río como amante. Manteniéndola sujeta, sumando sus propias caricias a las del río, dejó que la corriente la acariciara de forma íntima llevándola a un crescendo de sensaciones. En el momento del alivio, miley no pudo decir si era el agua burbujeante o las manos de nick lo que la había llevado al límite. La excitación la asaltó. Aquello era otra de las cosas que le encantaban de nick. Cada vez que ella sugería algo nuevo, él usaba también su imaginación para sorprenderla.

CAP 64

El deseo lo invadió cuando la encontró húmeda y preparada. Sin embargo, se contuvo deslizando la mano por su cintura para descender y masajear el duro botón para que aumentara su excitación. Con un pequeño grito que fue casi una súplica, MILEY alzó las caderas y él ya no pudo contenerse más y se deslizó con suavidad en ella.
Y por segunda vez en su vida sintió una sensación de conexión increíble, incluso mayor que la primera vez. Y con ello, un impulso que nunca había conocido, el de vaciarse dentro de aquella mujer y verla redondearse con su hijo.
Pero sabía que eso no era posible; se había puesto un preservativo. Con un bramido de placer mezclado con una profunda frustración, se retiró y embistió con más fuerza golpeándola con los muslos. Ella murmuró palabras de ánimo y nick aumentó el ritmo mientras el rincón del río se inundaba de los sonidos y aromas de su acoplamiento. Los dos quedaron empapados de sudor bajo el caliente aire de la noche mientras los golpeteos de sus cuerpos se aceleraban y se hacían más fuertes. Sus gemidos y suaves gritos se mezclaron con las llamadas de las criaturas nocturnas, el viento en los árboles y el gorgoteo del arroyo.
-miley se comprimió contra él un momento antes de verse sacudida por las convulsiones. Sus ondulaciones lo volvieron loco y supo que aquél era el momento de plantar su semilla. Gritando su nombre y apretándola para que lo recibiera, la danza de acoplamiento que lo había conmovido hasta el alma llegó a un poderoso final.


miley permaneció tendida en la manta con la espalda protegida por el cuerpo de Joe preguntándose cómo se habría creado aquel problema tan terrible. Se había enamorado loca, apasionada y desesperadamente de su mejor amigo. Lo que había empezado como un juego de liberación para ella se había convertido en lo más importante de su vida.

CAP 63

Hacer el amor. Se le contrajo la garganta al enfrentarse a la verdad: hacer el amor era exactamente lo que había estado haciendo con ella, quizá por primera vez en su vida. Pero para MILEY aquello podría ser sólo un paso más en la iniciación a los placeres que un día compartiría con otro hombre. Y él tenía que proteger su corazón.
-Ya veo que te has traído tu manual -dijo intentando mantener el tono ligero.
-Dijiste que querías verlo.
-¡Oh, sí! -aseguró aunque la técnica era lo que menos le importaba en ese momento.
Se inclinó y extendió la manta en la arena. miley se estiró en ella mientras él empezaba a quitarse la ropa con manos temblorosas sin poder dejar de mirarla. Era como una diosa de la naturaleza. Nunca hubiera podido imaginar que su rincón secreto se podría convertir en un sitio tan seductor.
El domingo por la noche ella le había cautivado con las sábanas de satén y la habitación teñida de rosa, pero había algo más salvaje en la escena que tenía delante. No muy lejos, un par de coyotes aullaron quizá apareándose a la luz de la luna. El sonido despertó unos instintos tan básicos, que haría bien en ignorar.

-Coyotes -comentó miley . Suenan tan... primitivos.
nick ya había acabado de quitarse la ropa y metió la mano en el bolsillo de los vaqueros. Notó un tono de urgencia en la voz de ella y se arrodilló en la manta con el corazón desbocado. Sólo estaban jugando, se dijo a sí mismo. Sería una locura tomarlo en serio.
-Entonces, profesora, ¿qué quieres intentar?
Ella abrió el libro y se apartó un poco para que la luz de la luna iluminara la página.
-Esto.
Los coyotes aullaron de nuevo mientras nick contemplaba el dibujo en blanco y negro de una pareja apareándose como todas las criaturas de la naturaleza. Contuvo el aliento sabiendo que aquello era lo que había llenado su imaginación al escuchar sus aullidos pero sin imaginarse que ella querría hacer una cosa así. Pero Dios.. amarla de aquella manera con los sonidos de la noche rodeándolos... se moría de deseo.
La miró y sintió un temblor. Aquel apareamiento primitivo sería de gran importancia para él, pero para ella podría ser una experiencia rara.
-¿Estás segura?
-miley cerró el libro despacio y rodó sensualmente sobre el estómago. Antes de que nick se diera cuenta de lo que estaba haciendo, se había alzado con las rodillas y las manos ofreciéndole su redondo trasero en la invitación ancestral de una hembra ante su macho elegido.
Su cuerpo no podía negarse. La sangre le hervía y una necesidad salvaje lo asaltaba. Agarrándola por las caderas, se colocó detrás de ella. Un bramido gutural se le escapó de la garganta mientras luchaba por contener el deseo de sumergirse en ella hasta lo más hondo. En vez de hacerlo, entró con suavidad para no asustarla.

CAP 62

Ir montado a caballo en sus condiciones no era lo más inteligente del mundo, comprendió NICK al bajar por el sendero, pero tardarían demasiado en llegar andando hasta el río.
La luna iluminaba el camino y mostraba una excitante imagen de miley balanceando las caderas al compás del trote de Péppermint Patty. Cuando doblaron un recodo y la vio de perfil, se convenció de que no llevaba sujetador.
Y entonces se quitó la camiseta. nick apenas podía creer en lo que estaba viendo y se preguntó si no estaría teniendo una potente fantasía.
Un momento más tarde, la camiseta salió volando en dirección a él y la agarró apenas a tiempo de que no cayera al suelo.
miley se volvió en la silla y nick vio una impresionante imagen de sus senos bañados por la luz de la luna.
-¿Qué estás haciendo?
Incluso con la distancia, la provocación de su sonrisa era evidente.
-Poniéndote caliente.
-iYa estoy caliente!
Retorciéndose en la silla, para ser más exacto. Jadeando, agitándose y muriéndose por aliviar aquella agonizante necesidad de estar en lo más profundo de ella.
-Entonces más caliente.
-¡Maldita sea, miley!
Su camiseta estaba impregnada del olor de su colonia y de algo aún más erótico, el aroma de miley excitada y lista para el amor. La apretó en un puño y se la llevó a la nariz. Oh, Dios... aquel aroma.., el recuerdo de estar echado entre sus muslos saboreándola lo asaltó de forma febril.
-¿Por qué huele tu camiseta tan... bien?
-Un pequeño truco que he leído en uno de los libros.
-¿Qué truco?
-Oh, se trata de buscar una forma de mandarle tu... propio perfume especial a tu amante. Dicen que funciona mejor que el aroma de cualquier colonia.
Él la miró encendido de deseo.
-Puede que tengan razón. No llevas bragas debajo de los pantalones, ¿verdad?
-No.
-Entonces te has quitado la camiseta y la has puesto...
-En un sitio muy especial y después te la he tirado. ¿Sabes? El movimiento del caballo es muy... agradable.
miley lanzó un gemido.
-Ten piedad de mí, miley Soy un hombre desesperado.
-El libro dice que la anticipación lo es todo.
-Sí y también te mata.
nick escuchó el gorgoteo del río. Ya casi habían llegado y los caballos se dirigieron a la conocida orilla. Bajó la mano, sacó la manta de la bolsa de la silla y metió allí la camiseta. No tenía intención de perder el tiempo en cuanto llegaran al río.
miley condujo a Péppermint al lado del árbol y desmontó al instante. Su imagen quedaba tapada por la yegua mientras nick desmontaba con la manta. Pero en cuanto salió de detrás del lomo del caballo, a él se le cayó la manta al suelo. ¡Estaba desnuda!
-¿Se acerca esto a tu fantasía? -murmuró ella.
Mientras la miraba bañada en luz plateada como una ninfa de un cuento de hadas, la garganta se le secó de deseo.
-Va mucho más allá -susurró con voz ronca-. No creo que pudiera soñar con algo tan hermoso y ni siquiera estoy seguro de que seas real.
-tocame que soy real -se acercó a él por la arena y Joe vio que llevaba un libro en la mano-. Y quiero hacer el amor contigo, nick.

CAP 61

Apartó aquella idea para no arruinar la noche, que era preciosa. La luna descansaba justo tras las montañas creando un brillo alrededor de la familiar silueta. En cualquier momento, emergería tras las montañas. NICK esperaba que miley llegara antes de que sucediera para poder verlo con ella.
A nick siempre le había gustado compartir cosas como aquélla con ella porque era muy apasionada ante la belleza que la rodeaba. Debería haberse imaginado que pondría pasión en cualquier cosa que hiciera, sobre todo en hacer el amor. La pasión y la curiosidad eran una combinación potente. Se preguntó si llevaría alguno de sus libros.
El sonido del coche aparcando tras el establo le aceleró el pulso.miley apareció por la esquina justo cuando la luna asomaba su perímetro.
-Ven a ver la luna -dijo nick . Ella aceleró el paso.
-Esperaba llegar a tiempo -llegó a su lado y apoyó las manos en el poste de la valla para contemplar el cielo-. ¡Uau!
El aire se inundó de su aroma y a nick se le aceleró el corazón ante la idea de abrazar su suave cuerpo de nuevo. Se moría por paladear aquellos labios aunque no se atrevía a besarla allí porque sus padres podrían aparecer en cualquier momento.
-¿Qué tal la partida de póquer?
-Perdí todas las manos.
-¡nick! -se dio la vuelta para mirarlo-. Eso es muy raro. Si sueles ganar siempre...
-Pues tus hermanos se pusieron muy contentos. Querían saber el nombre de la chica que me tenía tan distraído para poder darle las gracias. Se imaginaron que era lo único que podía volverme tan inútil con el juego.
-Pero no era yo el problema, ¿verdad? Era tener que enfrentarte a mis hermanos después de haber hecho el amor conmigo.
-Supongo -dijo, aunque no muy seguro.
-¿Y qué les dijiste?
-Nada. Sólo los dejé especular.
-¿Crees que descubrirán lo nuestro?
-Preguntarán por ahí, pero no creo que nadie piense en ti. Creo que hasta si nos vieran besarnos en el parque a plena luz del día, pensarían que era un beso fraternal.
-¿Tienes ganas de besarme ahora?
Joe miró a la luna.
-Sí.
-¿Y de más que besarme?
A Joe se le contrajeron las entrañas.
-Sí.
-Te lo preguntaba porque pareces muy frío y contenido. ¿No eras tú el que me decía que reconociera que te deseaba tanto que no podía ni pensar con claridad?
Él la miró y al ver la preciosa cara plateada por la luz de la luna y los ojos brillantes como ascuas, se volvió loco por saborearla de nuevo.
-Te deseo tanto, que no puedo pensar con claridad.
-Entonces, ¿qué estamos haciendo aquí mirando a la luna?
- Eso mismo pensaba yo -se apartó de la valla-. Vamos.

cap 60

miley sintió unas repentinas ganas de hacer una diablura y le dirigió una mirada lánguida a nick.
-Aunque me encantaría aprovecharme de ti, éste es mi favorito.
Entonces pasó la lengua por el borde del cucurucho.
nick la miró con sorpresa.
-Así, si lames la parte de arriba, puedes sorber todo el helado -dijo, demostrando su técnica sin dejar de mirar a nick.
Él siguió mirándola, agarrado al mostrador con tanta fuerza, que los nudillos se le pusieron blancos.
-¿Señor Jonas? ¿Sabe ya lo que va a tomar?
nick no apartó la mirada de miely .
-Ah, sí. Lo mismo que ella.
-Ya va.
-No puedo creer que estés haciendo esto -susurró.
-¿Comer un helado? -sonrió con inocencia-. Eso es lo que hace todo el mundo en el Creamy Cone.
-Pero no de esa manera.
-Exactamente de esta manera. He comido millones de helados así.
-Pero no justo después de...
-miley bajó la mirada a la altura de su cintura y se sintió halagada por el ligero bulto.
-No sé de qué estás hablando.
-Oh, claro que lo sabes. Tienes suficiente imaginación -dijo nick en voz baja-. Te encanta torturarme, ¿verdad?
-Estamos empatados. Tú disfrutaste jugando cuando entramos, aparentando hacer el tonto con Kimberly.
-Eso era .......
-Señor Jonas. Aquí tiene su helado. Ah, las otras señoras dijeron que pagaría usted toda la cuenta.
-Sí, sí.
Le costó un gran esfuerzo apartar la mirada de miley y concentrarse en sacar los billetes para pagar y guardar la cartera.
-Si hubiera sabido lo que ibas a hacer con él, no te habría invitado.
-Lo justo es lo justo.
Mucho más contenta que cuando había pensado en su posible matrimonio, miley se alejó hacia la mesa.

nick jugó de forma pésima al póquer al día siguiente y los hermanos cyrus le tomaron el pelo acerca de su última conquista e insistieron en saber su nombre
Su última conquista. Se rió ante la ironía mientras metía una manta y dos toallas en la silla de montar el jueves por la noche para su paseo con miley . Más bien, era miley la que lo había conquistado a él. Le daba miedo poner nombre a lo que estaba sintiendo por ella, pero no se la podía quitar de la cabeza ni un solo minuto y aquello no era buena señal.

Ninguna mujer le había enganchado con tanta rapidez. Quizá fuera todo lo que había leído o quizá tuviera talento natural para excitar a un hombre. En cualquier caso, sus instintos no tenían nada que envidiar a una conejita del Play Boy y eso que no tenía experiencia nada más que con él. Eso le gustaba. Y le gustaba demasiado teniendo en cuenta que la situación cambiaría. En Nueva York vivían más hombres que en todo tenesse y miley tendría muchas oportunidades de encontrar al menos a uno que le gustara.

martes, 17 de agosto de 2010

AVISO Y ACLARACION

HOLA CHICAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS SE LOS AGRADESCO DE CORAZON , PERO ALGO ME HIZO SENTIR UN POKITIN TRISTE YA QUE HAY UN COMENTARIO "CRITICA" BUENO YO SE QUE LAS CRITICAS SON PARA MEJORAR , YO SIENTO QUE ESTOY HACIENDO BIEN ESTA NOVELA Y SI NO LES GUSTA SOLO DIGANMELO PARA CAMBIAR ALGUNAS COSAS POR QUE LA NOVELAS ES PARA USTEDES
REFERENTE A LO QUE LA NOVELA ES PARA ADULTOS , CLARO QUE ES PARA ADULTOS POR ESO ES HOT PERO CADA QUIEN TIENE LIBERTAD PARA LEER LO QUE A UNO LE GUSTA
YO POR EJEMPLO NO SOY MAYOR DE EDAD TENGO 17 AÑOS Y NO TENGO NINGUN PROBLEMA EN HACER ESTA NOVELA YA QUE ME GUSTA LA PAREJA QUE HACE NICK JONAS Y MILEY CYRUS Y LEO MUCHAS OTRAS QUE ENCUENTRO EN LA WEB QUE SON MUY BUENAS UNA QUE OTRAS SON HOT PERO ESO NO CAMBIA EN NADA EL MODO DE PENSAR.

A TOOOOODDDDASSSS LAS CHICAS QUE COMENTAN Y LEEN EN ESTE BLOG LAS QUIERO MUCHISIIMOOO PORQUE SE QUE GRACIAS A USTEDES ME SIENTO MUY CONTENTA AL LEER SUS COMENTARIOS

POR OTRO LADO COMO MENCIONE AL PRINCIPIO ENCONTRE DOS COMENTARIOS CRITICOS QUE YA LOS ACLARE UNO REFERENTE A LO QUE LA NOVELA ES PARA ADULTOS Y EL OTRO SI ESTOY ESCRIBIENDO BIEN LA NOVELA ,BUENO LO UNICO QUE LES PUEDO DECIR ES QUE USTEDES SON LA QUE LO LEAN Y COMO YA DIJE CUALQUIER COSA QUE NO LES GUSTE DE LA NOVELA SOLO DIGANMELO Y LO MEJORARE OK

MUCHAS GRACIAS POR TODO AHH Y ANTES QUE ME OLVIDE LA NOVELA PURA TENTACION TIENE TODAVIA PARA RATO SOLO ME REFERIA QUE YA ESTOY ESCRIBIENDO OTRA PARA CUANDO TERMINE LA PRIMERA Y ESTABA PENSANDO EN PONER A SELENA GOMEZ COMO UN TIPO DE VILLANA , NO SE SI LE GUSTE LA IDEA O A OTRA PERSONA EN VEZ QUE ELLA ????SOLO DIGANMELO SIIIN =D

BYE
CUIDENSE
BESOS Y ABRAZOS

viernes, 13 de agosto de 2010

CAP 59

Has tenido suerte de que no esté aquí él, porque hubiera pedido el Terremoto.
-Si hubiera estado él, no habría invitado.
-Sarah y yo iremos enseguida -dijo Joan-. Mauro, vete tú con los demás para poder hablar con Sarah en privado.
-Vamos, Mauro -dijo Cindy estirando la mano.
A MILEY siempre le había gustado la forma en que los miembros de su familia aceptaban la responsabilidad de todos los niños, no sólo de los propios. Un nieto de los cyrus tenía una buena cantidad de modelos adultos, y todos bastante buenos.
-Vamos, pequeña -dijo miley ajustándose a Kimberly contra la cadera-. Me apetece uno de vainilla con gotas de chocolate.
-Ése es mi favorito -dijo nick acercándose a su lado para inclinarse y revolverle los rizos dorados a la niña-. ¿Cómo está Kimmy hoy?
-¡Tío nick! Me estás despeinando.
-Pero si ya tienes el pelo despeinado de la piscina.
La niña se rió.
-Sí.
-miley se preguntó si nick habría notado que le había rozado un seno al tocar a la niña y, de repente, le dio vergüenza llevar el pelo despeinado y los pantalones arrugados. Hasta unos días atrás, nunca se había preocupado de su aspecto delante de nick . Ahora hubiera deseado al menos haberse peinado.
-Todos estamos un poco despeinados hoy.
-Está bien -dijo nick acercándose a pellizcar a Kimmy en la nariz-. Me gusta que mis chicas estén despeinadas.
Esa vez, sí estuvo segura de que él también había notado que la había rozado. nick mantuvo abierta la puerta abierta para ella y su aroma masculino se le subió a la cabeza. nick llevaba puesta una camiseta y vaqueros y estaba más sexy de lo que cualquier hombre tenía derecho a estar. miley hizo un esfuerzo por que sus cuñadas no notaran su reacción a él.
-¿O sea que te has tomado un descanso y te has escabullido del rancho para tomar un helado? ¡Vaya trabajo serio debes tener, Jonas!
-No tanto como el tuyo -dijo él-. Dedicándote todo el día a bañarte mientras yo me he partido el trasero arreglando una valla.
Kimberly asomó por detrás de la espalda de miley para mirar a Joes y se rió.
-No tienes el trasero roto, tío nick .
Eso seguro, pensó miley al recordar los magníficos músculos y la forma en que se tensaban cuando... Territorio peligroso, pensó. Acabaría sonrojándose y eso era algo que nunca hacía en presencia de nick . Se puso a la fila del mostrador detrás de Cindy y Mauro, y nick se acercó detrás de ella, su presencia tan evidente como si la estuviera tocando.
Kimberly miró a nick por detrás de miley.
-Cuando sea mayor, voy a casarme contigo.
-Eso me convierte en un hombre afortunado.
-miley se estremeció al imaginarse aquellas palabras en otro contexto diferente al de una niña pequeña.
-Eso si no me caso con Buddy, de mi escuela del domingo -añadió la niña con solemnidad-- Siempre está intentando besarme.
-miley se rió y bromeó con seriedad.
-¡Eh, pequeña rompecorazones! No puedes declararte a un chico y al minuto siguiente anunciarle que vas a casarte con otro. Tienes que tomar una decisión.
-Entonces prefiero al tío nick.
-Gracias, Kimmy. ¿Puedo darte un beso?
-Claro. Tú no babeas como Buddy.
-Eso intento -nick se inclinó hacia adelante y la besó-. Ya está, ya es oficial.
Estaban de broma, se dijo miley, así que no tenía sentido aquella opresión que sentía en el pecho ante la idea de que, algún día, nick se comprometería de verdad. Y sin duda, la invitaría a la boda, porque después de todo, eran amigos íntimos

-miley posó a Kimberly en el suelo y le pasó su helado de chocolate antes de agarrar el suyo.
-Gracias, Evie.
Cuando la niña se fue a la mesa donde estaban todos los demás, miley se dio la vuelta hacia nick , que estaba más tentador que cualquier helado de chocolate. Sus cuñadas estaban muy ocupadas en charlar y evitar que los niños cometieran algún desastre, así que no les prestarían ninguna atención.

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HOLA CHICAS COMO ESTAN?? ESPERO QUE BIEN =) BUENO AKI ESTAN LOS CAPS , LES SUBI VARIOS Y MUY LARGOS PORQUE NO LES PODRE SUBIR HASTA EL LUNES EN LA TARDE CREO ASI QUE POR MIENTRAS LEEANSE ESTOS =D Y MUCHAS GRACIAS POR COMENTAR ME SIENTO TAN BIEN LEYENDO SUS COMENTS ASI ME DA ANIMOS DE SUBIR MUCHOOS CAPITULOS PARA USTEDES .

UNA PREGUNTA DE QUE LES GUSTARIA QUE FUERA LA SIGUIENTE NOVE , ES DECIR DE QUE TEMA CON O SIN VILLANOS , YA ESTOY PREPARANDO UNA NUEVA NOVELA YA QUE ESTA SE ACABARA PRONTITOOO =( PERO NO NOS QUEDEMOS TRISTES HABRA MUCHAS NOVELAS PARA RATO =D

CUIDENSE
LAS QUIEROOO

CAP 58

Tío nick. Por supuesto, los niños siempre lo habían considerado de la familia, pero ese día, después de oírse llamar tía miley durante horas, le pareció que sonaba diferente. Tía miley y tío nick.
La idea la sacudió con fuerza. No podía tener aquella fantasía, aunque fuera inconsciente. Y si era así, tendría que olvidarla en el acto. nick sólo la estaba ayudando a solucionar un problema y, aunque lo estuvieran pasando muy bien en el proceso, no creía que a él se le hubiera ocurrido una relación de aquel tipo con ella o ya se lo habría dicho antes. No, definitivamente, nick no podía tener sueños de felices para siempre con ella, pensó al verlo bajar de la furgoneta.
-¡Eh, tío nick ! -lo llamó Sarah mientras se lanzaba a la carrera hacia el aparcamiento.
-¡Sarah! -gritó Joan al ver un coche entrar con rapidez sin haber visto a la niña.
Pero Sarah ya estaba a un cuerpo por delante de su madre.
Sin soltar a Kimberly, miley se lanzó a correr también aunque sabía que ni ella ni Joan llegarían a tiempo
En el último minuto, cuando miley estaba demasiado horrorizada hasta para gritar, nick se interpuso en el camino del coche, agarró a la niña y la apartó.
El conductor, un adolescente, apretó los frenos y saltó del coche.
-¡Oh, Dios mío! No la había visto.
nick apretó a la sollozante Sarah en sus brazos. Tenía la respiración jadeante.
-Eso me pareció -miró a la niña-. ¿Estás bien, cariño?
La voz de la niña salió ahogada contra su camisa.
-Creo... que si...
-Sarah! -Joan llegó hasta ellos y pasó un brazo por los hombros de su hija-. ¿Te has hecho daño? ¿Te duele algo?
-No... no.
La niña estaba al borde de las lágrimas.
Joan suspiró de alivio justo cuando Cindy y Deena llegaron a su lado y la abrazaron. Todo el mundo empezó a hablar a la vez mientras que Joan inspiraba para calmarse y recuperar el color.
Por fin, Joan alzó la mano para pedir silencio.
-Bájala por favor, nick . Sarah y yo vamos a ir hasta ese árbol a tener una pequeña conversación acerca de salir corriendo en los aparcamientos.
-Yo no corro -anunció Mauro.
-Yo tampoco -coreó Jason
-Ni yo -gritó Kimberly desde los brazos de miley .
-Y eso es lo que tienen que seguir haciendo -dijo nick mirándolos con cariño.
El adolescente se acercó a Joan.
-Lo siento, señora cyrus. No debería haber venido conduciendo tan aprisa. Me han regalado el coche hoy y quería enseñárselo a mis amigos. No sé lo que habría hecho si le hubiera pasado algo a la niña.
Joan agarró a su hija de la mano.
-Por suerte no ha pasado nada. Te llamas Eddie, ¿verdad?
-Sí, señora. Eddie Dunnett.
-Bueno, has tenido suerte, Eddie. Por suerte, todos hemos aprendido algo sin haber sufrido una tragedia. Sarah no debería haber salido corriendo sin mirar y tú deberías recordar lo peligrosos que pueden ser los aparcamientos, sobre todo éste en verano.
-Sí señora -Eddie miró a nick-. Gracias, señor Jonas. Muchas gracias.
-Me alegro de que todavía me queden algunos reflejos. Bueno, ¿estamos todos listos para tomar un helado? Yo invito.
-En ese caso me tomaré el de banana split gigante -dijo Deena con una sonrisa-. Iba a pedir el pequeño, pero si invita el caballero...
-De acuerdo, pero pienso contarle a Liam que te has aprovechado de mí.
Deena lanzó una carcajada.

CAP 57

miley escuchó hasta que oyó cerrarse la puerta principal. Entonces, se levantó, se puso una bata y se acercó al recibidor. Quizá cambiara de idea y volviera con tanta necesidad de amarla como ella tenía de él.
Pero el ruido del motor se fue alejando al mismo tiempo que sus faros se desvanecieron por el camino.
Apenas podía soportar que se hubiera ido. La había llevado de la inocencia al conocimiento y ahora le deseaba tanto, que era como una obsesión. Quizá hubiera sentido lo mismo por cualquier hombre que la hubiera desflorado, pero lo dudaba.
Por una parte, ningún otro hombre la hubiera conocido lo suficiente como para hacer que aquella experiencia fuera tan cegadora.
Ningún otro hombre hubiera tenido la ternura y cariño que nick había mostrado en cada paso del camino. Y ella no se podía imaginar a otro hombre más bello en el acto de hacer el amor.
Y mientras estaba allí de pie escuchando se desvanecía por fin el sonido del motor descubrió la debilidad fatal de su plan. Si no podía soportar que se fuera después de pasar una noche haciendo el amor con él, ¿en qué estado quedaría cuando el verano llegara su fin?
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-miley estaba buscando cualquier distracción para pasar el tiempo hasta el jueves por la noche. Cuando la mujer de Hammer, Deena, la llamó el martes por la mañana para sugerirle ir con todos los niños a la piscina, se apuntó encantada.
Deena, una morena pecosa que había sido una de las mejores amigas de miley en secundaria, trabajaba de maestra. Tenía los veranos libres, situación que pensaba mantener hasta que sus hijos, Jason, de cinco años y Kimberly, de cuatro, fueran algo mayores. Joan llevó a Sarah y a mauro y Cindy encontró a una sustituta para que le cambiara el turno en la tienda de recambios donde trabajaba. La única que no pudo organizarlo fue la recién casada Suzie.
-¿Y sabes que es la que está mejor en traje baño? -comentó Deena cuando las mujeres instalaron en una esquina del área de césped con las mecedoras y una nevera con sándwiches y zumos.
-Bueno, no sé si Suzie ganaría la competición en traje de baño, pero miley está impresionante con ese traje de baño rojo.
-miley se miró a sí misma un poco avergonzada.
-¡Pero si soy la misma de siempre!
-Quizá -dijo Deena mientras le ponía crema a Jason-. Pero tienes un aspecto estupendo. ¿Estás haciendo ejercicio?
-No.
-miley sólo esperaba no estar sonrojándose. Seguramente no podía notársele el haber dejado de ser virgen. Por dentro, se sentía una mujer diferente, pero debía estar exactamente igual. nick tampoco podía hacer milagros.
-Tienen razón -apoyó Cindy-. Tienes como un cierto brillo -se rió-. La gente dice que les pasa a las embarazadas y yo sigo esperándolo. Lo único que yo me siento es más gorda.
-Creo que son sólo imaginaciones de ustedes -dijo miley deseando cambiar de tema-. ¡Vamos, niños! ¿Quién está listo para bañarse?
Un coro de gritos la contestó.
miley había ayudado a todos a aprender a nadar y al mirarlos ahora con las caritas sonrientes sintió una punzada de pesar. Crecerían tan aprisa mientras ella estuviera fuera... Debía recordar y atesorar días como aquél en vez de considerarlos un tiempo muerto mientras esperaba a nick.
-¡El último es un huevo podrido! -gritó antes de lanzarse al agua.
Al cabo de tres horas, las mujeres decidieron que el final perfecto sería ir a tomar un helado al Creaithy Cone. miley se puso los pantalones cortos y las sandalias, se pasó los dedos por el pelo y decidió no ponerse camiseta. En verano, la mayoría de los clientes del Creamy Cone iban vestidos así.
-Llévame, tía miley , -dijo Kimberly al llegar.
-miley la ayudó a bajar de la furgoneta de Joan y se la apoyó en la cadera.
-¡Eh, mira! -gritó mauro, el hijo de Joan de seis años-. ¡Es tío nick!

CAP 56

-Ve al corral a las siete y media el jueves por la noche -murmuró contra sus labios.
-Lo haré.
nick se levantó a pesar de su intento por retenerlo y miró a su alrededor.
-Supongo que tendrás que cambiar esto por si aparece alguien de tu familia.
-Supongo que sí, pero lo instalaré otra vez si quieres.
-¡Oh, claro que quiero!.Tenemos un asunto pendiente en esta habitación, algo relacionado con pañuelos de seda y guantes de piel.
-miley se estaba volviendo loca de deseo.
-nick , si condujeras la furgoneta hasta el bar y volvieras, quizá...
-No -agarró el pomo de la puerta antes de ceder a la debilidad-. Es mejor que me vaya. Tampoco quiero que nadie sepa que dejé la furgoneta toda la noche al lado del bar. Y puede que me vea alguien abandonar tu casa al amanecer. Si de verdad queremos mantener esto en secreto todo el verano, será mejor que tengamos cuidado.
Ella suspiró.
-Supongo que tienes razón.
-¿No la tengo siempre?
-¡No, no la tienes, hombre arrogante!
Se rió y le lanzó un cojín, que él atrapó con una sola mano.
-Has perdido puntería,cyrus. Debes estar desentrenada. ¿Cuándo ha sido la última vez que has lanzado una pelota de béisbol?
-No lo sé. ¿Quieres que practiquemos el jueves por la noche en vez de ir al rió?
-¡No!
-Entonces sal de aquí. Tengo más que leer.
El comentario produjo el efecto deseado e hizo que a nick se le inflamaran los ojos de deseo.
-De verdad que sabes cómo enganchar a un hombre.
-Te prometo contarte todo lo que lea.
nick esbozó una sonrisa.
-Ah, de paso, enhorabuena por tu nuevo estado.
-Gracias. Creo que va a gustarme.
-Yo sé que a mí sí. Este es con diferencia el mejor proyecto de verano de toda tu vida.
Con un guiño desapareció en el recibido
r.

CAP 55

-De acuerdo. Entonces eso es lo que haremos -dijo mientras empezaba a ponerse la ropa.
-Espera. Pensaba que íbamos a...
-Si esta experiencia hubiera sido el final de la carretera, probablemente me quedaría toda la noche amándote, pero si tenemos todo el verano no debemos arriesgarnos.
-miley lo deseaba tanto, que estaba temblando, pero se mordió la lengua para no suplicarle que se quedara.
-¿Cuándo... vas a estar libre otra vez? nick se acercó al borde de la cama y se sentó con la camisa abierta.
-¿Estás intentando fingir que no me deseas tanto como para no poder pensar con claridad?
-Yo...
-Porque es así como te deseo yo. No quiero irme esta noche, pero los dos sabemos que tengo que hacerlo y cuando antes, menos nos costará. Deseo verte mañana por la noche y la noche siguiente y si por mí fuera me pasaría el verano aquí, en tu habitación.
-¿De verdad?
-No se me ocurre nada más miley . Pero tendremos que tener cuidado o la gente sospechará. Tenemos que esperar un poco antes de vernos de nuevo.
-miley gimió de frustración.
-Entonces, ¿qué te parece el martes por la noche?
-Demasiado pronto. Y el miércoles es la sesión de póquer. Esto va a ser una prueba dura ahora que lo pienso.
-nick, me estás torturando.
-No más de lo que me estoy torturando a mismo. Escucha, el jueves por la noche habrá luna llena. Vamos a dar un paseo hasta el río.
A miley se le desbocó el pulso.
-¿Se supone que debo llevar el vestido suelto sin nada debajo?
Él sonrió.
-Buena memoria.
-¡Como si pudiera olvidarme de ese sueño tuyo!
-Bueno, no te pediré tanto. Además, no tienes el pelo largo.
-Podría ponerme una peluca.
La sonrisa de él se ensanchó.
-Me gusta tu pelo como está. Pero podrías ponerte lo menos posible sin que se te note. Y no te preocupes por mancharte. Llevaré una manta y dos toallas.
-¿Toallas?
-¿Nunca te has bañado desnuda a la luz la luna?
-¿Estás loco? Con lo brutos que son mis hermanos... ¿Y tú lo has hecho?
-Un par de veces.
-¿Con una chica?
-Quizá.
-miley se sintió loca de celos, pero no quería que él lo supiera y apartó la mirada.
-Ya sé que es una ingenuidad creer que no. ¿Las llevaste... a nuestro rincón secreto?
Él la asió por la barbilla y la obligó a mirar
-¿Crees sinceramente que llevaría a nadie a nuestro rincón secreto? Es un insulto que pienses una cosa así.
-¡Oh, nick! -no pudo ocultar la sonrisa de felicidad-. Gracias. Hubiera odiado que hubieras llevado a alguien allí, desnudo o vestido, con sexo o sin sexo.
-Ya lo sé. Por eso no lo he hecho nunca. Pero quiero hacer el amor contigo allí, en la arena. Y quizá en el agua.
-miley se humedeció al imaginarlo.
-No sé si podré esperar hasta el jueves por la noche.
-Yo tampoco. Pero no lo quiero estropear todo. Mientras tanto...
Se inclinó y la besó con fiera posesión en la boca.

CAP 54

Incluso ahora, MILEY apenas podía creer que él la hubiera deseado de verdad.
-Esto es tan nuevo... ¿O sea que te has sentido excitado de verdad por mí, la chica a la que conoces de toda la vida?
-Uh, uh.
-¡Uau!
-De hecho, me estoy excitando otra vez.
Y también ella, aunque no quería reconocerlo.
-Pensé que los hombres tardaban un poco en recuperarse.
-Ya ha pasado un poco.
-No mucho. Según dicen los expertos, un hombre necesita cierta estimulación antes de empezar otro episodio.
Joe lanzó una carcajada.
-Esas lecturas te pueden traer problemas. Acepta mi palabra. Yo conseguiría hacerlo otra vez. Y quizá varias. Me gustaría quedarme aquí y hacerte el amor toda la noche, pero no sé cómo explicaría que mi furgoneta estuviera aparcada frente a tu casa hasta el amanecer miley miró el reloj y lanzó un suspiro de pesar-. Y además, necesito que contestes antes a mi pregunta.
-¿Qué pregunta?
nick la miró con intensidad.
-Bueno, ya no eres virgen.
-No. ¿Y qué?
-Que tu proyecto de verano ya está cumplido ¿no es cierto?
A miley se le contrajo el estómago con repentina ansiedad.
-¿Quieres decir que podríamos parar aquí y... nunca más hacer el amor?
-Eso es lo que quiero decir. Necesito saber si esto es el final o no.
-¿Que es lo que tú quieres?
El esbozó una lenta sonrisa e hizo un gesto en dirección a su miembro.
-Creo que eso es evidente.
-Estoy hablando de los riesgos a largo plazo.
Pero mientras lo decía, se preguntó si ella misma entendía aquel término. Hasta el momento se había preocupado por sus familias y los cotilleos del pueblo, pero después de lo de anoche se sentía unida a nick de una forma diferente y, sin embargo, tendría que romper aquel lazo al final del verano. Y cuanto más hicieran el amor, más difícil sería romperlo.
-Yo estoy deseando correr los riesgos a largo plazo -anunció nick despacio.
-¿Y seguiríamos.. siendo amigos?
-Siempre seremos amigos.
nick estaba magnifico allí de pie, pensó miley . Ninguna mujer en su sano juicio rechazaría a un macho como aquel.
-No querría perder tu amistad.
-No la perderás.
-¿Me lo prometes?
Él sonrió.
-Por la tumba de Tutankamón.
-miley inspiró con intensidad.
-Entonces supongo que me gustaría ampliar mi proyecto de verano y adquirir.., mas experiencia.
La sonrisa de nick se desvaneció.

miércoles, 11 de agosto de 2010

CAP 53

miley permaneció tendida en las almohadas al lado de nick con la bandeja sobre un cojín mientras picaban los aperitivos que había preparado. nick estaba comiendo con apetito, pero ella había perdido interés por la comida.
Miró a nick por centésima vez con una sonrisa.
-Lo hemos hecho muy bien, ¿verdad?
Él se quedó con el melocotón a medio camino de la boca y la miró.
-Sí. Tú también pareces muy contenta contigo misma.
-Lo estoy -agarró un racimo de uvas negras y se metió una en la boca-. Estoy orgullosa de nosotros. Creo que hemos sido fantásticos. Mucho mejor de lo que hubiera esperado.
Después de tragar un trozo de melocotón, nick hizo un gesto a su alrededor.
-No lo sé. Mirando todo esto, yo diría que esperabas mucho.
-Los libros dicen que el hombre es un animal visual y yo intentaba asegurarme que te excitaras a conciencia. Quizá si me hubieras visto con unos pantalones cortos y una camiseta no lo hubiera conseguido.
nick lanzó una carcajada tan fuerte que casi se atragantó.
-miley , ya tenía una erección de camino aquí sólo con pensar en lo que íbamos a hacer.
- ¿Sí? -ella sonrió-. ¿Así que lo del teléfono funcionó?
-¡Sabía que lo habías hecho a propósito!
-Por supuesto. Igual que hiciste tú lo de los guantes.
-Y tú me dejaste aquel mensaje insinuante en el contestador. Casi se me caen las maletas cuando oí lo del hielo delante de mi madre.
-Bueno, no quería que perdieras el interés.
-No creo que hubiera podido.
-En serio, nick. Según lo que he leído, las mujeres mantienen con más facilidad los sentimientos de pasión en la distancia mientras que los hombres son más de: "ojos que no ven, corazón que no siente". No quería que perdieras el interés.
-Para tu información, no había posibilidad de que lo perdiera. No necesitaba aquella conversación telefónica o la insinuación del hielo para estar excitado.
-¡Oh! ¡Se me olvidó lo del hielo! Pensaba hacerte algunas cosas especiales con ese truco, pero estaba tan excitada que se me olvidó.
-Lo tomaré como un cumplido.
El corazón le latió un poco más fuerte al recordar la gloria de su unión con él y sus almas fundidas.
-Es un cumplido. Sólo podía pensar en lo que estaba pasando entre nosotros -lo miró a los ojos y el ardor le invadió las partes secretas de nuevo-. Supongo que no necesitábamos el hielo.
-No, sólo nos necesitábamos el uno a otro.

CAP 52

Perfecto», pensó nick . Él nunca había estado con nadie con quien se hubiera sentido tan cercano como con miley en aquel momento. Le pareció que todas sus vidas habían estado encaminadas a aquel momento. Unidos de espíritu desde que eran niños, por fin habían creado la última unión y sintió que siempre habían estado destinados a ello.
Pensando en ella, se movió con cuidado, pero sintiendo la perfección que encarnaban juntos.
-¿Estás bien? -murmuró
-Muy... muy bien.
Los ojos le brillaron
nick se retiró y avanzó de nuevo. Sí. Y otra vez más.
-Oh. miley!
-nick... nick.
El asombro en sus ojos y la riqueza con que pronunció su nombre era todo lo que necesitaba saber. miley estaba con él. nick deslizó una mano tras sus nalgas y la mantuvo firme mientras transmitía un ritmo más apremiante. Ella lo siguió con rapidez, acompasándose a sus embestidas. Su trasero era suave y al notar la flexión de sus músculos bajo su palma supo que ella había empezado a participar para volverlo loco.
Muy loco. Pronto. nick cambió el ángulo para rozarle los senos con su torso y apretar el botón sensible entre sus muslos para que llegara con él.
La respiración de ella se hizo jadeante y supo que había encontrado el punto y que debía aguantar todavía un poco. Esa primera vez quería darle el regalo de saber lo bueno que podía ser, las alturas que podría escalar con él dentro de ella.
Los ojos de ella se abrieron y la respiración se desbocó. Aquella respuesta aceleró la de nick. Nunca hubiera creído que hacer el amor podría ser así. El cuerpo de miley se arqueó para recibir sus embates apretándose alrededor de él. Cuando en los ojos de ella vio que se acercaba el momento, nick lanzó una carcajada exultante.
-¡Sí! -gritó.

-¡Oh, Joe! -se arqueó contra él-, Estoy......
-Sí -bramó él con voz ronca de deseo-. Ahora eres una mujer.
«Mi mujer», pensó.
Con una embestida final consiguió que el paraíso lloviera sobre ellos.

CAP 51

Ella lo miró asombrada de la ternura que encontró en su mirada azul. Hubiera creído que un hombre en su situación parecería mucho más fiero.
-¿Qué?
-Voy a ir despacio. No tienes que apretar la mandíbula de esa manera. Y mantén los ojos abiertos. Si me miras, podré decirte lo que estoy haciendo.
-¿Cómo puedes estar... tan calmado?
-Créeme, no estoy calmado, sólo tengo cuidado
-¡Oh, NICK! Gracias por estar aquí.
-miley notó el destello de deseo incontrolado en sus ojos antes de quedar absorta por completo en la sensación cuando la penetró. Notó su calor y tamaño. El se retiró y volvió a entrar y ella gimió de placer ante aquella fricción que no se parecía a nada que hubiera conocido.
-¿miley?
-Ha sido un gemido de felicidad -murmuró mirándolo a los ojos.
nick tenía la respiración jadeante, pero mantuvo los movimientos lentos.
-Voy a penetrar un poco más.
-Sí.
Todo lo demás, comprendió miley , por muy delicioso que hubiera sido, iba encaminado sólo a aquello, a la última conexión. Nada en el mundo le había parecido tan perfecto como abrir su cuerpo a aquel hombre y ser llenada por él.
nick se deslizó aún más adentro y encontró resistencia. Se detuvo al instante y la miró a los ojos.
-Ahí está.
-miley tenía el corazón desbocado. Un movimiento y su vida habría cambiado para siempre. Ya no sería virgen y conocería la maravilla de estar unida íntimamente a otra persona. Y no a una persona cualquiera, sino a nick. Un movimiento más y ella sería una con él en todo el sentido de la palabra.
-miley deslizó las manos hacia sus nalgas y se las apretó con firmeza.
-Vamos por ello.
Mientras él empujaba con suavidad al principio, ella se alzó para recibirlo, resuelta a compartir aquel momento. El agudo dolor la hizo lanzar un grito.
-¡Maldición! -exclamó nick deteniéndose en el acto.
-Está bien -tembló contra él-. Ya se me está pasando. No te retires. Ya se ha pasado. Ámame. Ámame como un hombre ama a una mujer.
Con un bramido, nick embistió hasta dentro y la fiereza que ella había esperado ver antes brilló en sus ojos cuando la miró.


Mientras ella le devolvía la mirada, una fiera intensidad ardía dentro de su cuerpo. Había esperado estar desnudos los dos esa noche, pero no había adivinado que la despojara de la esencia misma de su alma y ella a él. Lo miró a los ojos y comprendió que los dos estaban viendo profundidades que nunca había imaginado. Y su mundo se trastocó porque supo que la conexión que estaban haciendo no duraría sólo esa noche, ni siquiera el verano, porque duraría para siempre.

CAP 50

nick hizo todo lo posible por conseguir exactamente eso mientras se introducía su pecho aún más en la boca antes de volver al otro seno.
-No tienes por qué decidirlo ahora -murmuró contra su piel mientras deslizaba la mano hacia el triángulo entre sus piernas.
-Eso está bien -inspiró con fuerza cuando él introdujo los dedos entre sus rizos hasta llegar al punto más sensible-. Y eso mejor.
Acariciarla ahora tenía un nuevo significado, porque ahora, por fin, sabría lo que era sentirse dentro de ella. La sangre le ardió mientras la acariciaba preparándola para la dulce invasión. Y él sería el primero. Que Dios le ayudara, estaba invadido de júbilo ante la idea.

miley sintió el cambio en las caricias de nick, como si la promesa de la plenitud le diera una nueva urgencia. Y aunque intentó parecer natural ante lo que iba a suceder, se sentía como una canoa zarandeada en los rápidos hacia la cascada. Si otro que no hubiera sido nick la estuviera tocando así, se habría levantado de la cama en el acto.
Pero era nick el que estaba allí, haciéndola desear la firme intrusión de su cuerpo en lo más profundo de ella. Quizá le doliera. Ya no le importaba siempre que por fin la poseyera y la llenara en formas que no había soñado hasta aquel momento.
nick alzó la cabeza con gesto interrogante mientras deslizaba un dedo dentro de ella.
Era la penetración por la que se moría de ganas, pero no suficiente. Sintió una repentina timidez que le hizo cerrar los ojos antes de pedir lo que deseaba.
-Más -susurró.
nick introdujo entonces dos dedos sin dejar de darle suaves besos en la boca.
-Dime cómo lo sientes.
-Diferente -contuvo el aliento cuando él introdujo más los dedos-. De maravilla -dijo con un suspiro tembloroso-. nick , me estás volviendo loca por dentro. Desflórame ya, por favor.
Su beso fue suave mientras se deslizaba entre sus muslos y apoyaba los dos brazos a ambos lados de su cabeza. Temblando de excitación, -tuname- enroscó los dos brazos alrededor de su cuello y notó que él también estaba temblando.
miley , -susurró él-. Abre los ojos.

jueves, 5 de agosto de 2010

CAP 49

CHICAS EL ULTIMO CAPITULO DE HOY DE AQUI YA NO LES SUBO HASTA EL PROX LUNES OK =D DISFRUTEN LOS CAPS .

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Ya lo sé -cerró los ojos y se arqueó bajo su caricia-. ¡Oh, nick ! Podría hacerme adicta a tus caricias.
Él se detuvo sin saber qué decir.
-Tenemos todo el verano.
-miley abrió los ojos despacio y la excitación brilló en lo más profundo de ellos.
-¿Nos atreveremos a arriesgarnos? ¿A hacer el amor durante todo el verano?
Por supuesto que él se arriesgaría, pero no quería presionarla a algo de lo que después pudiera arrepentirse.
-Eso depende de ti. Es tu proyecto. Dijiste que lo único que necesitabas era que te desfloraran.
-Eso era cuando creía que... sería con otra persona. Hum. ¡Qué gusto, nick !
Él le frotó el otro pezón entre el pulgar y el índice.
-Cuanto más hagamos el amor más posibilidades habrá de que alguien nos descubra.
-Huff... Sí . miley cerró los ojos de nuevo y se humedeció los labios con la lengua-. Deberíamos pensarlo.
-Pues piénsalo -dijo inclinándose para meterse un pezón en la boca.
Ella suspiró y se arqueó hacia arriba animándole a que tomara más.
-¡Claro! Mientras me vuelves loca.

CAP 48

-Lubricación -entonces enrolló el preservativo con experiencia en menos tiempo del que lo hubiera podido hacer el mismo-. Ya está.
A pesar de su velocidad, el contacto le hizo lanzar un gemido.
-¿No lo he hecho muy bien?
-Desde luego.
-¿Quieres que me ponga yo encima? He visto fotografías de como...
-No -la agarró y la volvió echándola contra el colchón. Entonces alcanzó los ligeros y los desabrochó-. Y es hora de deshacerse de esto.
Ella lo miró con la respiración jadeante y entreabrió los labios de anticipación.
-Lo que tú quieras.
-A veces un hombre tiene que ponerse al mando.
NICK deslizó cada una de las medias por sus muslos y se las quitó. Entonces, le tocó el turno al liguero y a lo que quedaba de las braguitas.
miley se sonrojó allí desnuda bajo su mirada.
-¿Ahora lo apruebas? ¿Estoy lista?
Él estaba tan desbordado por la imagen de ella sólo con la cadena de margaritas y la perla que apenas podía hablar.
-Eres perfecta -dijo con voz tensa-. Y debería dejarte que te pusieras encima y dirigieras el ritmo ya que no lo has hecho nunca antes, pero... no me apetece hacerlo.

Su pregunta fue seductora.
-¿Por qué no?
-Porque me sentiría... secundario.
-¿Cómo si te utilizara?
-Más o menos.
-A mí tampoco me gustaría eso.
-Gracias -le apretó los senos disfrutando de su suavidad antes de frotarle los pezones hasta convertirlos en duras crestas oscuras-. Tendré cuidado.

CAP 47

MILEY lo miró con los ojos grises nublados de asombro. Tenía los labios entreabiertos, pero no emitía ningún sonido.
nick sonrió. Estaba igual que él la noche de la furgoneta y le gratificó haber creado aquella expresión en su cara. Deslizó un dedo por la curva de su cuello y su caja torácica hasta encontrar la perla. La alzó, se la llevó a los labios y la besó antes de depositarla de nuevo entre sus senos.
La mirada de miley se nubló mientras se pasaba la lengua por los labios. Joe se alegró de ver retornar el deseo a aquellas profundidades grises, porque él estaba muy lejos de haber acabado. y le encantaba saber que el colgante de perla se había convertido en un símbolo de la intimidad que acababan de compartir. Si fuera por él, se lo pondría siempre y, cada vez que se moviera sobre su piel, recordaría las sensaciones que él le había producido con su lengua.
-¿Cómo te sientes? -preguntó.
-Como una concubina. ¿Cómo te sientes tú?
-Como el hombre más afortunado de la tierra.
Ella suspiró.
-Esto ha sido mucho mejor que como lo describían los libros.
Él le frotó el labio inferior con el dedo.
-Pero sigues siendo virgen.
La sonrisa de ella fue pura seducción.
-Tómate la libertad de encargarte de eso cuando gustes, vaquero. Por si no te has dado cuenta, soy una muñeca en tus manos.
La erección de él palpitó. miley hacía parecer que el siguiente paso fuera lo más natural del mundo y él intentó mantener el mismo tono de voz.
-¿Qué te parece ahora?
-Ahora estaría bien -susurró ella con voz perezosa deslizando un dedo por su erección-. A menos que prefieras que yo...
-Esta vez no.
Maldición, estaba más tenso que una ternera en un lazo y sólo conocía una forma de relajarse. Pero no quería que ella captara su agitación y se pusiera nerviosa. Todo lo que había hecho hasta el momento había sido para relajarla. Bueno, no era del todo cierto. Ella estaba tan lasciva, que no había podido evitarlo.
-¿Quieres que ponga la música?
Había estado tan absorto en ella, que no se había dado cuenta de que la música había terminado.
-Déjalo. Creo que en este momento deberíamos escucharnos el uno al otro, lo que digamos, como respiremos y los gritos que lancemos...
A ella se le nublaron los ojos de pasión.
-De acuerdo.
nick se apartó para alcanzar un preservativo de la mesilla.
-puedo ponértelo yo. He practicado.
-¿Practicado? -preguntó él con un ataque de celos-. ¿Con quién?
-Con el señor Pepino.
nick empezó a reírse.
-Sólo lo harías tú,miley
-¿Te parece divertido?
-Claro que me parece divertido -le dio un beso e intentó quitarle el envoltorio, pero ella lo mantuvo fuera de su alcance-. Dámelo.
Se rió. No podía dejar de imaginarla en la cocina extendiendo un condón sobre un pepino una y otra vez hasta hacerlo bien.
-¡Quiero enseñarte lo buena que soy! -protestó ella rasgando el paquete.
-No. Vamos, miley Estoy demasiado excitado. Si empiezas a vacilar, puede que explote.
-No vacilaré.
-Lo harás.
Forcejeó con ella tocándola y besándola donde podía mientras intentaba quitarle el envoltorio.
-Lo hago muy bien, nick. Déjame hacerlo.
El forcejeo le puso más al límite.
-Si no paras de luchar y no me devuelves ese preservativo, voy a atarte a los postes de la cama -advirtió con una sonrisa.
-No me importaría -tenía la respiración tan jadeante como la de él-. Los libros dicen que es excitante. ¿Lo has probado alguna vez?
-No -bajó la vista hacia ella con el pulso acelerado al imaginarla con las piernas abiertas atada sobre las sábanas de satén. Apenas podía respirar-. Hablaba en broma.
-Pues yo no. Y me parecería el momento perfecto para usar esos guantes.
nick la miró a los ojos y vio el fuego en ellos.
-¿Me dejarías hacerlo?
-Te dejaría hacerlo porque confío en ti, nick. Y sé que tú me dejarías hacer lo mismo. Sería excitante.
-¡Oh, miley!
NICK estaba temblando como un potro recién nacido al imaginarse a miley atándolo y... experimentando con él todo lo que había leído en los libros.
-Échate. Déjame ponerte el preservativo.
-De acuerdo -lo estaba volviendo loco de deseo de rendirse ante ella para que lo introdujera en una sensualidad nueva y fascinante. Se recostó contra las almohadas-. Pero no juguetees.
-No te preocupes. Entiendo tu problema.
-¡Yo no tengo ningún problema! Cualquier tipo en mi situación tendría que hacer un esfuerzo por mantenerse entero.
-Entonces, ¿te lo has pasado bien hasta ahora?
-No tienes que preguntármelo. Yo... -casi se atragantó cuando miley se inclinó y le lamió la punta de su sexo . ¡miley!
Ella alzó la cabeza y le sonrió.

CAP 46

-miley deslizó los dedos por su torso, frotándole los pezones hasta que se le pusieron tan duros como el resto del cuerpo. Entonces, bajó la mano.
-Todavía no.
nick se apartó sabiendo que no podría tolerar sus manos sobre él hasta recuperar un poco el control. Jugueteó con la cadena de margaritas sobre sus senos, teñida de rosa por las luces rojas. El polen se derramó sobre sus senos y él lo lamió. Entonces tomó la perla entre sus dientes; sin dejar de acariciarle los senos, se metió la perla en la boca y jugueteó con ella en la lengua de forma sugerente, la alzó en la boca y la depositó, húmeda y brillante en el valle entre sus senos.
-¿Sabes lo que quiero ahora? -susurró contra su piel.
-Creo... que sí.
-¿Estás preparada, para eso?
La respiración se le agitó más a miley .-.
-Si lo estás tú...
-Quiero devorarte. Entera.
-Pero... puede que me vuelva loca.
-Eso es lo que pretendo.
Con el corazón desbocado, nick empezó su viaje besándole la suave piel hasta llegar a su ombligo. El aroma a colonia se mezcló con el embriagador aroma de su excitación y el de las flores aplastadas cuando enterró la lengua en la suave depresión.
miley gimió y se retorció bajo él.
nick descendió más abajo. La seda de sus medias y los tacones altos lo excitaron más de lo que hubiera admitido y decidió no quitarle todavía nada. El trozo mojado de tela que cubría el objeto de su deseo fue apartado con facilidad. ¡Estaba tan bonita! Y tan saturada de deseo.
La tocó con suavidad con un dedo y ella gimió. Mantuvo la caricia sutil mientras le daba besos como plumas en la parte interior del muslo y deslizaba la lengua por el encaje de su media. El deseo lo asaltó mientras le dedicaba la misma atención al otro muslo, subiendo aún más, acercándose más a su objetivo.
Por fin, la besó en los rizos oscuros y ella gimió. Cuando por fin deslizó la lengua por la delicada perla allí albergada que esperaba por él ,miley gritó y se retorció. De repente impaciente por la fina tira de encaje que le negaba el acceso total, la agarró con los dedos y la arrancó con los dientes. Por fin.
Deslizando los hombros entre sus muslos vestidos de seda, buscó su recompensa. El sabor de ella le hizo gemir de delicia. Mientras sus femeninos gritos de placer llenaban la habitación, nick se sumergió en la sensualidad de sus medias, sus sandalias, las sábanas de satén, la música erótica y, sobre todo, en la apasionada mujer que se estaba abriendo entre sus brazos.
El clímax le llegó con rapidez, demasiado rápido para él. miley alzó las caderas y él tomó todo lo que le ofreció hasta que ella se desplomó, temblando y gimiendo, y él se preparó para hacer una exploración más paciente. Ella intentó apartarse de sus manos, pero estaba débil del alivio. nick la sujeto con facilidad y siguió el camino elegido. Al cabo de poco tiempo su ligera resistencia se desvaneció con un gesto de deseo que casi lo llevó al limite.
Y él estudió su cuerpo, aprendió la caricia que la hacía gemir, el lametón que la llevaba más lejos, el frotamiento que la volvía loca. Mientras la llevaba al precipicio por segunda vez, sintió una fiera oleada de posesión. Los pensamientos racionales se borraron cuando consiguió extraer de ella aquellos íntimos jadeos mientras se iba oleada a oleada en explosivas convulsiones.
nick la devolvió con suavidad a la tierra entre tiernos besos sobre los muslos y los rizos mojados antes de incorporarse a su altura y apartarle el pelo de la cara.

CAP 45

El efecto de sus pulgares deslizándose por sus pezones mientras él la miraba fue increíble. La sensación descendió hasta el vértice de sus piernas, donde la palpitación exigía satisfacción. Ahora que miley sabía lo que significaba la plenitud, la deseaba de nuevo.
nick se quitó los pantalones y los calzoncillos de una sola vez sin medir ya sus movimientos.
La imagen de su cuerpo excitado le hizo lanzar un gemido a miiley . Su deseo tenía una forma ahora y sentía una vaciedad por dentro que él podría llenar. Más que alivio necesitaba que la llenara.
nick se acercó al borde de la cama.
-Dijiste que ibas a darme de comer.
-Sí -tenía la respiración agitada-. Lo que tú quieras.
-Me gusta oír eso -dijo con voz ronca apoyando la rodilla en la sábana de satén-. Ya veo lo que quiero.
Con delicadeza, le quitó la mano de un seno y la reemplazó por la suya.
Ante la caricia recordada, el corazón se le desbordó por completo.
-¿Hay algo que... pueda hacer?
-Arquea la espalda.
Ella lo hizo alzando los senos.
nick utilizó los dientes para apartar la margaritas. Cuando se metió un pezón en la boca, ella lanzó un gemido al comprender que estaba a punto del clímax. No le hacía falta mucho más. Parecía que esa vez, la fantasía que habían creado en aquella habitación la había convertido en una mujer salvaje. Esperaba que nick estuviera preparado para aquello.
Durante tres días, nick había estado soñando con el cuerpo de miley . Saborear y acariciar sus senos, besar y chupar hasta saciarse, era un paraíso. Cuando la respiración de ella empezó a acelerarse, aligeró la caricia para no llevarla al límite demasiado pronto. Y además, sabía dónde quería estar cuando ella llegara al clímax.
-Eres tan preciosa -murmuró.
-Tú también.

CAP 44

miley intentó aparentar una calma total reclinada contra los cojines esperando a que nick se desnudara, pero por dentro estaba ardiente de anticipación. El no tenía ni idea del cuerpo tan precioso que tenía.
Llevaba una camisa de manga larga vaquera incluso aunque era verano. La mayoría de los vaqueros usaban camisas de manga larga para no arañarse con las ramas. Si hacía demasiado calor, se enrollaban las mangas, pero esa noche nick llevaba los puños abrochados.
Lentamente, se los desabrochó ejecutando los movimientos habituales con tentador cuidado. A miley se le aceleró el corazón. Realmente iba a hacer aquello por ella.
Dio un sorbo a su vino cuando tiró del primer corchete de la camisa sin apartar la mirada de ella para seguir uno a uno hacia abajo. Cada chasquido de un corchete era como la llama de un fósforo. miley ansiaba que llegara el siguiente, ver cada sección nueva de piel a la vista.
nick se sacó la camisa con languidez de los pantalones y la dejó colgando abierta. miley esperó a que se la quitara, pero como para torturada, se acercó despacio a una silla y se sentó. Se quitó una de las botas lentamente y después la otra, seguida de los calcetines.
«Se está desnudando porque va a hacerme el amor». La idea la envolvió como una caricia humedeciéndola de necesidad.
Él se levantó y se acercó a ella entonces.
-He pensado que este juego se puede jugar entre dos.
-¿De verdad? -susurró ella con voz sensual.
-Hiciste un buen trabajo por teléfono. Si te desabrochas ahora el sujetador para mí, podré verte.
miley se estremeció. La oscuridad la había protegido durante su primer encuentro y la distancia y el teléfono en el segundo. Deseaba ser descarada y atrevida esa vez, experimentar las maravillas que sólo había leído. Y nick le estaba pidiendo que lo hiciera.
Siguiendo sus pasos, apuró el resto del vino y posó la copa al lado de la de él.
-Y hazlo despacio -murmuró él.
Con el corazón desbocado, se recostó contra las almohadas y extendió los dedos sobre el cierre de las dos copas de satén. Entonces esperó hasta que él se quitó la camisa y pudo admirar por fin su escultural torso.
Estaba magnífico. No le extrañaba que le hubiera gustado tanto pelear con él de adolescentes. Pero ahora deseaba más.
nick se levantó con las manos en las caderas y enarcó las cejas indicando que le tocaba a ella.
miley presionó el cierre y cuando cedió, lo sujetó mientras se deslizaba un tirante por el hombro. Después le siguió el otro con la misma lentitud. Lenta, muy lentamente, dejó que la prenda se abriera dejando sólo la perla y las margaritas. La cadena de flores se quedó enganchada en un pezón haciendo que se endureciera. El instinto le hizo frotarse el otro con las margaritas para erizarlo también.
La mirada de nick se ensombreció y contuvo el aliento.
-miley se detuvo y dirigió la mirada a la hebilla de su cinturón.
Sin apartar la vista de sus senos, nick abrió la hebilla y sacó despacio el cinturón de las trabillas.
-Ahora, tócatelos -susurró.
El corazón se le aceleró un poco más. Deslizando las manos por la caja torácica, miley sujetó el peso de sus senos y los alzó como ofreciéndoselos. Entonces deslizó los pulgares hacia los pezones y empezó a acariciarse.
-¡Oh,miley .-!
A nick le temblaron las manos cuando se desabrochó los vaqueros.

CAP 43

-Más o menos. Los libros dicen que una mujer puede volver loco a un hombre si la encuentra en la cama... tocándose.
nick tragó saliva.
-¿De verdad? -por el penoso bulto de sus pantalones, los libros debían tener razón, pensó miley. ¿Y crees que un poco de vino podría animarte a hacer eso?
-Podría.
-Entonces bebe.
-miley se sonrojó.
-Sólo un poco entonces -se inclinó hacia la mesilla y sirvió media copa a cada uno. Entonces alzó la suya y se reclinó contra las almohadas-. Ahora desnúdate para mí, nick . Y hazlo despacio.
Él se quedó con la boca abierta.
-¿Qué quieres decir con despacio?
-Provócame un poco. Crea el suspense.
-¿Qué suspense? Ya has visto todas las partes de mi cuerpo después de lo de la otra noche. ¿Qué diferencia hay en cómo me quite la ropa ahora?
-Créeme, hay una gran diferencia. Y no dejes de mirarme todo el tiempo mientras lo haces.
La sospecha le hizo fruncir el ceño.
-¿Y cómo sabes tú que hay diferencia?
-Una amiga mía de la universidad tuvo un streap-tease masculino el día de su cumpleaños. Y fue muy bueno.
-¡Pero yo no soy un exhibicionista!
-Tu cuerpo es incluso más bonito que el suyo -se frotó el labio inferior con el borde de la copa de vino antes de sacar la lengua y pasarla por el borde-. Haré que te merezca la pena, vaquero.
Con aquel seductor movimiento de su lengua por la copa, podría convencerle hasta de que bebiera arsénico, pensó nick. Decidió beber el vino primero y se acercó a la mesilla, donde dejó los preservativos que llevaba en el bolsillo. Ella los miró y después a él.
-Yo también he comprado.
-¿Y cómo sabías el tamaño?
-Tenía bastante idea.
nick recordó sus manos sobre él, su boca absorbiéndolo y pensó que sí, que debía saberlo muy bien.
-Entonces, ¿te desnudaras para mí, nick ?
-Júrame que no se lo dirás nunca a nadie.
-Te lo juro por la tumba de Tutankamón -Alcanzó el control remoto y subió un poco el volumen; la percusión era cada vez más insistente-. Ahora hazlo, Jonas. Hazme retorcerme.

CAP 42

MILEY esbozó una lenta sonrisa.
-¿Qué piensas?
-Yo no ... -tragó saliva-. No creo que esto se trate de pensar.
-Cierto -miró a su cremallera-. Pero he conseguido la reacción que quería. ¿Quieres... quitarte esa ropa? Parece un poco... apretada.
-Hum, Sí.
Bajó la vista y vio que todavía llevaba la botella, las copas y las margaritas, pero tenía el cerebro tan abotargado, que no sabía dónde ponerlo. Ya era un milagro que no se le hubiera derramado el vino en la moqueta.
-miley extendió los dos brazos.
-Yo sujetaré la botella y las margaritas. Puedo servir el vino si quieres mientras te desnudas.
nick la miró con los dos brazos extendidos y tuvo el impulso de tirar todo lo que llevaba en las manos y unirse a ella al instante en aquella tentadora cama. Gimió con suavidad y agitó la cabeza para despejarse. Necesitaba hasta el último ápice de control del que dispusiera para conseguir la lenta seducción que había planeado.
-¿Te pasa algo? -preguntó ella.
-Sólo que me has dejado sin aliento y estoy haciendo un esfuerzo por recuperarme.
-¿De verdad que he hecho eso?
-Sí, de verdad -le pasó la botella y los vasos y cuando los posó al lado de la bandeja, le dio la corona de margaritas-. Normalmente soy más educado cuando entro en la habitación de una dama con vino y flores y se las doy sin esperar a que me las pidan.
-¡Oh! - miley sonrió y se puso la cadena alrededor del cuello. Bordearon sus senos como una mano atrayendo la atención a la provocativa redondez que sobresalía del diminuto sujetador que llevaba-. ¿Cómo me quedan?
-Más excitantes de lo que había imaginado.
Ella lo miró a los ojos con los suyos cargados de intensidad.
-Es excitante, ¿verdad? Nosotros dos y... todo esto. ¿Quién lo hubiera imaginado?
-Desde luego no yo.
-miley miró el vino.
-Los libros dicen que el alcohol adormece placer sexual.
-Pensé que necesitarías relajarte un poco -se rió-. Pero quizá lo necesite yo más que tú. No pareces nada nerviosa.
-Pues tengo un millón de mariposas en el estómago.
-¿De verdad?
-Por supuesto. Nunca había actuado así con un hombre.
nick se sintió halagado de que aquel regalo se lo diera a él.
-Eso hace que esta noche sea muy especial para mí también.
-Me alegro. ¿Sabes? Creo que un poco de vino no me sentará mal.
-Yo estoy tan tenso, que te garantizo que no me afectará.
-Y yo no quiero estar inhibida.
nick lanzó una carcajada.
-¿Es esto inhibición?

CAP 41

La nevera a su lado con la botella de vino había sido fácil de esconder ante sus padres. Él había llevado otras veces vino a casa de miley, pero había tenido que ocultar la cadena de margaritas que había hecho cuando no lo había visto nadie. Su madre parecía vigilarlo con más atención, así que tendría que tener cuidado con parecidas preparaciones en el futuro.
El futuro. Se le ocurrió entonces una idea terrible. Quizá esa noche fuera la última. Después de todo, una vez resuelto el problema de la virginidad de miley , no necesitaría seguir con aquel arriesgado asunto. Ella lo quería para un trabajo en concreto y, después de esa noche, el trabajo estaría terminado.
Maldición, no podía pensar en eso o se deprimiría. Y definitivamente planeaba disfrutar. Si sus hermanos descubrían lo que estaba pasando lo freirían, así que tenía que hacer que el riesgo mereciera la pena.
Aparcó en el camino y notó que estaba temblando como un potrillo recién nacido. Las luces del salón estaban apagadas y con el corazón desbocado, agarró la nevera y subió los escalones del porche.
Tal y como había esperado, la puerta no estaba a cerrada. Entró con el pecho comprimido del esfuerzo por respirar con normalidad y tropezó con una margarita. Un reguero de ellas iba desde el recibidor por todo el pasillo. No tenía duda de dónde acabaría aquel sendero. Se dio la vuelta y cerró con llave.
Posó despacio la nevera y el sombrero en la mesita del salón, abrió la nevera y sacó la cadena de margaritas y el vino. Esquivando las margaritas se fue a la cocina a abrir la botella. Si no lo hacía entonces dudaba poder hacerlo más adelante. Con la cadena de margaritas metida en un brazo, la botella en una mano y dos copas en la otra, siguió el reguero de margaritas.
Se había preparado a sí mismo para una tentadora imagen de miley tendida en la cama y con poca ropa encima, pero la escena que ella había creado lo dejó sin aliento. La sangre le martilleó en las sienes al contemplar la fantasía de todo hombre: una virgen encerrada en un burdel.
Unas cortinas de terciopelo rojo y las bombillas rojas daban un ambiente de pecaminoso placer. Sus guantes de piel esperaban en una mesilla y en la otra una bandeja de comida que podría haber sido sacada de una orgía romana: tomates enanos, melocotones aterciopelados, espárragos helados y racimos de uvas maduras.
Fuera por la fruta o por alguna fragancia exótica que miley hubiera añadido, la habitación ya olía a sexo y una suave música de fondo sonaba en el estéreo. Había colocado espejos enmarcados con pañuelos en distintos ángulos y todos reflejaban la pieza central de la habitación, una cama cubierta de virginal satén blanco con una montaña de cojines de satén de todas las formas y tamaños.
Reclinada sobre aquel nido había una mujer a la que nick apenas reconocía. Aunque las diminutas tiras de satén blanco que cubrían sus senos parecían inexistentes, conseguían resaltar su escote, donde la perla descansaba en su suave valle. Deslizó la mirada hacia el liguero y las bragas que definían su feminidad en formas que él ni siquiera hubiera imaginado posibles. Los ligueros sujetaban unas medias blancas con perlas y encaje en el borde. Lo último que asimiló fue que miley, una mujer que siempre usaba zapatos de deporte o botas bien usadas, tenía unas sandalias blancas de tacón alto.

CAP 40

Con cierto esfuerzo, nick consiguió introducir a bordo del Cessna una pequeña nevera sin que sus padres lo notaran. Dentro, estaban las margaritas que había comprado en Flagstaff y hielo del hotel para mantenerlas frescas. El hielo nunca había sido para él una sustancia erótica, pero desde que miley había mencionado frotarlo contra ciertas partes de su anatomía, ahora no podía mirar una cubitera sin excitarse.
Y ahora, por fin, estaba pilotando la avioneta de vuelta a tenesse con sus padres. Su cita con miely sería dentro de pocas horas y, aun así, demasiadas para sus nervios. No se había atrevido a llamarla de nuevo considerando el estado en que lo había dejado la otra vez, pero no se la había quitado de la cabeza ni un instante.
Cuando llegaron a casa, nick y su padre descargaron las maletas mientras su madre entraba para escuchar los mensajes. Cuando nick entró en la cocina escuchó la voz de miley.
-Este mensaje es para nick -dijo con la voz de la miley de siempre-. nick , no te molestes en cenar antes de venir a verme. Yo haré la cena. Algo simple, de picar probablemente. Ah, no te molestes por el hielo. Tengo un montón. Puede que esté en el jardín trasero o algo así cuando llegues, así que pasa directamente.
A nick casi se le cayeron las maletas que llevaba en la mano.
Su madre se dio la vuelta para mirarlo con una sonrisa.
-¿Has quedado con miley esta noche?
-Sí -intentó sonar normal, pero era difícil mientras pensaba en miley dándole de comer algún manjar exótico con los dedos vestida con una sensual lencería. Y aquella sutil referencia al hielo y el hecho de que quisiera que entrara directamente. Apostaría un millón de dólares a que sabía dónde la encontraría y no era precisamente en el jardín trasero-. Prometí pasarme a contarle cómo había ido el viaje.
Norah lo miró con gesto especulativo.
-Te da pena que se vaya del pueblo, ¿verdad?
-La verdad es que no. Estoy contento por ella. Es lo que siempre ha querido.
-Ya lo sé y todos estamos contentos por ella, pero tú estás nervioso. Te lo noto en la cara. Tienes el color subido. Creo que estás disgustado por que se vaya y te deje aquí.
-Desde luego que no -nick posó las maletas y agarró a su madre por los hombros-. Tienes una imaginación calenturienta, mamá -entonces, le dio un beso en la mejilla y notó el cansancio alrededor de sus ojos. Tres días sin parar eran mucho para sus padres, que tenían ya casi setenta años-. Creo que iré a revisar el tanque de comida por el que estaba preocupado papá.
-¿No iba a hacerlo él?
-Sí, pero, ¿por qué no se tomán los dos la tarde libre? Ya han trabajado mucho en este viaje. Relajencen el resto del día.
Su madre asintió.
-Veré si consigo convencerlo. Creo que está más agotado de lo que quiere admitir -miró a nick con gratitud-. Gracias, hijo. No sé lo que hubiéramos hecho sin ti.
-No te preocupes -nick sonrió y se dirigió a la puerta. Al salir se cruzó con su padre-. Intenta convencer a mamá de que descanse el resto de la tarde, ¿de acuerdo? Está agotada.
-Tengo que examinar el tanque de pienso.
-Lo haré yo. No tiene sentido que vayamos los dos con este calor.
Su padre le pasó la mano por el hombro.
-Gracias, hijo. Si no vigilo a tu madre, no parará hasta que caiga rendida.
-Eso mismo pienso yo.
nick se fue a los corrales con sensación de alivio. Trabajar solo era lo que necesitaba para poder pasar las siguientes horas.
nick nunca había estado más nervioso que mientras conducía a casa de miley poco antes las ocho.

CAP 39

La furgoneta de envíos llegó a la casa de miley a la mañana siguiente. Mientras firmaba el recibo, se fijó en el sello de Flagstaff. Bueno, al menos no le había mandado otro ramo de flores, la segunda vez le hubiera costado mucho explicarlo.
En cuanto se despidió del conductor, cerró la puerta y rasgó el papel del paquete. Dentro había un par de guantes de una piel increíblemente suave. Se los puso y notó que eran demasiado grandes para ella, pero dentro de uno de los guantes encontró una nota.

Querida miley-.
Los vi en unas rebajas. Podría haberlos llevado el sábado por la noche, pero he decidido mandártelos para que pases las próximas treinta y seis horas imaginando lo que sentirás cuando me los ponga y recorra todo tu cuerpo con mis manos. Mientras tanto, disfruta de las margaritas.
A.


Con un grito de frustración, se los llevó al pecho. ¡Qué hombre tan diabólico! Qué maravilloso y provocador. Sonrió para sí misma. Aquello era por haberlo torturado por teléfono. Se puso un guante y lo deslizó por el brazo desnudo. Oh, Dios.
-Hola, hola. ¿Puedo pasar?
miley se levantó justo cuando su madre abrió la puerta principal, que siempre estaba abierta. Era una costumbre que no había tenido sentido cambiar. Hasta el momento... Con el corazón acelerado como si la hubieran sorprendido con el frasco de la mermelada, se metió la nota de nick en el bolsillo y esbozó una sonrisa de bienvenida.
-Hola, mamá. ¿Cómo te va?
-Hace días que no he sabido nada de ti, así que decidí pasarme para averiguar tras lo que andas. Hija, tienes una cara más culpable que un pecado. ¿Qué es lo que está pasando?
-Nada, mamá.
tish cyrus era una mujer baja, regordeta y bonachona. miley no quería que perdiera ni un gramo de peso, pero sí un poco de su sagacidad.
tish miró la mesa con los restos del paquete y después los guantes, uno en la mano de miley y otro contra su pecho.
-¿Qué es esto, una broma? ¿Guantes en medio de una ola de calor?
miley pensó con rapidez.
-Eso es. Me los ha enviado nick desde Flagstaff como para decirme: "mira qué frío pasamos aquí mientras ahí te estas asando".
tish lanzó una carcajada.
-Muy típico de nick . Y si no te conozco mal, ya estás planeando vengarte en este mismo instante. Sólo espero que no le vuelvas a meter hormigas en la cama. Norah se pasó una semana para sacarlas de la casa del rancho.
-No, no serán hormigas. Creo que le soldaré las botas a los estribos o algo así.
-Bueno, prometo no contarlo. ¿Quieres comer?
-Sí, claro.
Había pensado pasar el día transformando la habitación, pero lo retrasaría para después del almuerzo.
-Bien, estaba pensando que dentro de poco ya no podré pasarme por aquí a invitarte a almorzar, así que aprovecharé el tiempo que te quede.
miley se acercó y le dio un abrazo a su madre.
-Volveré cada vez que pueda. Y papá y tú tenéis que ir a Nueva York a visitarme.
-Oh, lo haremos..., pero no será lo mismo. ¡Dios, qué suaves son esos guantes!.
miley se había olvidado de que todavía llevaba uno puesto.
-Hum, sí. Puede que los use en Nueva York.
-¿No son un poco grandes para ti?
-Sí, bueno, pero es el detalle lo que cuenta.
Sin duda, nick quería torturarte mientras él disfrutaba del aire fresco de las montañas y ni se molestó en ver si te valían o no. ¡Hombres!
-Son unas sanguijuelas todos ellos.
-Pero no podríamos vivir sin ellos.
-Supongo que no
.

CAP 38

nick escuchO el suave chasquido, pero no colgó. No había bromeado acerca del bulto de sus pantalones y no había forma de que pudiera darse la vuelta todavía. Tenía que quitarse la imagen de ella con la flor sobre los senos o nunca podría abandonar aquella cabina. Desde luego, miley era sorprendente. Cuando se había propuesto a sí mismo como su amante del verano, no había imaginado que fuera a abrir tal caja de Pandora. Cuando por fin pudo, colgó.
Su padre lo esperaba a pocos metros.
-Hola, papá -se acercó con una sonrisa desenfadada-. Pensé que te pasarías la tarde discutiendo con Henderson acerca de ese semental.
-He decidido darme un descanso para que él piense en la última oferta que le he hecho.
Andy MacDougal era un hombre alto y fibroso que parecía más joven de su edad, igual que Norah, la madre de nick .
-Apuesto a que es un lío de faldas -dijo Andy-. ¿Me equivoco?
nick sonrió.
-Podría decirse que sí.
-También me da la sensación de que esta vez podría ser una novia en serio.
A nick no le gustó oír aquello.
-No. No estoy preparado para sentar la cabeza todavía.
-Pues yo creo que sí. Te he visto cómo miras a los cyrus y a sus familias. Lo que creo es que eres muy selectivo y eso está bien. Pero nunca te había visto tan distraído. Así que, si la mujer a la que llevas todo el día llamando está preparada para formar un hogar y una familia, te sugiero que vayas adelante.
-No lo está.
-¡Oh! -miró a su hijo un largo momento-. ¿Quieres que vayamos a tomar un perrito caliente y una cerveza fría y hablamos de ello?
-El perrito y la cerveza me parecen bien, pero no hay nada de que hablar.
-Si tú lo dices... pero la oferta queda abierta para cuando quieras.
-Ya lo sé, papá. Y te lo agradezco -nick pasó el brazo por los hombros de su padre-. Vamos a comer. Me estoy muriendo de hambre.

domingo, 1 de agosto de 2010

CAP 37

-¡Oh, Dios! Estás haciendo esto a propósito.
-¿El qué? ¿Quitarme la blusa? Por supuesto. Ya está. Me siento mucho mejor.
Provocándolo, ella se estaba sintiendo cada vez más excitada.
-¿De qué color es tu sujetador?
-De color marfil -la respiración se le aceleró---. La mayor parte de satén, pero las copas son de un encaje muy bonito. Me gusta porque se desabrocha por delante y es más fácil de quitar.
La voz de nick sonó grave y peligrosa:
-Quítatelo ahora.
-¿Sabes? Creo que lo haré -lo desabrochó con dedos temblorosos liberando sus senos pujantes-. Ya está. ¡Oh, nick ! Me gustaría que estuvieras aquí.
-Créeme que a mí también.
-Las margaritas son tan bonitas... -sacó una del florero y se la pasó por el seno desnudo-. Tan suaves. Me estoy acariciando los senos con una de tus margaritas, nick.
Él lanzó un gemido.
-Y el polen amarillo se está esparciendo por mi seno y mi pezón.
-Dios, miley . ¿Cómo se supone que voy a soportar esto?
-Pronto estarás aquí.
-No lo bastante pronto.
Ella siguió administrando la Dulce tortura de acariciarse los senos con la margarita soñando con que eran los dedos de nick .
-Si te sirve de algo, yo también estoy excitada ahora.
-Eso espero. Te mereces un poco de frustración.
-¿Estás frustrado tú?
-El vaquero no cede muy bien, ¿sabes?
-Una pena que no esté yo ahí para ayudarte.
-Sí, lo es.
-Voy a colgar ahora, nick .
-Supongo que será mejor -su voz era tensa y contenida-. Estoy en un teléfono público y tendré que esperar con el receptor descolgado un rato antes de poder reunirme con mi padre.
-Adiós, nick . Piensa en mí.
-Como si me quedara elección. Adiós, mujer diabólica.
Ella cortó entonces y se frotó el seno con la margarita. Esperar hasta el sábado le parecía una eternidad.

CAP 36

-Tu madre se va a quedar seca de llorar cuando te vayas.
-Ya lo sé. Seguro que yo también lloraré. Pero tengo que extender las alas, Hazel. Es mi oportunidad.
-Y tus hermanos. Aunque intenten aparentar que no les afecta, te van a echar mucho de menos. Y ese chico, nick Jonas te va a echar de menos una enormidad. Por cierto, los vi llegar juntos anoche. Y me extrañó porque Mabel Bellweather me dijo que te habías puesto mala en el Nugget.

miley empezó a preguntarse si nick y ella tendrían alguna oportunidad de guardar su secreto.
-Me sentía mal, pero en cuanto salí me puse mejor y nos fuimos a dar una vuelta en coche.nick quería hablarme de un nuevo programa de cría que está empezando con su padre. Iban a buscar unos cuantos sementales a Flagstaff este fin de semana. ¿Sabías que estaban en Flagstaff?
Hazel asintió.
-Eso había oído. denissequería ver algunas antigüedades allí.
-Exacto miley decidió preparar a Hazel para el siguiente paso de nick . Le hice prometer a nick que se pasaría por mi casa en cuanto llegara del viaje, así que verás su furgoneta en cuanto vuelvan.
-¿Lo ves? Ustedes dos siempre han sido uña y carne y siempre se han contado de todo. ¿Quién te va a contar sus cosas cuando estés en Nueva York?
miley no quería enfrentarse a aquel hecho todavía.
-Supongo que tendremos que usar el teléfono. Bueno, Hazel, será mejor que te deje ir a preparar la cena.
-Sí, supongo -Hazel no parecía querer captar la indirecta-. ¿Cómo estaba tenesse?
-Hacía mucho calor.
-Ya me imagino. Estas noches ha hecho tanto calor que apenas he podido dormir.
«Lo que significa que nick y yo tendremos que cerrar las persianas a cal y canto», pensó miley .

__________________________________________________________________________________
A mí me ha pasado lo mismo. Bueno, Hazel. Gracias de nuevo por guardarme las flores.
-De nada -dijo su vecina mientras se dirigía al camino de hierba que separaba las dos casas.
miley recogió las flores y entró en la casa. El teléfono sonó en cuanto posó el jarrón en la mesita. Rodeó el sofá y descolgó el inalámbrico.
-¿Hola?
-¿Dónde has estado? -preguntó nick . Es la sexta vez que te llamo hoy y siempre ha salido el contestador.
El sonido de su voz le endureció los pezones. nick nunca la había afectado así antes, pero todo había cambiado.He estado en tenesse.
-¿Ah, sí? ¿Comprando más libros?
-Esta vez no. Este viaje ha sido por otras cosas.
-¿Algo que ver con... el sábado por la noche?
-Pues la verdad es que sí.
-¿Qué has comprado?
miley sonrió.
-Oh, algo muy, muy breve.
-¿De verdad? -el timbre de su voz cambió-. ¿Puedes describírmelo?
-Preferiría sorprenderte. Usa la imaginación.
-Ése ha sido mi problema hoy. Parece que no puedo usar otra cosa que la imaginación. He estado tan distraído, que mi padre me ha preguntado si me he tomado una sobredosis de medicina para la alergia. Y eso que sabe que no soy alérgico.
-Así que has estado pensando en mí.
El cuerpo le reaccionó humedeciéndose y palpitando como si él estuviera a su lado.
-No he dejado de pensar en ese vestido tuyo de margaritas y... en todo lo que pasó anoche.
-Yo tampoco -acarició los pétalos del arreglo floral-. Pero me ha costado bastante explicar lo del ramo a mi vecina.
Su carcajada fue grave y sensual.
-Supongo que te inventarías una buena historia, ¿a que sí?
-Le dije que eran de mi futura directora de Nueva York.
nick bajó la voz con tono suave y seductor.

-Me gustaría estar a tu lado.
-A mí también.
-¿Qué llevas puesto?
-Una blusa sin mangas y unos pantalones cortos -entonces recordó escenarios de sus lecturas y tuvo la necesidad de experimentar su poder recién descubierto-. Pero hace mucho calor,nick -agarró el jarrón de flores-. Creo que iré a la habitación y me quitaré la blusa.
-¿Ahora?
-Sí, a menos que quieras que cuelgue.
-No, no quiero que cuelgues. Puede que no tenga oportunidad de volverte a llamar hoy. Pero, miley...
-Sólo con desabrocharte los botones me sentiré mejor.
Ya en la habitación, dejó el jarrón y empezó a desabrocharse la blusa.
-¡Ah! Puedo sentir un poco la brisa del aire acondicionado en mi piel desnuda. De paso, ¿has encontrado buenos sementales?
-No... Sí... Puede ser. ¿Te has quitado la blusa ya?
-Estoy en ello. Estos botones no son los más fáciles del mundo. Ya te digo, hace tanto calor aquí,nick , que la transpiración me corre entre los senos. Supongo que debo saber bastante salada ahora mismo.

CAP 35

A la tarde siguiente, mientras miley sacaba la carga de bolsas que traía de tenesse; su vecina, Hazel Nedbetter llegó corriendo con un jarrón de una floristería lleno de margaritas. miley escondió con rapidez bajo el asiento la bolsa de una conocida tienda de lencería.
-Las guardé en mi casa para que no se te marchitaran en el porche.
-Muchas, gracias, Hazel.
miley miró las flores amarillas y blancas que sólo podían venir de una persona.
-Ni siquiera eran de la tienda de Copperville. Venían de una gran floristería de tenesse. ¿Te puedes imaginar? El precio del transporte debe haber sido una barbaridad.
-Seguro.
Al menos nick había tomado algunas precauciones, pensó miley . Estaba encantada de que le hubiera mandado las flores, pero ahora tendría que buscar una excusa para contarle a Hazel. La mujer no pararía hasta saberlo.
-Debe de hacer cuarenta grados aquí al sol -dijo para ganar tiempo-. Vamos a la sombra del porche.
Dejó el jarrón en la barandilla del porche y se volvió hacia Hazel con la primera mentira que se le ocurrió.
-Deben de ser de mi nueva directora del colegio de Nueva York.
-¿De verdad? ¡Qué detalle! No creo que al señor Grimes se le ocurriera nunca mandar flores a una nueva empleada. Las cosas deben de ser muy diferentes en el este.
Hazel miró la tarjeta con ganas de que miley la abriera. El sobre no estaba cerrado, pero miley no creía que su vecina lo hubiera leído.
Resuelta a convencerla; sacó la tarjeta del sobre. Por suerte, nick había acudido en su ayuda. La misteriosa tarjeta sólo decía:
Te deseo lo mejor al explorar nuevos mundos. A.
miley sabía a qué mundos se refería nick , todos relacionados con la cama que estaba a punto de decorar.
-Sí, es de mi directora --dijo mientras se la enseñaba.
-¡Qué amable enviarte un ramo así! Aunque hubiera pensado que las rosas o los claveles serían más apropiados.
A mi directora le gustan las margaritas. Hazel asintió.
-¿Has estado de compras?
-Sí, he comprado algunas cosas para el viaje.
Y sería un viaje de cuidado considerando lo que había comprado ese día. Pensó que nick quedaría encantado. Quizá más que encantado. Lo cierto era que quería que se le hiciera la boca agua.
-¿Cuándo piensa Lionel poner el cartel de alquiler en el jardín?
-No creo que lo haga hasta dentro de un mes. Pero es muy selectivo con la gente a la que se la alquila, así que no te preocupes. Tendréis buenos vecinos.
-Supongo, pero te echaré de menos de todas formas.
-Yo también, Hazel.
miley se alzó el pelo de la nuca. Incluso a la sombra del porche hacía bastante calor, pero si invitaba a pasar a Hazel podría tardar otra hora en irse. Era una mujer encantadora y en cualquier otro momento no le hubiera importado, pero estaba ansiosa por meter sus compras dentro antes de que alguien se fijara en la bolsa de la lencería o de las sábanas de satén.

CAP 34

El ventilador había reducido bastante el calor en la pequeña casa de miley , pero seguía bastante caliente.miley cerró la puerta con profundo pesar y oyó alejarse la furgoneta de nick . Y para poner las cosas peor, no la había besado al despedirse, aunque lo entendía. Sólo un beso y al día siguiente lo sabría todo el pueblo. Tenían que mantener aquel asunto en privado. Apenas podía creer que se hubiera ofrecido él mismo con el riesgo que corría de perder la amistad con sus hermanos.
Pero en cuanto el sonido se alejó, miley se apoyó contra la puerta por dentro, deslizó las manos por sus senos y cerró los ojos perdida en los recuerdos. Entonces, alzó las manos y empezó a bailar ejecutando una ritual danza de celebración. Al tocarla y excitarla como lo había hecho, nick le había dado un sentido completamente nuevo a su cuerpo.
Sintiéndose embriagada, entró en su habitación, se quitó las sandalias y se desnudó para meterse en la ducha.
Cuando el chorro le acarició la piel como las manos de un amante, alzó de nuevo las manos hacia los senos henchidos y se los acarició perdida en los recuerdos.
Entonces, deslizó las dos manos hacia el vértice entre sus piernas, donde el cuerpo todavía le palpitaba de deseo por él. Los libros eróticos eran muy explícitos y no necesitaba a nick ni a nadie para el tipo de milagroso alivio que había experimentado en la furgoneta, pero volvió a subirlas. Esa noche quería saborear la sensación de sus manos y su lengua acariciando su cuerpo. Quizá fuera una tontería, pero le parecía que, si lo hacía ella sola de nuevo, los preciosos recuerdos se diluirían.
Apagó la ducha y se secó. Su cuerpo ya no era exclusivamente dominio suyo y eso le produjo un escalofrío de placer. Se puso crema por todas las partes del cuerpo que él pudiera acariciar, enojándose cuando comprendió que parecía estar esperando a nick.
Pero quizá fuera mejor que no volviera, pensó mientras se extendía la crema aromática. Quizá deberían crear algún ceremonial para lo que iban a hacer. Así tendría tres días para prepararse. Tres días para comprar tentadora lencería y convertir su habitación en un nido de amor. Dejó la crema y volvió a la habitación para examinarla con atención. Tendría que cambiar muchas cosas.
Agarró un cuaderno de notas amarillo, se tiró desnuda en la cama y empezó a hacer una lista.

CAP 33

-Entonces podrías venir a mi casa esa noche.
-Lo haré.

El corazón le dio un vuelco en el pecho.
-Te esperaré hacia las ocho.
Dejar a miley en la puerta de su casa fue lo más difícil que nick había hecho en su vida.
Probablemente fuera un tonto por no haber aceptado su invitación y pasarse toda la noche haciéndole el amor. Ahora tendría que esperar tres días. Después de haber estado esperando toda su vida.
Un momento. ¿De dónde había sacado aquella idea? No podía ser verdad. Seguramente miley no habría tenido nada que ver con su infructuosa búsqueda de esposa. Era sólo que no había encontrado la mujer adecuada todavía. Oh, Dios. Quizá sí.
Por impulso, se detuvo en el bar Ore Cart a tomar una cerveza. Todavía era un hombre soltero y sin obligaciones y eso era lo que hacían los solteros y a él le gustaba disfrutar de su libertad.
El bar estaba casi desierto entre semana, pero había un cliente que le hizo a nick desear darse la vuelta. Por desgracia, Dozer Blakely lo vio antes de que tuviera la oportunidad de hacerlo.
-¡Eh, Gran nick! -lo llamó desde su taburete-. Ven y déjame invitarte a una fría.
nick se acercó y miró a su alrededor.
-¿Dónde está Cindy?
-En casa -Dozer se pasó la mano gordezuela por el pelo -. Esperando a que me calme.
nick se sentó junto a Dozer deseando poder tener más espacio. Tenía la ropa impregnada del perfume de miley y sólo esperaba que su hermano no lo reconociera.
-¿No deberías estar con ella si habéis peleado?.
Dozer sonrió.
-Cuando peleamos, soy yo el único que se disgusta. Cindy es más fría que un pepino - los ojos azules le destellaron-. ¿Una cita ardiente esta noche?
-¿Por qué lo dices?
-Pareces satisfecho. Como si hubieras ido a aparcar por ahí.
-Pudiera ser.
Dozer sonrió y dio un sorbo a su cerveza.
-¿Así que decidiste seguir mi sugerencia y has salido con selena?
-No.
nick dio un largo trago para evitar explicar más.
-¿demi?
-Para nada.
-¿Alguna nueva?
-Podría decirse que sí.
-Pero no piensas hablar, ¿eh nick ?
-No, Dozer. No pienso hacerlo. No quiero que me deis la lata acerca de cuando voy a sentar cabeza y esas cosas.
-La verdad es que aparte de todas las bromas del otro día acerca de selena y demi, entiendo por qué no has acabado con ninguna de ellas. Y eso que selena tiene unos pechos...

nick no quería pensar en los senos de una mujer.
-¿Adónde quieres llegar?
-Que tú eres un hombre inteligente. Necesitas a una mujer con cerebro y nunca hubieras durado con demi o con selena. Al cabo de un mes te hubieran aburrido.
-Eso mismo creo yo.
-¿Entonces, esta nueva chica es inteligente?
-Sí, lo es.
Dozer asintió.
-¿Y ya has marcado gol?
nick parpadeó. La tarde que había pasado con miley no tenía nada que ver con aquella expresión. Intentó imaginarse la respuesta de Dozer si supiera que estaba hablando de su hermana.
-Supongo que no -prosiguió Dozer-. Si no, ya hubieras sonreído cuando te lo he preguntado -dejó el dinero en la barra y le dio una palmada a nick en el hombro-. Buena suerte con ella, amigo. Te mereces encontrar a una dama encantadora. Quizá sea ésta.
-Quizá.
Mientras Dozer se dirigía a su casa con Cindy,nick terminó la cerveza, dejó otro billete sobre los de Dozer y salió al cálido aire de la noche pensando en lo estupendo que era ser un hombre libre. Condujo al rancho con las ventanillas abiertas, una canción en la radio... y con miley en su mente.