viernes, 30 de julio de 2010

CAP 31

Se sentía como si le hubieran cambiado el eje. Aquella tarde había empezado como una sesión educativa en la que él debía ser el maestro y ella la pupila. Y de alguna manera, en los minutos anteriores, miley había invertido los papeles por completo. Y en el camino, lo había convertido en su esclavo.
-Podemos probar el hielo en otra ocasión -susurró ella.
-Seguro -dijo abrazándola sin energía más que para respirar.
miley nunca había visto a nick tan rígido salvo cuando le había dado un golpe de calor después de haber montado todo un día a caballo sin sombrero. Normalmente estaba cargado de energía y ahora permanecía inerte en sus brazos. Por otra parte, la experiencia de amar a nick la había excitado de nuevo. Por fin había experimentado cosas que hasta el momento sólo había leído y sentía que se había abierto un nuevo mundo ante ella. Estaba lista... para más.
Miró entonces su cara relajada.
-nick , ¿te he hecho daño?
Él esbozó una débil sonrisa.
En absoluto.
miley le acarició el pelo de la frente.
y
-miley - le acarició el pelo de la frente.
-Estás muy quieto.
-Tus libros deberían explicarte por qué.
-¿Ha sido tan bueno?
-Sí, -miley-, lo ha sido.
-Me alegro -sonrió en la oscuridad--. Me estaba preguntando si lo había hecho bien.
-Extremadamente bien.
-Estupendo -se cambió de postura-. ¿Te molesta si te beso de nuevo?
-¿Dónde?
nick abrió los ojos de golpe.
-En la boca. ¿Dónde pensabas?
-No estaba seguro. Para ser virgen, tienes unas ideas sorprendentes.
Ella frotó los labios contra los de él.
-Me lo tomaré como un cumplido.
-Lo era.
-miley posó sus labios sobre los de él jugando con su lengua. Al principio, la respuesta de nick fue perezosa, pero gradualmente el ritmo de su respiración aumentó. Mientras la temperatura del beso pasaba de cálida a ardiente, él le abarcó un seno frotándolo con dedos seguros. A miley le palpitó el cuerpo y gimió apretándose contra su virilidad.


miley apartó la boca un poco.
-¡Oh, miley ! Me estoy poniendo duro de nuevo.
Ella bajó la mano.
-Déjame...
-No -le atrapó la mano para detenerla-. Tenemos que parar. Pensé que estaba tan saciado que podía juguetear sin excitarme demasiado, pero me he equivocado. No confío en mí mismo si empezamos de nuevo.
A ella se le tensó el cuerpo de anticipación.
-¿Me poseerías?
-Hay muchas posibilidades -alcanzó el tirante de su vestido-. Vamos a poner esto en su sitio.

cap 30

miley se agachó y pasó la lengua por donde antes habían acariciado los dedos.
nick estaba haciendo tal esfuerzo por contener el clímax, que pensó que se desmayaría. --¿Dónde... has aprendido esto?
-En un libro -entonces sopló en la piel mojada-. ¿Te gusta esto?
El estrujó la manta con las dos manos y se quedó mirando en blanco al cielo estrellado. Nunca había experimentado algo igual a aquello.
-Sí, me gusta.
-Una pena que no tengamos un poco de hielo.
-¿Hielo? ¿Para... qué?
-Se supone que produce una sensación fantástica si lo pones ahí mismo durante el orgasmo -dijo, apretándole un punto sensible bajó sus testículos.
El no sabía nada de hielo, pero lo que le estaba haciendo con los dedos le estaba produciendo un efecto fantástico. Gimió con suavidad.
-¿Te está costando contenerte?
-Se podría decir que sí.
-Entonces, vamos a probar esto.
Le apretó en la base del pene con una mano tirando hacia abajo ligeramente y tomó la punta en su boca.
El efecto fue increíble. La acción de su boca le produjo un intenso placer mientras que su sujeción en la base mantenía el clímax a raya.nick gimió, bramó y agitó la cabeza de lado a lado.
Entonces, ella aflojó la mano, lo tomó por completo en su boca y todo el control de nick se hizo añicos. Intentó apartarse de su boca, seguro de que no era lo que ella pretendía, pero miley no se lo permitió. Su mundo explotó al abandonarse al orgasmo más cataclísmico de su vida. Cuando la espiral de su universo empezó a descender, la levantó, la abrazó y besó aquellos labios con sabor a pasión.

CAP 29

CHIAS LOS CAPITULOS SE VAN A PONER MUYYY HOT ......
Alzó las caderas y ella le quitó los pantalones y calzoncillos de un solo movimiento.
-¡Dios bendito!
Parecía intimidada. Bueno, al menos no la había decepcionado y eso le produjo satisfacción.
-¿Has cambiado de idea?
-No, sólo estoy impresionada. Quédate echado y déjame acostumbrarme a la idea.
NICK lo hizo y comprendió que estaba temblando como un primerizo. Cuando por fin le rodeó el miembro con una sola mano, cerró ojos y apretó los dientes. Podría explotar en cualquier momento, pero no lo haría. Se preguntó cómo había sobrevivido tanto tiempo sin las atenciones de miley .
-Tu piel es tan suave aquí...
-Hum...
-Déjame humedecerla.
Antes de que se diera cuenta de lo que iba a hacer, ella ya se había inclinado y había empezado a usar la lengua.
-¡miley !
Ella alzó la cabeza.
-¿Te estoy sorprendiendo?
-¡Desde luego! No estás preparada para ese paso todavía.
-¿Seguro? -deslizó la mano por su dura virilidad-. ¿O no lo estás tú? Tienes la cara tensa.
-Estoy intentando controlarme. Y cuando haces esas cosas... inesperadas, me resulta muy difícil.
-¡Ah! No quieres que esto acabe tan rápido.
-Exacto.
nick gimió cuando ella se lanzó a un ritmo increíble para alguien que no había practicado aquella actividad antes. Debía de tener muy buenos libros.
-Porque si sufres de eyaculación pre...
-¡No!
-Porque hay técnicas para eso.
miley , normalmente... funciono bien.
Apretó la mandíbula para luchar contra la explosión cuando ella exploró la punta de su pene con dedos aleteantes.nick tuvo la certeza de que estaba reaccionando así porque eran los dedos de miley los que estaban explorando.
-Quizá sea porque te haya deseado mucho tiempo sin saberlo...
-Eso es una bonita idea.

jueves, 29 de julio de 2010

CAP 28

nick mantuvo abrazada a miley y escuchó con orgullo sus suspiros de satisfacción mientras descansaba en sus brazos. Él estaba tenso, pero podía aguantar la presión.
-Así que te ha gustado.
Me ha encantado -su voz era perezosa, sensual y muy diferente de la miley que él conocía-. nick , has usado la fantasía, después de todo.
-Tenía que conseguir que pasaras esa barrera.
-¿Lo ves? La fantasía puede funcionar.
-Me has convertido en un fiel creyente.
Ella suspiró de nuevo.
-Me alegro tanto de que hayas sido tú, nick.

-Yo también.
Saber que había conseguido que tuviera el primer orgasmo le hacía sentirse como un rey. De todos los logros de su vida, aquel debía ser del que estaba más orgulloso.
Por otra parte, se sentía en una auténtica agonía.miley había tenido razón cuando había dicho que, si no terminaba, podía quedar frustrado, pero había otras formas de conseguir satisfacción mutua y su cuerpo se las estaba exigiendo. Pero no podía esperar que ella hiciera aquello por él considerando su falta de experiencia. Ni siquiera se lo pediría.
Entonces, sintió sus dedos en la hebilla del cinturón.-¿Qué estás haciendo?
-Si te echas un poco hacia atrás, podría hacerlo mejor.
Estaba intentando desabrocharle la bragueta y era evidente que no había desvestido a un hombre nunca antes.
De repente, él se sintió protector ante su inocencia.
-Mira, eres nueva en esto, así que no creas que espero que...
-¿Quieres que pare? Es que, aquí en la oscuridad, me siento más valiente. Y quiero hacerlo, nick . De verdad que quiero.
Ya casi le había liberado del confinamiento de los vaqueros, lo que dejaba sólo el algodón de sus calzoncillos entre él y el paraíso. Sólo la consideración contenía su urgente necesidad.
-¡Oh!
-Confieso que soy una novata en darle placer a un hombre, pero he leído ampliamente.
Aunque sus palabras eran académicas, su tono era sensual como el infierno..
miley lo frotó por encima del algodón.
-¿Y bien?
Con un suspiro, él la besó con fiereza.
-Considerando que está oscuro y todo eso, me encantaría -murmuró contra sus labios
-Entonces, alza las caderas para que te pueda quitar la ropa. Soy demasiado novata como para superar encima impedimentos.
Él se sonrojó de anticipación. Nunca en su vida se le habían acercado de aquella manera y le parecía tremendamente excitante.
-De acuerdo.

CAP 27

Cuando ella se retorció sobre la manta, la falda se deslizó hacia arriba. O quizá él la hubiera subido con aquella manera tan sutil que tenía de despojarle de la ropa. Entonces, deslizó la mano entre sus muslos apretándola contra la seda mojada de sus bragas. El dorso de su mano encontró el punto que palpitaba y apretó. miley se estremeció y nick volvió a besarla en la boca antes de apartarse un poco de sus labios.
-¿Quieres que pare?
-No -susurró ella jadeante-. Pero yo no... nunca...
-¿Ningún hombre te había puesto la mano ahí antes?
-No se habían atrevido.
nick frotó la frente contra la de ella.
-Pero debes haber hecho esto... tú misma.
-No, lo he leído.
-No es lo mismo.
-Ya lo sé, pero... Prométeme que no te reirás, pero no quería estar sola cuando sucediera.
-¡Oh, cariño! -la besó con ternura en la frente, la nariz, los párpados y por fin en los labios-. No estás sola ahora.
Y entonces, en medio de aquellos besos hechizantes, deslizó la mano por la cinturilla de sus bragas. Cuando ella sintió sus dedos deslizarse por sus húmedos rizos, dio un respingo.
-¿Es eso un «no»?
Ella empezó a temblar para contener la necesidad de apretar los muslos. Su mano allí era maravillosa, pero la asustaba también.

-Ha sido sólo una reacción.
-¿Debo parar?
-No, pero esto es tan personal... nick .
-Sí señora. Lo más personal del mundo.
Deslizó la mano hacia abajo y empezó un lento masaje.
A miley le costaba respirar cada vez más por el efecto de su caricia.
-Al menos... está completamente oscuro.
-Eso puede ayudar. Al menos a primera vez.
miley se sentía como si la estuviera transformando en una masa líquida y caliente.

-¡Oh, nick!
Se apretó a sus hombros cuando la tensión aumentó.
-No tardará mucho ahora -dijo él inclinándose para darle un suave beso en los labios-. Déjate ir, miley.
-No sé cómo se hace.
-Tu cuerpo lo sabe. Abandónate y siente -la apretó un poco más-. Justo ahí.
Ella gimió cuando la presión se hizo insoportable y el cuerpo se le arqueó y tembló bajo su mano.
nick se acercó a su oído para susurrarle:
-¿Te acuerdas de mi sueño? Tú montabas desnuda hacia el río tan excitada que tuviste un orgasmo y entonces yo te arranqué del caballo, te tiré al suelo, te abrí las piernas y...
Ella gritó cuando las convulsiones la asaltaron oleada a oleada hasta el delicioso alivio. Y todo el tiempo, sin dejar de apretarse contra nick , el hombre que le había llevado a aquella tierra de magia y había conseguido que pasara aquel milagro. Y él la apretó con la misma fuerza cubriéndole la cara de besos y riéndose con suavidad triunfante.

CAP 26

-Párame cuando quieras.
-No quiero pararte.
El corazón le palpitaba como si se le fuera a salir del pecho.
-Quiero que sepas que puedes -deslizó con cuidado un tirante entre sus dedos arrastrando el vestido hasta exponer sus senos. Entonces se quedó sin aliento-. ¡Oh, miley!
La tendió de espaldas con suavidad y le bajó el vestido hasta la cintura. Entonces lanzó un gemido y sacudió la cabeza.
-¿En qué estás pensando?
-En que eres más bonita que en mi sueño. Y has estado ahí todo el tiempo...
A ella se le secó la boca de deseo.
-Toda tapada.
-Sí. Maldición. Todos estos años...
-¿No vas a... tocarme?
-Estoy fascinado sólo con mirarte.
Pero por fin dibujó la aureola de su pezón haciendo que se erizara aún más antes de abarcarlo con tanta ternura y cuidado como si fuera una porcelana preciosa. A miley le encantó que la tratara así, pero deseaba más. Quizá necesitara demostrárselo. Se arqueó hacia delante llenando su palma con el seno.
-¡Ah, miley!
Inspirando jadeante, nick bajó la cabeza y se metió el pezón en la boca.

Sí. miley le atrajo la cabeza y se alzó hacia su caricia. Oh, sí. Aquella era la caricia por la que había estado esperando, el movimiento de su lengua, la punta de su lengua, la suave presión al chupar que le encendía aquel sensible punto entre las piernas. Sin ninguna vergüenza, le ofreció el otro pecho y él le dedicó la misma atención amorosa que al primero mientras seguía tocándolo.
Cuando ella se retorció sobre la manta, la falda se deslizó hacia arriba. O quizá él la hubiera subido con aquella manera tan sutil que tenía de despojarle de la ropa. Entonces, deslizó la mano entre sus muslos apretándola contra la seda mojada de sus bragas. El dorso de su mano encontró el punto que palpitaba y apretó. miley se estremeció y nick volvió a besarla en la boca antes de apartarse un poco de sus labios.

martes, 27 de julio de 2010

CAP 25

Ella se volvió de medio lado apoyando la cabeza en el brazo.
-Pues es una pena.
nick contuvo el aliento.
-¿Te gustaría eso?
-¿Que si me gustaría producirte tanto deseo como para arrancarme del lomo de un caballo y hacerme el amor en el suelo? Por supuesto que sí. Pero como tú has dicho, sólo era un sueño. En la vida real...
-En la vida real te deseo más que eso.
Ella dio un respingo.
-¿De verdad?
nick alzó una mano temblorosa hasta su mejilla y la acarició.
-En la vida real, deseo arrancarte ese vestido ahora mismo. Pero no lo haré. No sería justo para ti.
-¡Pues claro que seria justo!
nick lanzó una carcajada nerviosa.
-No, no lo sería.
-Pero reprimirte no sería justo para ti.
nick deslizó la mano por la parte trasera de su cuello con una suave caricia.
-La justicia no tiene nada que ver con todo esto. Nunca imaginé poder estar así echado a tu lado. Es como conseguir un regalo que no has tenido el sentido de saber que deseabas - le rozó un tirante del vestido-. ¿Qué te ha hecho ponerte esto esta anoche?
-Me pareció adecuado.
-Lo es -murmuró él antes de buscar sus labios y besarla hasta llevarla al límite.
miley no se había dado cuenta de que nick había empezado a desabrocharle el vestido hasta que la tela se aflojó sobre sus senos y él se retiró un poco acabando el beso. Entonces, abrió los ojos. La cara de nick estaba en sombras, pero podía notar su pecho agitado mientras le bajaba la cremallera del todo.

CAP 24

miley se sentó con las piernas cruzadas en la manta y esperó a que nick subiera a su lado. La noche era cálida, pero ella sentía estremecimientos de delicia. Estaban solos, como cuando eran pequeños, apartados del mundo y listos, en cierto sentido, para jugar.
-El cielo está tan limpio -susurró nick al saltar a su lado. Vamos a echarnos de espaldas para mirar las estrellas como solíamos hacer.
-¿Y no hacer nada más?
miley lo deseaba intensamente. nick le dio un beso en plena boca.
-Te contaré mi sueño.
-¡Estupendo! -estiró la falda bajo ella y se echó en la manta para mirar al firmamento-. Estrella Polar, la Osa Mayor, la Osa Menor...
nick estaba echado a su lado con el brazo y el muslo rozando los de ella.
-Orion, las Siete Hermanas.
-¿Y?
-Y nada. Ésas son todas las que sé.
-Pues yo creía que habías dado clases de astronomía.
-Aprendí algunas cosas para el examen, pero ya las he olvidado.
-Cuéntame tu sueño.
Él se quedó en silencio por un momento. Entonces, con un leve suspiro de rendición empezó.
-A ti te habían invitado a una fiesta de Halloween y me pediste que te prestara a la yegua porque querías aparecer como lady Godiva.
-¿Y tenía el pelo largo como ella?
-Hasta la cintura. Querías practicar sin el disfraz para ver cómo te sentías antes de ir a la fiesta, así que me pediste que te acompañara al camino del río. Montaste a pelo con un vestido suelto sin nada debajo. A mitad de camino, te quitaste el vestido y lo tiraste a los arbustos.
miley se estremeció. Era una imagen muy sexual.
-Pero el pelo me tapaba, ¿verdad?
-No del todo. Y ya sabes cómo es el viento en el sendero, así que cuando iba detrás de ti, vi varias imágenes de lado. Estabas... estabas preciosa. Y montada, así, balanceándote sobre el lomo del caballo, empezaste a excitarte.
-¿Y cómo podías saberlo?
-Tenías la piel sonrojada, la respiración más agitada y... los pezones muy erectos - nick la agarró de la mano y se aclaró la garganta-.
Aquello describía lo que miley estaba sintiendo en ese mismo momento. Como nick no seguía, preguntó:
-¿Y te despertaste entonces?
-No.
-¿Qué pasó?
-Que tuviste un orgasmo.
-¿Qué?
-Lo que me excitó tanto que te desmonté del caballo y te hice el amor allí mismo en el suelo.
miley no estaba segura de quién estaba apretando más, si ella a él o él a ella.
-¿Fue bonito?
-Ésa no es la palabra. Fue salvaje y primitivo, sin barreras. Te mordí en el cuello y tú me clavaste las uñas en la espalda. Fue... fantástico.
-¡Uau!
miley se preguntó qué pensaría si supiera que tenía todo el cuerpo palpitante en ese mismo instante.
nick le soltó la mano y se volvió de medio lado para mirarla
-No quiero que te asustes por ese sueño, miley. Nunca sería así en la vida real.

lunes, 26 de julio de 2010

CAP 23

nick empezó a desear besarla de nuevo y, aunque sabía que no llegarían hasta el final, su entusiasmo por el siguiente paso no decayó.
-¿Lista para subir a la parte trasera?
-Lo he estado pensando. ¿Estás seguro de que deberías?
nick lanzó una carcajada.
-Creo que eso ya lo hemos discutido. No, probablemente no debería, pero lo haré de todas formas, porque sigue siendo la mejor solución.
-No, quiero decir por cómo has reaccionado al besarme. Apuesto a que nos estás acostumbrado a ligar con una mujer y no llegar hasta el final. Puede que acabes frustrado.
Él sonrió.
-Y tú también. De eso se trata. De que la excitación aumente hasta que realmente estés lista para ello. ¿O prefieres sacrificarte por mi?
-Sí. No tenemos por qué pararnos si vas a sentirte... demasiado incómodo.
¡Oh, Dios! El paraíso a su alcance y lo había pillado sin preparar. Inspiró con fuerza.
-Bueno, por mucho que desees hacer el gran sacrificio por mí esta noche, no hará falta. No he traído protección.
-¿No?
-¿Qué crees, que siempre la llevo por si hay suerte?
-¿Ni siquiera en la guantera?
-¿Estás de broma? Ya sabes que mi madre suele usar la furgoneta y que le ponen multas de vez en cuando. Imagino lo que disfrutaría encontrando un preservativo cuando metiera la mano en la guantera para buscar la documentación.
miley alzó la vista hacia él.
-¿Sabes? Me alegro de saber que no los llevas encima todo el tiempo.
-¿Es que me tomas por una máquina sexual o algo así?
-No exactamente, pero todo el mundo pensaba que habías instalado esa colchoneta en la parte trasera hace dos años para poder divertirte con tus novias.
nick lanzó un suspiro de exasperación.
-Puse esa colchoneta en la parte trasera porque mi madre empezó a restaurar muebles antiguos y no quería que se rayaran.
-¿No era para hacer el amor?
-No.
-¿O sea que nunca...?
-Yo no he dicho eso. Y esta discusión está acabada.
-0 sea que no quieres volver a hablar de tu vida amorosa más.
-No.
La alzó entonces en brazos antes de darle tiempo a decir nada más. Por supuesto que había hecho el amor allí, pero no quería hablar en ese momento de ello. De hecho, no quería hablar o pensar en otra mujer con la que hubiera estado saliendo. No habían sido las adecuadas para él, pero no lo había sabido hasta unos momentos antes... cuando había besado a miley .

cap 22

nick siguió acariciándole el pelo antes de dibujarle los contornos de la cara con la punta del dedo para acabar en su boca, que dibujó con gran cuidado.
miley alzó la vista hacia él para intentar ver su expresión en la luz del crepúsculo.
nick le abarcó la mejilla.
-La última vez que te toqué así, te estaba poniendo un trozo de hielo en el ojo, donde te había dado la pelota de béisbol.
miley apenas podía distinguir su sonrisa en la penumbra.
-No me tocaste así -murmuró.
-¡Claro que sí!
nick deslizó la mano hasta su barbilla y la atrajo más hacia sí.
-No, eras más áspero. Estabas enfadado conmigo.
-No, estaba enfadado conmigo mismo. Yo fui el que tiró esa pelota.
-Y yo la que la rebotó.
-Hum. Tu boca está muy sexy cuando dices rebotó.
-Si ni siquiera puedes verme la boca.
-Sí puedo. Queda un poco de luz y por eso te he ladeado la cabeza. Para poder verte la boca. Di la palabra de nuevo.

El deseo la asaltó.
-Estás loco.
-Sí -la atrajo aún más-. Di la palabra para mí, miley .
-Rebotó.
-Otra vez.
-Rebotó.
Sus labios rozaron los de ella y en ese instante, miley supo que el mundo que había conocido había dejado de existir. Porque ahora estaba besando de verdad a nick y nada volvería a ser lo mismo.

miley había sido la fruta prohibida tanto tiempo que cuando nick posó los labios sobre los de ella, casi esperaba que un relámpago rasgara el cielo. En vez de eso, sus labios aterciopelados lo recibieron de una forma tan completa, que lo echó para atrás con el corazón desbocado. Maldición, aquello iba a estar muy bien. Demasiado bien. Un hombre podría perderse con un beso así.
-¿nick? -susurró ella-: ¿Pasa algo?
Con un gemido, él volvió a su boca concentrándose en el beso y al diablo con las consecuencias. Pero tenía la inquietante sensación de que aquello le costaría más de lo que nunca hubiera imaginado.
Porque su boca encajó en la de él a la perfección. No tuvo que pensar en que estaba besando a miley , porque fue tan sencillo como respirar. Ella se abrió a él como si lo hubieran estado haciendo durante años. Y él aceptó su invitación sin vacilar, paladeando su sabor, su calor y su deseo.
La alegría lo embargó cuando ella respondió apretándose más contra él y gimiendo con suavidad mientras le hacía el amor a sus labios. nick pensó en los años que había perdido. Pero allí la tenía ahora, viva y cálida en sus brazos y dispuesta...
Muy dispuesta. Cuando se amoldó contra él, nick pudo sentir sus pezones, erectos y excitados, contra su pecho. Su propia erección le tensaba los pantalones. Si no paraba enseguida, violaría los términos del acuerdo de esa noche y le haría el amor allí misma en el suelo del desierto.
Con gran esfuerzo, se apartó con la respiración jadeante. El sol ya había caído y apenas podía ver la cara de miley . Le hubiera gustado poder ver el deseo dibujado en su cara, pero quizá fuera mejor así.
-Me ha... gustado eso -susurró ella con la respiración tan jadeante como la de él.
-Sí -le frotó la espalda mientras las chicharras empezaban su canto-. A mí también.
miley enroscó los brazos alrededor de su cuello y se apoyó contra él.
-¡Estás excitado de nuevo! Lo noto en tu voz.
-Cualquier hombre se excitaría si lo besaras así.
-¿He sido demasiado... desinhibida? - Preguntó ella preocupada
-Dios, no. Has estado estupenda.
-Me lo preguntaba porque normalmente no me excito tanto...
A nick le encantó oír aquello.
-¿De verdad?
-No me suele pasar la primera vez que beso a alguien. Eres... hum... muy bueno en este asunto de besar. Supongo que será la práctica lo que te da la técnica.
-Eso no ha sido técnica -le encantaba deslizar los dedos por su pelo-. Ha sido... no lo sé. Me has inspirado, supongo.
-¡Oh! -exclamó ella con satisfacción.
HOLA CHICAS QUE TAL SORRY POR NO HABER SUBIDO RECIEN HE TERMINADO EXAMENES DE LA UNIVERSIDAD Y LES PROMETO QUE TRATARE DE SUBIR SEGUIDO AHORA QUE ESTOY DE VACACIONES =D

POR HABERME ESPERADO TANTO LES DEJO 3 CAPITULLOSSSSS........AHH Y ME OLVIDABA MUCHAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS LAS APRECIO MUCHOO REINASSSS

domingo, 18 de julio de 2010

CAP 21

nick lE tendió la mano.
-Llevaré primero la manta y volveré a por ti.
-Puedo yo llevar la manta.
-miley ...
-De acuerdo, señor macho, pero esto es una tontería. Podríamos hacerlo de un solo viaje.
-Sí, si buscáramos la eficacia, pero yo busco un efecto diferente.
nick fue hasta la parte trasera, abrió la portezuela y trepó dentro.
miley escuchó cómo colocaba la manta. Un par de años atrás, había instalado una colchoneta allí y ella se había preguntado si tendría que ver con su vida amorosa. Ahora estaba bastante segura de que sí.
Joe saltó y volvió a su lado.
-¿Puedo poner mi delicado pie en el suelo?
-Todavía no. ¿Te han sacado en brazos alguna vez de una furgoneta?
-Desde los seis años no. En cuanto supe hacerlo por mi cuenta, me pareció una completa tontería ya que... ¡Uau! -exclamó cuando él la levantó por la cintura.
De forma instintiva, miley le rodeó el cuello con los brazos y él la dejó acomodarse con un movimiento sensual y lento. El calor la asaltó al sentir la fricción de su cuerpo contra el de ella como una sensual caricia. Al final, sus pies descansaron en el suelo y lanzó un suspiro.
nick la mantuvo abrazada y bajó la vista hacia ella.
-¿Te ha parecido tonto?
Completamente absorta por la experiencia de haber estado abrazada a él de forma tan íntima, miley sacudió la cabeza.
-¿Crees que estás lista para un beso?
-¡Oh! No lo sé.
-Vamos a intentarlo.
Atrayéndola con un brazo por la cintura, le apartó el pelo con suavidad de la cara con la otra mano.
Ella ya había visto aquella parte tierna de él, sobre todo con los animales o cuando ella se había hecho daño. Pero esa caricia sensual no iba destinada a tranquilizarla, sino a excitarla. Y lo estaba consiguiendo de forma admirable. Estaba temblando tanto, que se preguntó si conseguiría mantenerse en pie.
-Estás nerviosa.
-Sí.
-Yo también

CAP 20

Quieres saber lo que yo soñé? -como él no respondió, miley sonrió-. Lo tomaré como un sí. Habíamos ido una noche de verano a comprar un helado a Creamy Cone. El mío se estaba derritiendo por el camino y tú te habías olvidado de la servilletas como siempre.
-No siempre.
-Casi siempre. De todas formas, yo me manché y no quería ir a casa así, así que decidiste que la única solución era que me lamieras el helado. Como por arte de magia aparecimos en la orilla del río y estábamos sentados en la arena de nuestro rincón favorito. Tú empezaste a limpiarme como un gato y entonces... empezaste a besarme en vez de chuparme y... me desnudaste... -se preguntó cuántos detalles más debería incluir, pero se sentía deshonesta si no lo contaba todo-. Me besaste los senos y yo te dije que me sorprendía que quisieras hacer eso. Y entonces, cuando por fin íbamos... bueno, me desperté.
Tenía el corazón desbocado cuando terminó de contar el sueño y recordó exactamente lo que había sentido en aquel sueño, toda ardiente y fundida como el mismo helado. Desde luego, estaba con el estado de ánimo adecuado para un beso. Y para más de un beso. nick paró la furgoneta y apagó las luces y el motor.
-¡Vaya sueño!
-Ahora cuéntame el tuyo
-Quizá más tarde.
-¿Se parecía en algo al mío?
-No.
El silencio se fue haciendo más intenso. El aire acondicionado estaba apagado, pero el calor exterior no había penetrado en el coche. El calor que miley sentía venía de dentro de ella y estaba a punto de hacer algo, pero no sabía si debía ser nick el que diera el primer paso. Por el rabillo del ojo lo vio mirando al vacío. Parecía hipnotizado. Al final decidió decir algo.
-¿Y ahora qué?
-Dame un minuto. Después, pondremos la manta en la parte trasera.
-¿Te sientes mal o algo así?
-No, me siento excitado.
-¿De verdad? -miró a sus pantalones, pero estaba demasiado oscuro-. Bien. ¿Ha sido mí sueño lo que te ha excitado?
-Claro. Pero probablemente ya sabrías lo que pasaría después de lo que has leído sobre las fantasías.
-No, no lo sabía -se sentía encantada consigo misma-. Me preguntaba si te reirías.
nick lanzó un gemido.
-Supongo que no me conoces tan bien como crees, entonces.
-Entonces... ¿realmente me deseas ahora?
nick volvió la vista hacia ella.
-Sí. De verdad. Vaya sorpresa, ¿verdad?
-¡Oh, nick! -se llevó la mano al corazón-. ¡Eso me hace sentirme tan bien!
Él esbozó una lenta sonrisa.
-Supongo que esto no va a ser tan difícil como pensábamos.
Ella le devolvió la sonrisa.
-Supongo que no. ¿Quieres que ponga la manta en la parte trasera y te espere?
nick inspiró con fuerza.
-Ya estoy bien. Espera aquí.
-Saldré a ayudarte.
-No quiero que pises una serpiente con esas sandalias.
-¡He vivido aquí toda mi vida, nick! --dijo agarrando la manta-. Desde luego qué sé mirar bien antes de salir de un vehículo por la noche en medio de ninguna parte.
-¡Eh! -nick se volvió para mirarla-. ¿Es que no puedes actuar de tímida mujercita unos minutos para darle a un chico la oportunidad de ser el macho valiente?. Es bueno para su ego.
-¡Oh! -sonrió y cerró la puerta de nuevo.
-De acuerdo, pero creo que es una tontería.
Él sacudió la cabeza.
-Quizá esto vaya a ser tan difícil como creíamos.
miley siguió sentada mientras nick daba la vuelta a la furgoneta y abría la puerta, aunque esperar a que él se hiciera cargo de las cosas no era su estilo. Pero si eso le hacía sentirse más romántico obedecería.

CAP 19

Arrodillada en la manta del suelo, miley se sentía más salvaje y loca que en muchos años. Había desarrollado el gusto por la aventura a fuerza de jugar con sus hermanos y con Joe y últimamente había echado de menos la adrenalina.
Apoyó los brazos en el asiento y la cabeza en ellos. Tenía dos elecciones, o mirar a la puerta o al muslo de Joe a su derecha. Con la sensación de aventura que la embargaba, miró a la derecha.
La musculosa pierna de Joe se flexionó al apretar el acelerador haciendo que la tela de sus vaqueros se apretara de forma tentadora justo al lado estaba el borde de la cremallera.
Se le aceleró el pulso al contemplar las consecuencias de su decisión. Por supuesto, si descubrían que no estaban hechos el uno para el otro, tendría que interrumpir todo el programa.
nick conectó la radio y una suave música country inundó la cabina. miley había ido cientos de veces con él escuchando música e incluso cantándola a todo volumen para despertar a los vecinos cuando eran adolescentes. Ahora comprendía que se encontraba siempre más viva al lado de nick.
-Vamos a entrar en una carretera de tierra en un momento -advirtió nick-. Intenta no botar demasiado. En cuanto hayamos salido de ella, probablemente puedas sentarte otra vez.
-¿Adónde vamos?
-A una pequeña carretera que descubrí hace un par de años. Va hasta el borde de una pequeña meseta donde hay una vista maravillosa del pico Anvil. Aquí llega el cruce.
Apretó el freno y la tela del vaquero se tensó de nuevo.
Contemplar a nick conducir desde aquel punto de vista aventajado era una experiencia bastante erótica, decidió miley.
Joe sujetó el volante con una mano y a miley por el hombro con la otra mientras miraba hacia atrás. Cuando apartó la mano, ella deseó que no lo hubiera hecho. Quizá su abrazo no fuera a resultarle tan inquietante como había temido.
-De acuerdo. Creo que ya puedes sentarte. Por aquí nunca viene nadie.
-Excepto tú. Pareces conocer muy bien el sitio -dijo miley mientras se incorporaba y se estiraba el vestido.
-He estado aquí unas cuantas veces.
-¿Ligando?
-No empieces a hacerme preguntas de ese tipo, miley. Vas a estropear el ambiente.
-0 sea que ligando -concluyó ella.
nick suspiró y encendió los faros.
-Bueno, no soy tan tonta y ¿sabes? Sé por qué los chicos buscan carreteras solitarias -miró a su alrededor. Desde luego, no había ni rastro de la civilización. Al otro lado del valle verde, el pico Anvil se recortaba contra un cielo de color escarlata-. Esto es muy bonito.
-Eso me parece a mí.
-Entonces, ¿a quién has traído aquí?
-¡miley! Cuando dos personas están juntas, deben concentrarse la una en la otra.
-A menos que quieran explorar el lado de la fantasía.
-¿Puedes olvidarte de las fantasías por un momento? Por lo que yo sé, estar aquí contigo es mi fantasía.
-¿De verdad?
-No. No sé lo que me ha hecho decir eso. Olvídalo.
Pero miley no podía olvidarlo. Y recordó un sueño que había tenido hacía cinco años. ¿Has soñado-alguna vez conmigo?
-Por supuesto que he soñado contigo. Nos vemos todo el tiempo y yo sueño con la gente que está en mi vida. Todo el mundo lo hace.
-No, me refiero a sueños eróticos.
nick vaciló.
-Sí. Una vez.
-Yo también. Contigo.
-Eso debe de ser normal.
-Yo no he dicho que no lo fuera. ¿Qué soñaste?
-Yo... no puedo acordarme...
-No te creo. ¿Me vas a decir qué era?
-No.

CAP 18

A NICK no le estaba gustando el derrotero de aquella conversación.
-Supongo que no. En cierto modo, es una ventaja. Así tendrás mucha experiencia, o sea que supongo que sabrás lo que hay que hacer.
-Y si no lo sé, tú podrás enseñarme.
Ella lo miró con los ojos entrecerrados.
-No te gusta mucho la idea, ¿verdad, nick?.
Maldición, miley podía leer en su mente como en un libro abierto. Era la única mujer que había podido hacer aquello en toda su vida.
-¡Eh, siempre estoy abierto a las cosas nuevas!
-Yo te conozco bien. Sé que eres de los que les gusta tener todas las respuestas..
-Eso no es verdad. Puedo aceptar una sugerencia tan bien como cualquiera.
-Todos los expertos aseguran que el sexo es un tema muy sensible, sobre todo para los hombres. Quizá sea mejor que no mencione algunas de las cosas que he aprendido. No querría acomplejarte.
Aquello le tocó la fibra sensible.
-¿Acomplejarme? Maldición, puedes hacer todas las sugerencias que quieras. ¡Mi ego podrá aceptarlo!
-¿Lo ves? Ya estás enfadado.
-No estoy enfadado.
miley siempre parecía saber cuándo dejar de discutir y sólo lo miró en silencio.
Por fin, él esbozó una tímida sonrisa.
-De acuerdo, me siento un poco intimidado.
-¿No te gustaría aprender más si pudieras?
-Sí. Sólo un tonto no querría.
-Bien -mily parecía extremadamente satisfecha de sí misma-. Entonces, yo podré contribuir a algo, después de todo.
Aquello le hizo sonreír.
-¿Crees que la mejor contribución que vas a hacer va a ser la de un libro?
Ella se sonrojó como un tomate.
-Bueno, supongo que no.
-Yo tampoco lo creo.
Ella lo miró un momento antes de desviar la vista turbada.
-Estoy asustada , nick.
-¿Incluso conmigo?
Ella asintió.
-Especialmente contigo. Sé que tienes un nivel muy alto. ¿Y si te defraudo?
Él se estiró y le agarró la mano. Pero fue diferente que cualquier otra vez que le hubiera tomado la mano. Esperó hasta que ella lo volvió a mirar.
-No te hubiera ofrecido esto si no hubiera querido, miley. No hay posibilidad de que me defraudes.
La inseguridad asomó a los ojos grises de ella.
-Gracias.
Joe le apretó la mano y se la soltó.
-Nos estamos poniendo nerviosos aquí sentados hablando de ello. Será mejor que nos vayamos antes de que empecemos aquí mismo.
-Puede que tengas razón. Allá voy -se dio la vuelta y empezó a agacharse para poder encajar en el suelo-. Echa un vistazo y asegúrate de que no nos ha visto nadie.
nick miró a su alrededor.
-No veo a nadie. La mayoría de la gente debe de estar cenando.
miley se acomodó en la manta azul.
-Adelante, vaquero.
Y así empezó. nick inspiró con fuerza y metió la marcha atrás. Había hecho muchas cosas salvajes en su vida, pero esa vez esperaba no haber mordido más de lo que podría tragar

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CHICAS =) ESTA SEMANA QUE VIENE VOY A ESTAR EN EXAMENES Y NO CREO PODER ENTRAR A SUBIR LA NOVE ASI QUE HOY LES PONGO TRES CAPITULOS SEGUIDOOS PARA QUE AL MENOS TENGAN ALGO =D

OK
LES PROMETO QUE TERMINANDO LOS EXAMNESE LES SUBIRE LA NOVE SEGUIDA =D

LAS KIEROO Y GRACIAS POR LOS COMENTARIOS ,ME HACEN SENTIR MUY BIEN

viernes, 16 de julio de 2010

CAP 17

OTRO CAP MAS...... PORQUE EL ANTERIOR ERA MUY PEQUEÑO ACA LES VA EL SEGUNDO...
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miley estaba mirando al frente agarrada a su bolso como si le fuera en ello a vida. Las gafas de sol le ocultaban los ojos pero las mejillas la delataban. Eran más rosas que el color de la puesta de sol. Tenía el pecho agitado haciendo que la perla temblara en el valle de sus senos.
El aire de la cabina se volvió dulce y espeso de deseo, hasta que nick creyó que podría masticarse.
-¿Entonces quieres dar ese paseo?
-Sí, pero he pensado lo que debemos hacer. Vamos a mi casa y nos quedamos un rato allí parados en la puerta. Después, me agacho en el suelo de la cabina y podemos ir donde... bueno, donde tengas pensado.
Él se excitó al instante.
-De acuerdo.
miley siguió sin mirarlo.
-¿Sabes? Puede que no pase nada. Puede que nos dé la risa o algo así.
-La risa está bien. Reírse significa que normalmente estás pasando un buen rato.
-Quiero decir porque nos sintamos ridículos.
A nick no se le había pasado ni por la imaginación aquella idea.
-¿Crees que nos pasará?
-No lo sé. Quizá sea mejor que imagine que eres otra persona diferente.
-No lo hagas -la idea le ofendió más de lo que debería-. Eso sería insultante.
-Como quieras. Pero algunos hombres se excitan con las fantasías sexuales de su compañera.
-No creo que yo entre en esa categoría.
-Si tú lo dices... Pero si nunca lo intentas, nunca lo sabrás.
miley parecía ir relajándose a juzgar por su sonrisa de superioridad. Era el tipo de sonrisa que le decía que no tenía ni idea de lo que estaba diciendo. Quizá debería echar un vistazo a aquellos libros, después de todo. Desde luego, ella estaba en ventaja porque aunque él había visto su buena ración de revistas pornográficas cuando era adolescente, sólo se había concentrado en las fotografías, no en el texto. Él había supuesto que sería él el maestro y ella la aprendiz igual que habían hecho toda la vida, pero la idea de que miley pudiera saber más del sexo que él le hacía sentirse muy incómodo.
miley se desabrochó el cinturón de seguridad.
-Supongo que será mejor que me esconda en el suelo de la cabina ahora.
-Espera un minuto. Eso está muy sucio. Te mancharás el vestido -abrió su puerta y salió afuera a sacar una manta que siempre guardaba tras el asiento-. Pon esto primero.
-¡Me acuerdo de esta manta! Era la que usábamos para hacer la tienda en tu jardín!
-Sí, es la misma.
miley la extendió a sus pies.
-Es como encontrar a un viejo amigo. Y sigue tan azul y suave, aunque el borde está un poco desgastado. ¿Para qué la usas ahora?
-Hum... para cosas diferentes.
De repente no quería contarle que había hecho el amor a varias chicas sobre aquella manta. La guardaba siempre en la furgoneta por si el tiempo era bueno y la mujer estaba deseosa. Y ahora, por muy tonto que pareciera, le parecía una traición hacia miley haberla usado de aquella manera.
Ella lo miró con intensidad.
-No te preocupes, nick . Ya sé que has estado con muchas mujeres.
Él se agitó en el asiento.
-Yo no diría tanto.
-Pues entonces mis hermanos deben estar mintiendo. Según ellos, te has acostado con más mujeres que...
-¿Importa eso?

CAP 16

CHICAS MUCHAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS =) PONDRE LOS CAPITULOS UN POCO MAS LARGOS, HOY SUBIRE DOS CAPITULOS; UNO AHORITA Y OTRO EN LA TARDE O NOCHE OK UN REGALO PARA USTEDES HASTA QUIZAS SUBA TRES PERO DEPENDE DE MI TIEMPO . LAS KIEROOOOO MUCHOOOO ME HACEN SENTIR TAN BIEN CON LOS COMENTARIOS =D AHI LES VA EL CAP. CADA VEZ SE VA PONER MAS INTERESANTE LA NOVE , ESPEREN A VERLO .
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Oh, sí. Aquellos ojos azules que siempre había visto con inocencia, ahora estaban cargados de secretos y ya se estaba preguntando cómo serian aquellos ojos cargados de pasión. De pasión por ella. La idea le tensó el cuerpo y sintió una palpitación que no tenía nada que ver con la amistad.
-Tienes razón -dijo.
-Vamos a salir de aquí.
-¿Y qué pasa con tu cena?
-La verdad es que no tenía hambre, pero si quieres, podemos pedirle a Janice que nos lo guarde en un recipiente.
-No te molestes. No durará con este calor.
nick sacó la cartera del bolsillo trasero al mismo tiempo que miley abría el bolso.
-Guarda el dinero, miley.
-Pero si siempre hemos pagado a medias.
-Nuevo juego, nuevas reglas. Eres mi cita y la cena corre de mi cuenta.
El gesto le gustó más de lo que se atrevía a admitir.
-¿No te estás tomando esto un poco literalmente?
-Para nada. Esperaría que cualquier hombre en mi posición tuviera la cortesía de invitarte a cenar. Como expresión de gratitud.
miley se quedó sin aliento ante aquella galantería. No le extrañaba que las mujeres cayeran rendidas a sus pies. Ella nunca lo había entendido, pero también era cierto que nunca había desplegado todo su encanto con ella. Janice se acercó a ellos.
-¿Se van tan pronto? -entonces miró los platos con sorpresa-. ¿Algo malo con el rollo de carne?
-No -dijo miley-. Nosotros...
-Dios mío, estás toda sofocada -Janice le tocó la mejilla-. Niña, estás febril. Seguro que va agarrar la gripe.
-Eso creo yo -intervino nick-. Por eso decidimos irnos.
-Mi Steve le agarro la semana pasada. Cualquiera pensaría que un microbio no puede sobrevivir con este calor, pero hay una buena epidemia. Lo mejor será que te meta en la cama.
miley sintió más ardor en la cara y no se atrevió a mirar a nick.
-¡Mírala! -exclamó Janice-. ¡Está ardiendo! Será mejor que la lleves a casa. Venga, Marchesen ya.
Aunque miley hubiera querido salir corriendo, se obligó a caminar como una enferma al preceder a nick hacia la entrada. Salieron entre un coro de buenos deseos de los demás comensales
nick la ayudó a subir a la furgoneta.
-Bueno, al menos no han sospechado nada. No podemos seguir con esto. Muy pronto, todo el mundo en el pueblo sabrá que me llevaste a casa desde el Nugget y...
-¿Y qué? -arrancó y conectó el aire acondicionada-. No sospechan lo más mínimo. Es tu conciencia de culpabilidad.
-¿Estás seguro?
-Por completo.

Mantén la frialdad, se dijo nick a sí mismo. Se suponía que él era el experto. Si apretaba el volante con bastante fuerza, miley no notaría que le estaban temblando las manos. Y si notaba que estaba sudando le echaría la culpa a la temperatura. ¿Pero en qué se había metido? Todo su mundo esta trastocado. Si miley aceptaba, se harían amantes ese verano y ya había descubierto que era más posesivo con ella de lo que nunca hubiera soñado. Si el hacía el amor ese verano, aquella posesión podría descontrolarse. Y eso no podía permitirlo, porque ella se iría a Nueva York y conocería a otros hombres. Y eso llevaría a... ni siquiera quería pensar adónde llevaría. Se estaba volviendo loco, eso era lo que le estaba pasando.
Pero no encontraba otra forma de solucionar el problema.
-¿De verdad que me vas a llevar a mi casa? -preguntó miley .
nick la miró. Ella todavía no se había comprometido a nada.
-¿Quieres que lo haga?
-La verdad es que no.

jueves, 15 de julio de 2010

CAP 15

nick tosió para aclararse la garganta.
-¿Es eso lo que quieres?
miley no podía controlar su pulso desbocado.
-No lo sé. Comprendo que esto es mi plan, pero no me siento dispuesta ahora mismo.
-Tengo una sugerencia.
miley tragó saliva. Era el hombre más sexy que había visto en toda su vida. ¿Cómo no se habría fijado en todos aquellos años?
-De acuerdo.
nick bajó la voz y se inclinó hacia adelante mirándola con sus ojos grises nublados ahora.
-Quizá necesitemos practicar. Podríamos dar un paseo en coche, aparcar en algún lado y ver cómo sale. Y para quitarle tensión, podríamos acordar no llegar hasta el final la primera vez.
Estaba tan cerca de ella, que su aliento le acariciaba la cara y, cuando lo miró a los ojos, el corazón se le desbocó de tal manera, que creyó que podría darle un ataque. Aquel era un nick al que nunca había visto antes.
-Supongo que podríamos hacerlo, pero...
-¿Pero? ¿Cómo te imaginabas tú el proceso?
Ella se puso de color escarlata.
-¿Sinceramente?
-Sí.
-Si me hubieras acordado una cita con alguien, me imaginaba una aventura de una noche para acabar cuanto antes con el asunto.
nick parpadeó.
-Eso es una idea horrible.
-¿Sí?
-Pensaba que querías pasar un buen rato.
-Y quiero -inspiró temblorosa-. ¿Pero no podría pasarlo bien con una aventura de una noche?
-Tú no. Algunas mujeres sí, pero tú necesitas tiempo.
-Por eso he estado leyendo esos libros. Y soy una aprendiz muy rápida -él guiñó y esbozó una sonrisa-. ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?
-Por que es muy propio de ti ponerte a aprender un tema en serio antes de lanzarte a por él.
La tenía totalmente desequilibrada, y miley no estaba acostumbrada a sentirse así con nick.
-¡Puede que yo también pueda enseñarte algunas cosas, señor Sabelotodo! -susurró un poco más alto de lo que había pretendido.
Miró a su alrededor aprisa, pero nadie los estaba mirando, lo que no era de sorprender. Verlos juntos en el Nugget era muy habitual.
nick se inclinó hacia adelante.
-No dudo que puedas -mientras se siguieron mirando en silencio, la expresión de él se hizo más cautelosa-. La cuestión es: ¿quieres? Todavía no has respondido.
-No lo sé, nick. Esto es muy... personal.
-Desde luego.
-Me conoces tan bien...
-Tan bien como cualquiera.
-Las cosas no volverían a ser nunca lo mismo entre nosotros.
nick posó la cuchara.
-Ya son diferentes -la miró con intensidad-. ¿Me equivoco?

miércoles, 14 de julio de 2010

CAP 14

miley dio un respingo y se llevó la mano a los labios. Se sentía como si le hubieran echado un jarro de agua hirviendo por encima. Oh, Dios. nick . ¿Cómo podía hacerlo? La imaginación se le desbordó con la idea incapaz de asimilarla todavía. El corazón le latía tan aprisa que creyó que él podría oírlo. nick . ¡Qué delicioso! ¡Qué imposible! ¡Qué atemorizante y adorable a la vez!
-A menos que tú no me quieras.
miley ya tenía problemas para respirar cuanto más para hablar.
-Yo... yo...
-No me parecerá mal si no quieres. Puede que yo no sea lo que... deseas.
-Yo... tengo que pensarlo.
-Claro.
Aunque estaba aturdida, sintió la vulnerabilidad de él.
-Me siento honrada.
-¿Honrada?
-De que siquiera hayas considerado... que estés dispuesto...
-Mejor yo que nadie que se me ocurra.
-¿Es... -se frotó los ojos-. ¿Es tanto sacrificio entonces?
Ante su carcajada, miley abrió los ojos.
-¿Estás de broma? -la miró asombrado-. Si corro la palabra de que estás dispuesta, la cola de hombres fuera de tu casa llegaría hasta el Nugget.
-¿Eso crees?
miley nunca le había hecho un cumplido tan extravagante acerca de su atractivo sexual. Ahora que lo pensaba, ni siquiera le había dicho nunca ningún cumplido.
-Puedes escoger tú misma. No tienes por que cargar conmigo. Sólo pensaba...
-Que me sentiría más cómoda contigo. Gracias, nick . Y probablemente sea verdad. En cuanto me recupere del sobresalto...
-Tómate tu tiempo.
-¿No cambiarás de idea?
Él sacudió la cabeza.
-¿Y qué hay de mis hermanos?
-No voy a decir que no vaya a ser difícil, pero hemos guardado secretos antes. Supongo que podremos hacerlo de nuevo.
miley nunca había estado tan impresionada con nadie en su vida.
-No me merezco un amigo tan bueno.
nick esbozó una sonrisa de soslayo.
-No me valores tanto. No creas que va a ser el peor trabajo que he hecho en mi vida.
-O sea que... ¿crees que podríamos divertirnos?
-Al menos yo podría conseguirlo.
miley se reclinó hacia atrás y se abanicó con la mano.
-¡Uau! Eso me ha desequilibrado -lo miró recién afeitado-. ¿Lo habías decidido antes de cambiarte y ducharte?
-No, la verdad es que no tenía ni idea de lo que iba a decir cuando llegué. Fue mientras estábamos hablando cuando pensé que era la única solución posible.
-La razón por la que te lo he preguntado es que, considerando que estás recién duchado, quizá hayas pensado que pudiéramos... eh... -se sentía increíblemente tímida-, encargarnos de ello.!
CHICAS MUCHAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS =) LAS KIERO MUCHOOO...... LES PROMETO QUE SUBIRE MAS SEGUIDOO SIII HAI LES VA EL MEJOR CAPITULO DE TODOOSSS ,=)

martes, 13 de julio de 2010

CAP 13

No creo que me haga falta.
-¡Por Dios bendito! Los hombres y su ego. Supongo que podrías aprender algo.
-Gracias, pero prefiero mi propia intuición.
-De acuerdo, pero ésta es la oportunidad perfecta para que veas esos libros sin que nadie lo sepa. Cuando yo me vaya, me los llevaré y te quedarás solo.
-No creo que vaya a olvidarme de tu partida con facilidad.
El brillo de diversión desapareció de los ojos de ella.
-¡Oh, nick ! Lo siento. No quería decir una cosa así. Ya sé que te encantaría hacer lo mismo.
-Yo no diría eso. Y alguien tiene que cuidar del rancho. Ya noté el invierno pasado que mis padres cada vez están más torpes.
-¿Les has insinuado alguna vez que no querías hacerte cargo?
-Es que sí quiero hacerme cargo. Han luchado mucho por levantar ese negocio y mantenerlo. Se morirían si tuvieran que venderlo a unos desconocidos cuando ya no pudieran trabajar -la miró a los ojos-. Si tú fueras hija única, ¿te irías a Nueva York?
miley estaba a punto de decir que sí cuando vaciló.
-Probablemente no. Es una suerte que mis hermanos quieran quedarse aquí para toda la vida -dirigió una mirada de simpatía a nick -. Puedes venir a verme cuando quieras. Te enseñaré Nueva York a fondo.
-Gracias. Quizá te tome la palabra.
-Podríamos pasarlo de maravilla. Iremos a lo alto del Empire State, a la Estatua de la Libertad, a Central Park y a Times Square. Prométeme que irás a verme, nick. ¡Sería maravilloso!
-De acuerdo. Te lo prometo.
El corazón se le encogió al pensar lo bien que lo pasarían para después tener que regresar y dejarla allí.
-Me siento mucho mejor sabiendo que vendrás a verme. Supongo que siempre he soñado ver esas cosas contigo. Hasta puede que espere a que vayas para hacer algo de turismo. Así lo veremos juntos por primera vez. Y hasta podríamos ir a un restaurante caro al menos una vez y...
-No pienso llevarte a un restaurante caro a menos que comas algo más que ahora.
miley miró a su plato y agarró el tenedor.
-Supongo que estoy distraída. No puedo pensar en otra cosa que en mi viaje y en prepararme para él -alzó la vista hacia él-.nick , sé que crees que estoy loca por querer hacer eso antes de irme.
-No, no estás loca.
nick posó el tenedor y dejó de intentar comer.
Dios, estaba preciosa. No bonita, atractiva o pasable, sino preciosa. Nunca se lo había admitido a sí mismo antes, pero probablemente siempre lo hubiera sabido a un nivel inconsciente.
-¿Entonces lo entiendes?
-Sí:
miley lanzó un suspiro de alivio.
-Gracias a Dios. Me preguntaba cómo podría convencerte.
-Ya estoy convencido.
-¿Entonces vas a ayudarme? ¿Buscarás a alguien y me lo presentarás?
Quizá nick hubiera sabido todo el tiempo lo que tenía que hacer o quizá sólo hubiera necesitado tiempo para asimilar la verdad. Pero ahora no podía verlo de otra forma. Era peligroso, extremadamente peligroso y había muchas cosas en juego. Sin embargo, era la única respuesta y él era lo bastante hombre como para cargar con las consecuencias.
Inspiró con fuerza.
-No tengo que buscar a nadie. Ya sé quién lo hará.
-¿Lo sabes? -los ojos le chispearon y se sonrojó-. ¿Quién?
-Yo.

CAP 12

nick pensó en cómo iba a extrañar miley a los camareros que supieran que tomaba café caliente en invierno y té helado en verano. Y también tendría que comer sola en los restaurantes o lo que era peor, con algún tipo que la miraría con las mismas ideas que él estaba teniendo en ese momento.
-Ahora les traigo las ensaladas y el té en un instante -dijo Janice antes de volver a la cocina.
nick miró a miley , sin saber qué decir por primera vez en toda su vida.
Ella se inclinó hacia adelante y la perla se ocultó bajo el escote de su vestido.
-¿Recuerdas la vez que pusimos peniques en los raíles del tren?
Él miró la zona donde la perla había desaparecido antes de desviar la vista sabiendo que no debería mirarla allí en un sitio público.
-Sí, me acuerdo.
-Nunca se lo he dicho a nadie.
-No yo tampoco.
-Eso fue hace veinte años, nick . Tú y yo hemos mantenido ese tonto secreto durante veinte años porque los dos tenemos el mismo sentido del honor. Por eso es por lo que te he pedido ayuda a ti. Sé que guardarás el secreto.
-Juraría que los dos estan tramando algo -dijo Janice al posar los dos tés helados, las ensaladas y el cesto del pan-. No son un poco mayores para planear travesuras?
-Se acerca el aniversario de mis padres - dijo miley-. Treinta y cinco años.
-¡Ajá! Y van a darles una fiesta sorpresa.
-Podría ser.
Mis labios están sellados -dijo Janice-. Pero asegúrate de invitarme.
-Desde luego.
En cuanto se fue, nick se inclinó hacia miley . El aroma de su colonia le asaltó dándole ideas que no debería tener cuando se inclinó para que nadie lo escuchara.
-¿Ves lo complicado que se puede poner? Ahora vas a tener que darles una fiesta a tus padres para que no sospechen.
Ella se encogió de hombros y los tirantes del vestido se movieron.
-No importa. Es una buena idea de todas formas.
A nick le cosquillearon los dedos de ganas de deslizarle los tirantes y bajarle el vestido.
-Supongo que te estarás quedando helada, ¿no?
-La verdad es que no.
miley alzó las manos para apartarse el pelo mojado y el movimiento le alzó los senos. No había duda de que no llevaba sujetador.
nick se dijo a sí mismo que no se estaba excitando. Definitivamente no.
-Deja que vaya a buscar una camisa de franela que tengo en la furgoneta.
-No la necesito. Estoy bien-. Pero él necesitaba taparla.
-Podría ir de todas formas. Por si acaso - insistió él empezando a levantarse.
-nick , no quiero la maldita camisa, ¿de acuerdo? Quiero poner en marcha este proyecto. Siéntate y dime lo que has pensado.
Él la miró con la mente en un remolino. Debería decirle lo de Mitch y Randy. De verdad debería hacerlo.
-¡Aquí está el rollo de carne! -anunció Janice-. ¡Dios santo! ¡xq no han probado las ensaladas! Debe de ser una fiesta muy especial la que estan planeando.
-No te lo puedes ni imaginar -dijo -tuname-, apartando el plato de ensalada-. Déjalo ahí y lo comeremos todo junto.
-dejen los platos limpios o no les traere postre -los regañó Janice-. Y Sally ha hecho hoy pastel de albaricoque.
En cuanto Janice desapareció,-tuname-se inclinó hacia adelante de nuevo.
-Eso me recuerda -susurró- que he estado aprendiendo las cosas más sorprendentes en esos libros. Por ejemplo, el uso de aceites aromáticos. ¿Sabías que te dejan la piel como el melocotón?
-No.
A nick le estaban comprimiendo los pantalones cada vez más.
-¿Has leído algún libro sobre el tema?
-No.
-Pues hay algunas ideas maravillosas en ellos. Deberías echar un vistazo.
nick perdió el control del tenedor, que chocó en el plato.

viernes, 9 de julio de 2010

CAP 11

nick mantuvo la puerta abierta para ella por segunda vez e intentó no aspirar su aroma al pasar. Cuando la había visto llegar con aquel coqueto vestido de flores, casi se le había secado la garganta. Entonces, ella se había acercado lo suficiente como para poder ver la transpiración en su escote, justo donde descansaba la perla.
Había tenido que hacer un esfuerzo por no agacharse a lamer la humedad que desaparecía en el valle de sus senos. ¡Debía haber perdido la cabeza! Aquellas fantasías no iban con miley la chica que montaba la bici sin manos por la Colina Suicida o tiraba la bola de béisbol con tal fuerza que te hacía daño en la mano. ¡Pero esa chica era una mujer ahora! Ya no podía ignorar la verdad por más tiempo. Se había fijado alguna vez en ello, como la primera vez que la había visto en bikini y había notado que llenaba las copas del sujetador. Y la vez del baile en que había estado a punto de besarla, pero había recuperado la razón antes de cometer una estupidez.
La siguió al interior del restaurante hasta el fondo, el sitio que siempre ocupaban en el Nugget. Por el camino consiguió devolver los saludos de gente a la que conocía de toda la vida, pero toda su atención estaba clavada en la forma en que las caderas de miley se contorneaban bajo la tela de margaritas. El vestido se abrochaba en la espalda y se imaginó que no llevaría más que unas braguitas debajo.
¡Maldición! Tenía que, dejar de pensar de aquella manera. A finales de la tarde había decidido que quizá debería intentar que tuviera una aventura. Se le habían ocurrido dos posibilidades y se había dicho a sí mismo que más valía que fueran Mitch o Randy antes que algún buitre de Nueva York.
Pero ahora no quería ni pensar en Mitch o Randy cerca de ella.
Pero si no la ayudaba, lo haría ella sola. Recordaba la vez en que su proyecto de verano había sido aprender a patinar con patines de ruedas en hilera y se había hecho un esguince y raspado las dos rodillas, pero había aprendido.
nick apartó el taburete frente al de ella e intentó aparentar que todo era igual que las otras veces que habían cenado en el Nugget.
-¿Tienes hambre?
-Puedes apostarlo -mintió él.
Se preguntó si podría tragar un bocado. Nunca podría mirarla de la misma forma que antes, comprendió desesperado. Pasara lo que pasara, su amistad había cambiado para siempre. Había dado el salto mental de considerarla una mujer deseable, más deseable de lo que nunca hubiera imaginado. Apenas podía creer haber conseguido mantener tantos años la barrera ante aquella sexualidad femenina.
-¿Has pensado en... lo que hemos hablado?
-Algo. Bueno, mucho.
-¿Alguna idea?
"Sí, y todas pornográficas."
Janice se acercó entonces a su mesa con el bloc en la mano.
-¡Eh, Ustedes dos!
-miley alzó la mirada con una sonrisa.
-Hola, Janice. ¿Cómo está tu nieta?
La camarera se metió la mano en el bolsillo superior del mandil y sacó una fotografía.
-Mírala.
-¡Es preciosa, Janice!
-¿Verdad que sí?
-Muy guapa -dijo nick aunque estaba más interesado en la expresión de ternura de miley .
Quizá ni ella misma supiera cuánto deseaba tener un bebé. Maldición, aquella era otra cosa que nunca hubiera relacionado con miley , aunque no dudaba que sería una gran madre. Toda la idea le deprimió.
-Bueno, chicos, ¿Van a tomar el rollo de carne ?
-Sí -contestaron los dos a la vez.
-¿El aliño de siempre para la ensalada?
Los dos asintieron al mismo tiempo.
-¿Y té helado?

CAP 10

miley apenas se había puesto vestidos en su vida, pero esa noche le pareció apropiado. No quería llevar algo demasiado recargado cuando el calor había subido a casi treinta y cinco grados, así que acabó escogiendo un vestido playero de margaritas porque sabía que a nick le gustaban esas flores.
Cuando se plantó ante el espejo preguntándose si debía ponerse alguna joya recordó la perla ovalada que le había regalado nick en su graduación. Sólo se la ponía en ocasiones especiales y esa noche le pareció una de ellas.
En cuanto estuvo lista, sintió otra oleada de aprensión. Si nick había aceptado su plan, debería estar más calmada a esas alturas, pero aquel plan era demasiado excitante incluso con la ayuda de nick .
Su bungalow alquilado no estaba muy lejos del pueblo y decidió ir andando para aplacar un poco los nervios. Se puso las gafas de sol, se colgó el bolso y salió. En cuanto hubo recorrido una manzana comprendió que había cometido un error. Llegaría al restaurante más asada que el rollo de carne.
nick aparcó frente al Nugett cuando ella pasó ante la farmacia a dos manzanas más allá. Mientras caminaba, miley lo observó saltar de la furgoneta polvorienta. Pero él llevaba una camisa limpia y un sombrero Stetson de color gris que nunca le había visto.
Estaba condenadamente atractivo, con aquellos fuertes muslos encasquetados en los vaqueros y la espalda acentuada por la bonita camisa vaquera gris. Bastante a menudo, en los años que hacía que lo conocía se había encontrado pensando que su amigo era muy guapo, pero últimamente no le había pasado. Lo estaba notando de nuevo en ese momento.
Quizá le estuviera afectando toda aquella lectura. De repente, se encontró pensando qué tipo de amante sería nick , pero apartó la idea con rapidez. No debería tener aquel tipo de pensamientos acerca de él. nick se horrorizaría si se enterara.
Como si hubiera sentido sus ojos clavados en él, nick se dio la vuelta antes de entrar en el Nugget.
-¿Se te ha estropeado el coche?
-He decidido venir andando.
-¡Pero si estamos en junio!
-Ya me he dado cuenta. Tengo que admitir que tengo un poco de calor.
Al acercarse, nick olió su loción de afeitar y vio que no tenía barba. Por algún motivo, el hecho de que se hubiera afeitado para ella le produjo un cosquilleo en el estómago.
nick la miró de arriba abajo tras las gafas y sacudió la cabeza.
-Pensé que te había enseñado algo. Ahora, después del paseo, ese aire acondicionado helado te sentará fatal.
-¡Por Dios! Pareces mi madre. ¿No podrías al menos haber dicho que me queda bien este vestido? Me lo he puesto porque sé que te gustan las margaritas.
-El vestido está muy bien. Pero vas a pillar un resfriado.
Cada vez más irritada, comprendió que en secreto había esperado la típica reacción de las películas cuando una chica que es un poco chicazo aparece con un vestido.
nick abrió la puerta para ella y las campanillas sonaron.
-Mira, si vas a mantener esa actitud, quizá sea mejor que nos olvidemos del asunto.
-¿Y entonces qué?
-¡Eh, ustedes dos! No queremos refrigerar a todo el pueblo -gritó Janice, la camarera que llevaba toda la vida trabajando en el Nugget.
nick dejó que la puerta se deslizara y se dio la vuelta hacia miley con expresión impasible.
-¿Qué hacemos?
Ella no quería abandonar su plan. Necesitaba a nick y, además, él se había arreglado y duchado para la cena.
-Vamos a tomar un poco de rollo de carne.
chicas les voy a poner dos capitulos mas!! =) un minimaraton .... en total seria 4 capitulos! no les puedo poner un poco mas xk sino la nove se me acaba jejeje

pero igual ya tengo otra nove en mente........ hot xsupuesto x)

porfis conmenten la nove siiiiiiii asi siento que alguien la lee =D



besos =)

CAP 9

No sabes lo que tienes sin una mujer que te dé la lata con tu dieta.
-Eso es verdad -le secundó Dozer-. La cosa se está poniendo tan mal, que Cindy hasta me quita la bolsa de patatas cuando veo el partido del lunes por la noche.
-¿Y se lo consientes? -intervino Rhino-. Eso no pasaría en mi casa. Soy yo el que le pone las normas a Joan.
nick dejó que el coro de carcajadas se apagara.
-¿Estás de broma? Joan te tiene en un puño.
Rhino sonrió.
-De hecho -continuó nick-. No he visto tipos tan locos por el matrimonio como Ustedes cuatro. Casi no podían esperar a llegar al altar. No me vengán ahora con esas monsergas de que les dan la lata sus mujeres. os encanta que lo hagan.
Y él los envidiaba, comprendió. Todos habían encontrado la felicidad.
Rhino aceptó la cerveza que Tim le había llevado y la abrió.
-Entonces, ¿cuando te vas a unir a este feo grupo para hacer cinco?
-Cuando encuentre a la mujer adecuada.
-¡Diablos, si has tenido un ejército de mujeres adecuadas! -Dozer se apartó un mechón de la frente-. Jenny era estupenda. Yo salí con Jenny y no había nada malo en ella.
-Entonces, ¿por que acabaste con Cindy?
-Cindy sabe cómo manejar mi temperamento, pero tú no tienes demasiado carácter, nick. Jenny estaría bien para ti.
-Sí -asintió Hammer-. Y tiene un bonito cuerpo.
-Y Babs -intervino Rhino-. A mí me gusta Babs.
nick tragó su cerveza.
-A mí también, pero no tanto como para siempre.
-Eres muy selectivo, nick-dijo Tiny Tim-. Ése es tu problema. Nadie va a ser perfecto -sonrió-. Aunque Suzie está cerca.
-El novato puede tener razón -dijo Rhino-. Quizás seas demasiado selectivo. ¿Qué tipo de criterios usas si has eliminado a chicas tan estupendas como Jenny y Babs?
nick se metió un puñado de cacahuetes en la boca.
-¿Sabén? Estoy realmente conmovido de que les preocupe tanto por mi matrimonio. Quizá deberíamos agarrarnos de las manos y rezar. Puede que, si nos concentramos de verdad, veré la luz y agarraré a la primera mujer que se cruce en mi camino.
Rhino enarcó las cejas y miró a Tiny Tim.
-¿Dijiste que este edificio de apartamentos tenía piscina?
-Desde luego.
Todos apartaron las sillas. Joe vio el brillo burlón en los ojos de los hermanos.
-¡Eh, no tanta prisa! Sólo estaba bromeando.
-Y nosotros también -dijo Hammer-. ¿Verdad, Dozer?
-Sí -Dozer rió-. Me encantan las bromas.
Y mientras lo arrastraban sin ceremonia a la piscina y lo tiraban vestido, Joe pensó que quizá se merecía aquel chapuzón, aunque no por la razón que creían los chicos.

CAP 8

miley se sentía como una impostora por dejar que su cuñada imaginara que tenía alguna experiencia.
Joan le dio un abrazo.
-Gracias por escucharme y animarme. Incluso aunque seas más joven que yo, siempre te he considerado más sofisticada por algún motivo. Quizá sea por el título universitario.
miley le devolvió el abrazo.
-La teoría no lo es todo.
-No. Lo ideal sería tener las dos cosas.
-No podría estar más de acuerdo.
Y si nick la ayudaba, tendría las dos cosas por fin.

La partida de póquer se celebraba en casa de Tiny Tim, el más joven del clan de los Blakely. Tim estaba recién casado y orgulloso de presumir de las cosas que compartía con Susie en su apartamento en las afueras del pueblo.
nick llevaba todo el día preocupado por el asunto de la virginidad de mayra. Y lo peor era que tenía que darle la razón en sus razonamientos, tanto con respecto a sus alumnas como con algún buitre de ciudad que quisiera aprovecharse de una chica inexperta.
-Eh, gran nick , ¿sigues la apuesta o no?
el alzó la cabeza de golpe. Desde luego miley le había arruinado la partida de póquer de esa noche. Lo que más le gustaba de aquellas sesiones era su simpleza. Pero esa noche no había nada simple.
-No, paso.
-Veamos que tienes tú, Rhino -dijo Dozer.
Los hermanos eran los mejores amigos de nick aparte de miley . Su madre y la de ellos eran amigas íntimas, así que sus hijos se habían criado juntos. En la secundaria, el clan Blakely le había cubierto las espaldas literalmente en el equipo de los Mineros de nashville. Pero esa noche los veía con ojos diferentes cuando pensaba cómo reaccionaría cada uno si se enterara de la conversación que había mantenido con su hermana esa mañana.
-Míralas y llora, Dozer -dijo Rhino enseñando dos damas y tres sietes.
A la temprana edad de treinta años, Rhino estaba perdiendo ya el pelo, así que llevaba casi siempre una gorra de béisbol incluso dentro de la casa. Esa noche llevaba una negra del café Nugget.
Rhino no perdía detallé, por lo que era un gran jugador de póquer y sería el primero en enterarse de que él había buscado a un tipo para iniciar a miley y también el que organizaría la represalia contra nick y contra el pobre individuo.
-¡Maldición! -murmuró Dozer. Era de los que actuaba antes de pensar.
-Ha sido pura suerte -intervino Tim apartando su silla-. ¿Quién quiere una cerveza?
Tim no tenía ni un pelo de malo en toda su cabeza y ni siquiera podía cazar debido a su tierno corazón. Haría lo que fuera por cualquiera y casi nunca se ofendía. Excepto cuando se trataba de alguien que molestara a su hermana. Entonces toda su ternura se evaporaba.nick ya lo había visto en una ocasión.
-Yo quiero una. Y no traigas una de esas horribles cervezas light.
-No las he comprado yo. Ha sido Susie. Dice que necesito vigilar mi cintura.
-Sí, Deena ha estado soltándome la misma monserga -dijo Hammer, el tercero y más bajo de los hermanos.
Hammer era de la edad de nick y habían estado en muchas clases juntos en la escuela. Por lógica, debería ser el mejor amigo entre los cuatro hermanos, pero Hammer no era un pensador y A nick siempre le había gustado mas hablar con miley y había sospechado a menudo que se sentía un poco celoso de la relación tan especial que tenía él con su hermana. Hammer miró a nick .

domingo, 4 de julio de 2010

CAP 7

Nick decidió que el retraso era lo mejor que podía esperar. No podía imaginar cómo saldría de aquel embrollo en treinta y seis horas, pero quizá ocurriera un milagro.
-Te veré en el café Nugget.
-Bien. ¿A la seis?
-Me parece bien -alzó la vista hacia el sol-. Es tarde. Será mejor que volvamos. Tengo un montón de cosas que hacer hoy.
--Sí, yo también.
-¿Cómo qué?
-Investigar. He comprado algunos libros en Nashville.
Nick tenía la sensación de que no debía preguntarlo, pero lo hizo de todas formas.
-¿De qué?
-De técnicas sexuales. Cuando llegue el momento, quiero saber lo más posible.
Nick se sintió como si alguien le hubiera dado un puñetazo en la boca del estómago.
-¿Es ese tu proyecto de verano?
-Pues la verdad es que sí.
Nick gimió para sus adentros. Aquello era peor de lo que había imaginado. Cuando miley se lanzaba a uno de sus proyectos de verano, no la detenía ni un camión cargado de dinamita. Y si la conocía bien, dejaría de ser virgen antes de terminar el verano.
miley reconoció la suerte que tenía de que le cayeran bien todas las mujeres que sus hermanos habían escogido como esposas y que el sentimiento fuera mutuo. Cuando los chicos se reunían para su partida de póquer los miércoles por la noche, sus mujeres buscaban canguros y se reunían en casa de una de ellas para jugar al pinocle.
miley siempre estaba invitada.
Esa noche se reunían en casa de Joan y Rhino. Rhino era el hermano mayor de miley y el líder de sus cinco hermanos. Había sido el primero en casarse, en comprar una casa y en tener niños.
Desde el momento en que su, sobrina, Sara, había llegado al mundo, miley había decidido que ser tía era lo mejor del mundo, aunque estaba un poco cansada de ser una tía soltera. Llegó pronto a casa de Joan para poder ver a Sara, que tenía ahora ocho años y a ramiro, de seis años, antes de que los acostaran.
Después de dar a cada niño el juego que les había comprado en Nashhville, siguió su cuñada a la cocina a ayudar a preparar las bebidas y canapés para la partida.
-Gracias por los juegos. La verdad es que van a echarte de menos cuando te vayas a Nueva York.
-Yo también a ellos.
miley vació unas patatas de en un cuenco y abrió el frigorífico para sacar la salsa casera de Joan.
-¡No lo sé! Llevarás una vida tan excitante, que no creo que eches de menos nada de aquí.
-Claro que sí. Adoro este pueblo, a mi familia y mis amigos.
-Yo también, pero daría lo que fuera por estar en tu piel.
-¿De verdad?
miley miró a su cuñada. Con sus antepasados hispanos y su orientación vital hacia la familia y los niños, parecía haber cumplido su sueño.
-Pensaba que eras una madre vocacional.
-No me interpretes mal. Soy muy feliz. Pero el reto ha desaparecido. Cuando me casé, todo era nuevo. El sexo era nuevo, tener niños era nuevo y comprar esta casa y arreglarla era nuevo. Pero ahora todo sigue una cómoda rutina. Y yo deseo... más mundos que conquistar, supongo.
-Lo entiendo muy bien. Ése es el motivo por el que me voy a Nueva York. Es mi monte Everest -vaciló antes de hacer una sugerencia-. ¿Has pensado en volver a estudiar?
-Ya he conseguido los folletos. Estoy pensando... no te rías, en convertirme en consejera matrimonial.
-¿No bromeas? Joan, eso sería maravilloso. Desde luego, tú debes saber los ingredientes para conseguir un buen matrimonio..
Joan la miró de soslayo.
-No me llamaría experta, pero entiendo lo que pasa cuando en una pareja uno pierde el interés por, el otro.
miley se quedó con la boca abierta.
-¿Quieres decir...?
-Quiero decir que las cosas se están haciendo verdaderamente aburridas en la cama. He pensado en ir a Naashville a comprar algunos libros sobre la materia. No me atrevería a hacerlo en tennese porque todo el pueblo pensaría que soy una ninfómana.
-Desde luego. ¿Sabes, yo ...? -miley se detuvo antes de ofrecerle un par de libros-. Creo que es una buena idea.
-Imaginaba que lo entenderías. Escucha, no estoy diciendo nada en contra de tu hermano. Es un tipo estupendo. Es sólo que a los dos nos sentaría bien seguir algunas indicaciones.
-Seguro. La mayoría de la gente lo hace. Ya sabes cómo es. Te acostumbras a cierta forma de hacer las cosas y entonces todo se vuelve mecánico.
-Absolutamente.

CAP 6

¿Lo ves? -esbozó la sonrisa de superioridad que siempre ponía cuando ganaba algún juego-. Tienes que admitir que tiene sentido.
-No tengo que admitir nada. ¿Por qué no te ayuda una de tus amigas? Pensé que las mujeres hablabais de los chicos todo el tiempo.
-Sí, pero tú eres mejor fuente de información -se metió las manos en los bolsillos-. Tú has salido con más chicos que nadie a quien yo conozca. Sabes lo que las mujeres dicen de un chico y has tenido la oportunidad de conocerlos en persona y saber cómo son. Y además, no confío en nadie tanto como en ti.
nICK tragó saliva. No sabía cómo negarse. Y le gustaría que no siguiera así de pie, con las manos en las caderas y el pecho alzado hacia adelante. No le gustaba. De acuerdo, le gustaba demasiado.
-nick.
miley se adelantó y posó la mano en su brazo.
Él intentó no dar un respingo. Ella le había tocado un millón de veces y nunca había significado nada. Hasta ese momento.
-Escucha, Nick. Tú me sacaste el primer diente, ¿recuerdas?
-Es un caso diferente.
-Y me enseñaste a conducir. Y me diste mi primer trago de whisky.
-Me lo suplicaste, y después vomitaste.
-Y tú me sujetaste la cabeza. Verás en todos esos momentos importantes de mi vida, tú estabas allí para guiarme.
-Esto es diferente.
-No, si dejas de ser tan puritano.
-Yo no soy...
-¿Qué te parece Donny?
-¿Donny Beauford? -lanzó un bufido desdeñoso-. No puedes hablar en serio.
-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo Donny?
Nick no podía explicarlo exactamente, sólo que cuando pensaba en Donny en un abrazo íntimo con Miley, la piel se le erizaba. Miró hacia el sicómoro antes de mirarla a ella.
-Él no... te cuidaría.
-¡Oh! -se sonrojó-. ¿Te refieres sexualmente?
-De cualquier manera.
-¿Ves? Eso es exactamente lo que yo necesito saber. ¿Y qué hay de Stu?
-¡Oh, Dios! Ese peor.
-¿Bucle?
-De ninguna manera.
-Ya sé quién. Jerry.
-¡Desde luego que no! Es un buitre. Probablemente te... Bueno, no importa. Jerry para nada.
-De acuerdo. Entonces haz una sugerencia.
Él la miró en el silencio interrumpido sólo por el sonido del agua y el eco de los cascos de los dos caballos, que se estaban inquietando cada vez más con el calor. Sintió sudor en la espalda, pero no, no creía que fuera sólo del calor.
-No se me ocurre nadie.
La verdad era que no quería pensar en nadie.
-Quizá necesites más tiempo. Te he pillado por sorpresa.
-Desde luego.
-Te diré una cosa. Vamos a posponer la discusión. Quizá podamos quedar para cenar esta noche.
-Es la noche de póquer.
-Tienes razón. Yo tampoco puedo. Juego al pinocle en casa de Joan. Bueno, mañana por la noche.

viernes, 2 de julio de 2010

CAP 5

-¿Estas loca? -Nick se puso de pie con tal brusquedad, que empujó sin querer a
-Miley -. Lo único peor que imaginarse a sí mismo involucrado en aquella sucia idea era imaginarse a miley con otro tipo-. Lo siento.
Se inclinó para darle la mano y ayudarla. En cuanto estuvo de pie, le soltó la mano aprisa y ella se sacudió la parte trasera de los pantalones.
-Nick, por favor. No puedo ser virgen toda la vida.
-¿Por qué no?
Sabía que no estaba siendo razonable, pero no podía evitarlo. Y maldita fuera, ahora se había sorprendido mirándola sacudirse el trasero y pensando en que era muy bonito. Maldición.
Ella suspiró y bajó la cabeza.
-¡Confiaba tanto en tu ayuda!
-Oh, Dios -no sólo estaba teniendo pensamientos inapropiados acerca de ella, sino que ahora sentía que la estaba abandonando-. Nick, sabes que haría cualquier cosa del mundo por ti, pero no creo que esto funcione.
Ella alzó la cabeza con la esperanza brillando en sus ojos grises y Nick dio un paso atrás.
-No me mires de esa manera.
-Así es como lo haremos. Nos estrujaremos el cerebro con las posibilidades y sacaremos una lista reducida. Entonces tú podrás enterarte si los chicos están saliendo con alguien porque no quiero romper ningún...
-¡Uau! -el pánico le asaltó-. Nunca he dicho que lo haría.
-Has dicho que harías cualquier cosa por mí.
-¡Cualquier cosa menos buscarte un amante! -sólo pronunciarlo le daba escalofríos. Había hecho tantos esfuerzos por no pensar en miley nunca de forma sexual... Y ahora habían caído todas las barreras. Por primera vez, se fijó en cómo la camiseta se tensaba contra sus senos y en la incitante curva de sus caderas-. Creo que eso es un poco más de lo que una persona razonable podría esperar, ¿no te parece?
-¡Es perfectamente razonable! ¿Por qué iba a buscar por mi cuenta para acabar con algún torpe lerdo que haga que mi primera experiencia sea una pesadilla cuando puedo confiar en tu consejo y pasar una buen momento?
Nick no podía pensar mientras tenía la imagen de Miley pasando un buen rato

CAPITULO 4

Lo habían pasado de maravilla y nick hasta había pensado en pedirle que saliera con él en serio. Estaba tan bonita con aquel traje amarillo, que se le había secado la garganta y para su sorpresa, se había excitado un poco cuando habían bailado. Hasta había estado a punto de besarla en la pista de baile, pero había recuperado la razón pensando en lo que le harían sus hermanos si la tocaba siquiera. Y además, besarla hubiera sido como besar a su hermana.
Ella seguía mirando al río.
-nick, yo...
-Yo también -la atajó para que no pusiera en palabras lo que él mismo sentía
-Oh, no lo creo. El asunto es, Nick.. que todavía... soy virgen.
La sorpresa fue tal, que nick se atragantó con la paja que estaba mordisqueando y empezó a toser con violencia. Cuando las palmadas de miley no consiguieron calmarlo, ella se acercó al río con su sombrero y lo llenó de agua.
-Bebe.
Nick bebió y se quitó el sombrero para echarse el resto del agua por encima de la cabeza. Cuando se sacudió el agua de los párpados e inspiró con fuerza, se sintió algo mejor.
Ella seguía arrodillada frente a él cuando tuvo el valor de mirarla.
-¿Y qué? -preguntó con voz cascada.
-Que tengo veintiséis años.
-¿Y?
Sabía que su respuesta carecía de ingenio, pero tenía bloqueado el cerebro. Lo cierto era que si se hubiera puesto a pensar en el asunto, habría llegado a la conclusión de que miley debía de ser virgen. Sus hermanos la habían acorazado desde el momento en que había entrado en la pubertad.
-Que no puedo ir a una gran ciudad así. No puedo ser consejera de unas chicas que probablemente ya lo habrán experimentado a los trece años.
-Ya entiendo.
Y de forma demasiado gráfica. Estaba pensando en la horrible posibilidad de que le pidiera a él que se encargara de solucionar el problema.
-Pues yo creo que puedes ir perfectamente a Nueva York sin... experiencia. La castidad está en auge últimamente. Podrías ser un modelo para ellas.
-¡Oh,Nick! ¡Yo no quiero ser ningún modelo de castidad! Yo no elegí ser virgen por algún convencimiento profundo. Sabes tan bien como yo que la culpa de todo esto la tienen mis hermanos.
Sus hermanos. Dios, le arrancarían la piel a tiras si le pusiera un solo dedo encima.
-¡Pero tus hermanos no van a ir a Nueva York!
En cuanto lo dijo, supo que había caído de la sartén al fuego.
-No, y ése es el otro asunto. Estaré sin tener ni idea del sexo y sola en una ciudad abarrotada de hombres sofisticados. Si lo que quieres de mí es que me tire a los pies del primer truhán de ciudad que me tome por una boba por no saber nada...
Aquella era una trampa mortal. Y que lo ahorcaran, si no se sentía tentado.
-Por supuesto que no, pero...
-Necesito a un hombre agradable, Nick. Alguien que me pueda resolver este problema antes de irme.
¡Oh, Dios! Iba a pedírselo a él. El corazón se le desbocó y se preguntó si tendría valor para rechazarla.
-Escucha,miley . No sabes lo que estás diciendo.
-Sé exactamente lo que estoy diciendo y tú eres la única persona en quien puedo confiar para encontrar a ese hombre.
CHICAS QUIEREN MARATON ???? =D
CHICAS MUCHAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS =) SEGUIRE SUBIENDO LA NOVE MAS SEGUIDO SE LOS PROMETO =)

AHI LES VA EL 4TO CAPITULOO..... SPERO LO DISFRUTEN =)


PSD: VALERIA YA ME PASE POR TU BLOG ES GENIAL , ME ENCANTA LA IDEA DE QUE HAGAS UNA NOVE CON JUSTIN BIEBER =D

jueves, 1 de julio de 2010

CAP 3

La yegua llegó al banco y empezó a bajar hacia la arena. Frente a ellos, el río discurría plácidamente y, aparte de unos cuantos patos flotando, la orilla estaba desierta.
No había peligro de que nadie los oyera y miley confiaba en que nick la escuchara sin reírse. No podía confiar en nadie mejor que en él. Y sin embargo, por mucho que se lo repitiera, seguía sintiendo aquel extraño cosquilleo en el estómago.
Nick dio de beber a su caballo y lo ató bajo el sicómoro en que Miley había atado a Peppermint antes de ir a sentarse al lado de ella a la sombra.
Agarró una piedra como siempre y la lanzó al agua.
-¿Sabes algo ya de esa maestra de tu nueva escuela?
-Sí -miley agarró un puñado de hierba seca y lo estrujó entre los dedos-. Me mandó un e-mail y me invita a quedarme con ella hasta que encuentre mi propio apartamento.
nick miró a miley. Se había preguntado si le habría sugerido aquel paseo por estar preocupada por algo. Quizá aquel traslado la asustara. miley había alquilado una casita desde que había conseguido su primer trabajo de consejera en el colegio de secundaria de Copperville, pero vivir en un pequeño pueblo minero de Arizona con tus padres a menos de tres kilómetros era muy diferente a vivir sola en una urbe como Nueva York.
-¿Y no te podría alquilar una habitación en su casa?
miley sacudió la cabeza.
-No tiene sitio. Tendré que dormir en el sofá hasta que encuentre un apartamento. Además, quiero tener mi propia casa. Después de crecer en una casa llena de hermanos, he descubierto que me encanta la intimidad de vivir sola.
-Crees que estás viviendo sola. Tu familia se pasa por tu casa cada poco.
-Ya lo sé -suspiró-. Los quiero, pero estoy deseando estar menos cerca para variar.
nick podía entenderla. Ésa era una de las razones por las que él había sacado su licencia de piloto privado y buscaba cualquier excusa para pilotar su avioneta Cessna sólo por el placer de estar solo.
-Puede que te sientas sola.
-Probablemente, pero después de vivir en una pecera, la soledad no me suena tan mal.
-Ya -nick arrojó otra piedra al agua-. Te escucho.
Aspiró la mezcla familiar de olores: la humedad del río, la dulzura de la hierba, la ligera colonia floral que hacía años que miley usaba. Maldita sea, iba a echarla de menos. Había evitado enfrentarse a aquella emoción desagradable, pero le asaltó entonces de repente y no le gustó nada.
miley había formado parte de su mundo desde que tenía memoria. Y también el resto de su familia, dándole los hermanos y hermanas que no había tenido. Pero miley había sido siempre a la que había estado mas unido y con la que había compartido todo.
Se moriría antes de decirle lo mucho que la echaría de menos. En primer lugar, ellos nunca se habían puesto sentimentales con su relación y no quería estropear aquel excitante capítulo que se abría ante su vida. Estaba celoso a muerte y le costaría adaptarse a estar solo, pero eso no quería decir que no se alegrara de su oportunidad.
-Me alegro de que hayas conseguido ese trabajo.
-Yo también. Pero te he pedido que vinieras porque tengo un problema y... creo que podrías ayudarme.
-Claro. Lo que sea.
-Nueva York es un mundo diferente y no me siento exactamente... preparada para él.
Parecía que le estaba costando encontrar las palabras adecuadas.
-Claro que estás preparada. Has trabajado para esto toda tu vida. Siempre he sabido que saldrías de aquí y harías algo especial se dio la vuelta hacia ella-. Es tu última meta,miley . Puede que te ponga nerviosa, pero lo harás de maravilla.
-Gracias.
Sonrió, pero parecía muy preocupada y nerviosa.
nick esperaba que no fuera a romper su código de no ponerse sentimental.
Ella se aclaró la garganta y se dio la vuelta para mirar hacia el río concentrada como si fuera la primera vez que lo veía. Dios, esperaba que no se pusiera a llorar. Ella no era ninguna llorona, cosa que él había agradecido siempre. Sólo la había visto llorar por la muerte de su pony y cuando aquel estúpido de Bobby Hitchcock le había dado plantón en su baile de graduación. Por suerte, él no había tenido ninguna cita y había podido acompañarla.